El Potro: Lo mejor del amor
Sinopsis de la película
Rodrigo Bueno (Rodrigo Romero) siempre quiso cantar. Sus padres lo acompañan en su deseo, y Rodrigo ingresa en el ambiente de la música tropical como cantante romántico, donde su impacto es muy grande debido a su juventud, belleza y magnetismo. En el momento que comienza un ascenso en su carrera, lo sorprende la trágica muerte de su padre y se recluye junto a su familia en Córdoba. Durante ese período de duelo, Rodrigo comprenderá que la vida sigue y que lo más importante que tiene para salir adelante es la música, pero esta vez será la que él lleva en la sangre: el cuarteto. Vuelve a Buenos Aires y retoma su carrera como El Potro Cordobés. Como esos ídolos que se aman ciegamente por las pasiones que desatan, Rodrigo se enfrenta con todas sus contradicciones a medida que avanza con su personalidad y seducción haciendo bailar, cantar y vibrar a todo un país al ritmo de su música.
Detalles de la película
- Titulo Original: El Potro: Lo mejor del amor
- Año: 2018
- Duración: 122
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Opinión de la crítica
5
92 valoraciones en total
La historia se nota que está realizada con un bajo presupuesto, las actuaciones son flojas y muchas partes de su vida son omitidas o contadas por arriba. Se enfoca más en sus inicios en el cuarteto, la creación de algunos de sus hits, su relación con Patricia Pacheco, sus adicciones y sus excesos. Se pasa muy por encima su relación con Alejandra Romero (te muestran 1 escena solamente), ni se menciona la creación de La mano de Dios , éxito rotundo que tuvo trascendencia en su vida artística, y poco y nada de su accidente fatal. Lo más destacado es el parecido físico del protagonista y el vestuario de la época muy bien emulado. El relato lo considero atrapante, más aún para quienes admiramos su obra, pero como historia en sí tiene algunos puntos en el debe.
Después de ésta peli no te va a quedar nada del verdadero Rodrigo, ni siquiera su guión es fuerte, porque tampoco logran mostrar bien el salto a la fama, y cómo éste carismático personaje se ganó el corazón de la gente y fue evolucionando hasta convertirse en un ícono del cuarteto… una forma de decir cuarteto, porque la música de Rodrigo era el ‘pop’ del género cuartetero.
En ésta peli vas a encontrar a un pibe que hace cosplay del Potro, y que habla en cordobés como los negros de mierda que viven en la villa, nunca nadie de la producción escucharon hablar a Rodrigo, nacido en San Martín y en comparación a mi barrio donde viví casi toda mi vida, era más jodido que el de él, y no hablaba como un negro villero.
Después tenés personajes como el de Jimena Barón que aparece solo para que se la cojan y que se supone es Marixa Balli, y nada que ver. Florencia Peña hace de la madre del personaje de turno, en una representación lamentable de la vieja, que todo el mundo la conoce, se sabe que es una hija de puta (en el buen sentido), pero acá el personaje está totalmente desaprovechado.
Todos los demás no existen, los que zafan son el padre de Rodrigo, intepretado por Daniel Aráoz y el Oso (Fernán Mirás) que parece son los únicos que le pusieron pilas.
La peli falla en contar una historia, que tampoco fue la gran cosa la vida del tipo, pero falla, y el pibe protagonista, Rodrigo Romero, que del Potro no tiene nada, ni siquiera le pudieron teñir bien la cabeza, parece que le tiraron témpera porque ni presupuesto tenían para la tintura.
Esto no representa al Rodrigo que conoce la gente de ninguna manera: Un muchacho sobreactua gestos de manera impresentable con algo que parece una peluca barata, un relato que para tapar los baches del guion o aquello que no se puede contar incluye escenas de sexo.En síntesis: una historia que reduce el mito a una payasada plagada de clichés. Daniel Aráoz y Fernán Miras le dan el punto de excepción a algo que es mejor olvidar.
Voy a resumir la crítica en tres palabras, así después paso el resto de la crítica explicando el por qué: No me gusto. Quizá sea el hecho de que los que aportaron los recuerdos, en su gran mayoría, fueron la ex mujer y madre de su único hijo y el muchacho en cuestión que, lamentablemente, era un bebé cuando Bueno perdió la vida y dudo mucho que pueda dar un recuerdo objetivo sin estar empañado por opiniones ajenas, por mas injusto que suene esto.
Retomando, la película esta muy bien caracterizada por el ignoto actor, la simpatía y los ademanes de Rodrigo están a la orden del día durante los 120 minutos del largometraje, el problema es otro. Quizá sea el hecho de que uno tiende, por nostalgia, a idealizar el pasado pero yo no recuerdo a Rodrigo, al menos lo que uno conoció como espectador ignoto de él en cámara como un auténtico psicópata que vivía drogado con un severo problema de hipersexualidad, y así es como lo retrata la película.
El guión nos lo presenta como un joven de barrio con mucho talento y ambición para, de la nada, convertirlo en una versión cordobesa y cuartetera del Joker de Jared Leto. Un tipo violento, impredecible, maniático, agresivo, sádico, perverso y manipulador que pasa casi 60 minutos drogado. Y ese fue mi mayor problema. No vi en ningún momento al Rodrigo Bueno que quedó grabado en la retina de los ojos de miles de espectadores y por el cual, veinte años después de su muerte, sigue tan vigente su persona como su música al menos en el ámbito de la música popular.
Estéticamente, al film no le falta nada, esta dirigido por una directora que sabe lo que hace detrás de cámara y cada actor en pantalla brilla con luz propia sobre un film denso, oscuro y muy extraño. Quizá, al igual que ocurriese con la infame obra de The Doors dirigida por Oliver Stone, el problema no haya sido el director si no el que aportó información para realizar la biografía, no lo sé y probablemente nunca se sepa, al igual que con Morrison, hay versiones encontradas sobre el pasado.
En un club, el de los 27, con miembros tan ilustres como Robert Johnson, Brian Jones, Jim Morrison, Janis Joplin, Kurt Cobain, Amy Winehouse o la cantautora española Cecilia, el cantante de cuarteto argentino Rodrigo Bueno no es el más conocido en tan fatídica lista. Al menos en el resto del mundo. En el país charrúa es todo un ídolo. El Potro: Lo mejor del amor ha sido una cinta polémica desde el principio por las quejas de la familia de Bueno debido al retrato que la directora Lorena Muñoz hace de sus sombras, y especialmente de sus adicciones, pero lo que es la película en sí es sin duda notable.
Es emocionante (ver el final, o cuando Rodrigo habla por teléfono con su mujer y le ruega que le deje ver al hijo de ambos), es entretenida (a pesar de una duración un poco excesiva) y da una idea de quién fue Rodrigo a los espectadores que no lo conocieran previamente ya que, como decimos, no es una figura muy reconocida fuera de Argentina.
Notable biopic.
Lo mejor: Rodrigo Romero, fantástico (¿de verdad es un debutante?), y la emoción que desprende.
Lo peor: Es quizás un poco larga.