El príncipe de las tinieblas
Sinopsis de la película
Un sacerdote cree haber descubierto el lugar de descanso de Satán, en el sótano de una iglesia abandonada de Los Angeles. Junto a un grupo de estudiantes de física, el sacerdote prepara un proyecto científico que siga manteniendo encerrado al Príncipe de las Tinieblas. Encerrados en la iglesia por fuerzas siniestras, los estudiantes descubren que deben luchar para impedir la llegada del Mal al mundo.
Detalles de la película
- Titulo Original: Prince of Darkness
- Año: 1987
- Duración: 110
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Opinión de la crítica
Película
6
89 valoraciones en total
Fue elaborada con esa idea, dar miedo. Sus pausas, su pulso narrativo siguen el objetivo paso a paso, sin perder el rumbo. El príncipe…es una de las obras de terror más logradas por Carpenter desde su estructura y realmente da miedo a pesar de contar con más de treinta años estrenada. Quizás sea exagerado, puesto que vi esta peli cuando era muy chico, pero sus imágenes se me impregnaron a la retina y nunca se fueron.
Un grupo de estudiantes encuentra un tanque cristalino lleno de un líquido verde flúor en el sótano de una vieja iglesia. Los expertos no dudan en investigar el origen de dicho artefacto y aquí la ciencia se debate con la religión sobre sus posibles explicaciones. Existe en la obra un nerviosismo apaciguado, contenido, que poco a poco va desatándose llegando a los climax esperados. El mal ha cobrado forma, le han dado esta forma abstracta que se supedita al aire mismo, a las cosas más mundanas. Posee toques gore pero no abusa de ellos, centra su foco de atención en la tensión desde lo que todavía no ha pasado pero que uno intuye que estallará de un momento a otro. Las críticas la defenestraron, esas mismas que elevan entregas de terror made in excusado casero como si fueran fieles al género.
Del género terrorífico, este autor sabe. Vaya si sabe…
Nadie la comprendió. Muchos la rechazaron. Pero ahora resulta interesante recurrir a esta pequeña joya para comprender las intenciones de Carpenter sobre el razocinio del Mal.
La idea,partiendo de una base científica y filosóficamente intangible como rocambolesca, nos sumerge en la teoría de que el Diablo (o el Príncipe de las Tinieblas) tiene su orígen en las cosas más diminutas, como los átomos por ejemplo, y que se manifiesta hasta llegar a su punto culminante. Y es allí donde religión y ciencia se dan de la mano para congregarse en una vieja parroquia de suburbio en donde sus sótanos se esconde el terrible secreto tan bien guardado por una extinta congregación sacerdotal ajena a la burocracia católica.
Eso es lo que el público no soportó. No quieren soportes ni explicaciones. Carpenter, como Martin Quatermass, es buen guionista. Pero, para desgracia de muchos, no sus películas. Y tienen razones para darla con esta. Obra menor con demasiadas escaramuzas pero el tiempo la pondrá en su sitio, a pesar de lo dicho.
Admito que si no se tratara de Carpenter probablemente no supiera disculpar algunas cosas que difícilmente perdonaría a cualquier otro director. Porque Carpenter encierra sus películas atmosféricamente, crea mundos en los que cabe todo, hasta sus propios errores, todo sirve, todo cobra algún sentido.
Partamos de la idea que teológicamente esta película no sólo roza lo ridículo, sino que descaradamente se revuelca en él. Y eso es porque a Carpenter le importa entre poco y nada el asunto religioso salvo para dedicarse a lo suyo, crear atmósferas y contar historias como casi nadie en este género: con clasicismo. Y ya con eso Carpenter se ha inventado una historia de científicos luchando contra el diablo, de zombis satánicos y de encarnación del diablo mismo buscando llevar a un ser lovecraftiano del otro lado del espejo, vamos, que cualquier otro director hubiera naufragado con tamaña ensalada argumental y que sin embargo Carpenter consigue levantar el tinglado con buena nota. Dicho de otro modo, sólo Carpenter pudo hacer una buena película con tal despropósito, cuando estamos hartos de ver películas grotescas con puntos de partida muchísimo más interesantes y prometedores.
En cualquier caso, por prudencia y pese a mi entusiasmo de fan de Carpenter, sólo recomendaría esta película a gente afín a su cine, y entonces sí, a disfrutarla. O para que se me entienda mejor… esta película es como Golpe en la pequeña China, pero terrorífica.
John Carpenter nos mostró en esta película una gran capacidad de contar una historia de terror sin apenas mostrar, sugeriendo, sugestionando nuestras mentes hasta llegar a sentir tensión, miedo, angustia… Muy buena realización, decentes interpretaciones y un guión bastante más sólido que la mayoría de los filmes de este género en la última década. Muy recomendable.
Creo que es una buena película, pese a que el esperanzador comienzo vaya perdiendo sentido conforme avanza, haciéndose precipitada y predecible. Además, indudablemente han pasado los años y algunas de sus escenas carecen de frescura y hasta rozan el ridículo.
En esta película, terror y ciencia ficción se mezclan. Trata el tema del Diablo como realidad tangible: es extraterrestre, un humanoide alejado de lo estrictamente divino. Para ello, toma conceptos de cuántica para introducir la idea del tiempo franqueable mediante taquiones. También habla de lo microscópico, lo invisible, la psicokinesia, el planeta Tierra como organismo, las supernovas, del Universo y de todo lo demás . Muy ambicioso, pero hasta ahí correcto.
El problema surge cuando se presentan los personajes: aparece el gracioso, la mujer florero y los secundarios que sabes que van a morir e incluso en qué orden, fundamentalmente: todo el que no haya dicho un frase larga antes de la primera media hora, no durará otra media. Aquellos que no han dicho dos, tampoco seguirán vivos en la siguiente. Además, las teorías se suceden infalibles y espontáneas a lo largo de la primera hora. Todos las aceptan sin rechistar pero, pese a lo alarmante de las mismas, siguen haciendo vida normal. Todas estas teorías se basan en datos pero no parecen tener una traducción tangible, y las deducciones son cuando menos sorprendentes, deducciones que tampoco sirven para nada: al final, todo se resuelve con músculo.
Por otra parte, los cambios de raccord son constantes. La acción no da la impresión de ser simultánea prácticamente nunca. Es decir, un plano sucede a otro, y se retoma donde se dejó. Si un tipo levanta un hacha (p. ej.) y cambian de escenario para mostrar otra acción, cuando retomen la escena del hacha, el tipo seguirá exactamente igual que le dejaron, a punto de descargar el golpe. Esto sucede con tal frecuencia, que el ritmo se hunde y uno asiste a una sucesión de escenas vistas ya muchas veces. Sí mantiene el interés por la trama original a lo largo de la película, pero realmente no resuelve nada, no profundiza, y todo termina siendo demasiado improvisado. El final no es malo, pero es el final.
En fin, que podría haber sido muy buena. Al final, es interesante, entretenida, tiene algún buen momento, los actores no son malos y se agradece el intento. Y yo creo que es buena, pero entendería que no todo el mundo pensase así. Porque uno se pregunta ¿Qué ha sido del director que cinco años antes había hecho (sin desmerecer la de Christian Nyby) ese maravilloso remake de La Cosa ?.