El regreso del nativo (TV)
Sinopsis de la película
Inspirada en el relato homónimo del escritor inglés Thomas Hardy. Eustacia Vye es una hermosa y enigmática joven que sueña con salir del opresivo, pero también idílico ambiente de Edgon Heaths, donde vive con su abuelo. Cuando Clym Yeobright regresa de París a su pueblo natal, se enamora de Eustacia. Pero, también, el joven Damon Wildeve, hechizado por la belleza de la muchacha, decide aplazar su boda.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Return of the Native (TV)
- Año: 1994
- Duración: 101
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Opinión de la crítica
Película
5.3
65 valoraciones en total
The return of the native , la única adaptación que se conoce de la célebre novela de Hardy El regreso del nativo es la historia de una chica llamada Eustacia Vye, que vive en la atávica Edgon Heath. El nativo, un joven del pueblo recién llegado de París, encenderá sus ansias de libertad y aventura, iniciando un drama amoroso de consecuencias imprevisibles.
Despojada de las prolijas metáforas mitológicas y del descriptivismo casi obsesivo del escritor inglés, lo que hay en pantalla es una historia por cuyas venas corre una sangre muy similar a hitos del romanticismo más oscuro como Cumbres borrascosas , con personajes atrapados en sus deseos, pasiones y obsesiones dentro de un entorno poderoso en el que la naturaleza palpita con enigmática vida propia. Todo al servicio de una de las mujeres más fascinantes de la historia de la literatura, esa Eustacia Vye que desea tanto huir como quedarse, descubrir la ciudad como enterrarse en el bosque: una Eustacia Vye que es un poco mitad mujer, mitad bosque.
Su búsqueda vital, su contradicción, se plasma con contundencia en una película muy cuidada, con precioso vestuario, sugestiva ambientación y una interpretación memorable de Catherine Zeta-Jones en la absoluta cumbre de su belleza.
Adaptación británica para la televisión (la única adaptación audiovisual conocida) de la novela homónima del victoriano Thomas Hardy.
En esta novela del siglo 19 (que fue publicada en la revista Belgravia , y que resultó muy controvertida en 1878 (por tratar las relaciones fuera del matrimonio, algo muy sensacionalista para la época) y recibida con criticas muy variadas) se nos narran los avatares de Eustacia Vye (Catherine Zeta-Jones), una joven de insuperable belleza que trae de cabeza a los hombres de su aislado pueblo… cosa que no la satisface, pues su objetivo es abandonar la aldea en busca de una vida mejor… algo bastante fuera de su alcance.
Jack Gold nos ofrece una buena adaptación nada desdeñable… aunque tampoco memorable. Desde luego para ser un telefilm merece ser señalado… principalmente gracias al mimado y estiloso libreto, y a un reparto notable.
Porque… si hablamos de su puesta en escena… nos topamos con una cinematografía de poca calidad y una realización muy básica, poco esforzada y nada destacada. En El regreso del nativo los planos son estándares y estáticos, sin ningún despliegue o virguerías características en su dirección. Esa falta de ingenio y viveza por parte de Jack Gold… hace que las situaciones del relato más insulsas y habituales (que las hay, aunque no demasiadas) puedan hastiar por momentos al espectador (hay secuencias alargadas y vacuas repartidas por el metraje que alejan la atención del espectador sin remedio… en especial las que respectan al estático alongamiento (sin sentido en libreto) de la muestra paisajística).
Sin embargo, y a pesar de esto, El regreso del nativo consigue un tono resultón y atractivo en su aspecto visual, pues todo lo que Gold no se esfuerza en la realización y el montaje de planos, se contrarresta con sus escenarios (el telefilm está ambientado en los parajes naturales y rurales de Wessex), con su vestuario y sobretodo con su genial banda sonora que empapa con acierto el tono romántico y lírico del relato, y que tiene un tema principal majestuoso y memorable.
La trama por su parte (a pesar de no ser infinita en matices, a pesar de no tener una profundidad asombrosa, a pesar de tratarse de triángulos amorosos (y desamor) previsibles y clásicos a estas alturas, a pesar de que la novela adaptada no esté a la altura de las páginas de otros autores como Shakespeare, Tolstoi o Jane Austen) se desarrolla con elegancia, con seriedad, con sensatez y con un recital de intelecto. ¡Vamos!, que afortunadamente no estamos ante un producto escrito por el pueril equipo de guionistas de los Multicines de Antena 3. El regreso del nativo no es un telefilm idiota (y por ello logra implicar mucho más que otros)… aunque siempre haya que tener en cuenta que nos encontramos ante un relato acotado al género del romance, con algunos de los tics que eso conlleva (el buscar la lágrima fácil, el tener algunos momentos afectados o empalagosos, etc.).
Los actores también ayudan a elevar la categoría de la TV Movie. Catherine Zeta-Jones (actriz irregular donde las haya) ha tenido interpretaciones perfectas y poderosas (pocas, pero las ha tenido: casos de Chicago o La máscara del Zorro ) y otras artificiales y exageradas… afortunadamente su Eustacia Vye pertenece a las del primer grupo. Zeta-Jones encaja como un guante en el papel de incierta seductora, su joven misteriosa (con esa dualidad de inocencia encantadora y perfidia escondida) resulta uno de sus papeles más naturales, ambiguos y enamoradores de la actriz galesa. Ray Stevenson resulta el galán perfecto y un antihéroe de lo más intenso y, sin desmerecer la naturalidad del resto del reparto, también cabe destacar a Joan Plowright, Señora de Olivier, como abnegada y entrañable madre del nativo .
En definitiva: la pertinente ambientación, el que los actores británicos estén estupendos y el que el libreto no divague apenas (aunque lleve el peso de ser una novela rosa de época)… hacen que El regreso del nativo sea un telefilm de calidad, cómodo de visionar y disfrutable en gran medida (algo de lo que casi ninguna TV Movie (con permiso de la HBO) puede presumir).
Lo mejor: La banda sonora de Carl Davis. Las interpretaciones (donde destaca su protagonista, una por entonces jovencísima Catherine Zeta-Jones) que merecen verse en versión original. El lenguaje del libreto (que no deja de ser de Hardy).
Lo peor: Lo estático y vulgar de su realización. Su último tercio algo redundante en la trama.