El paciente inglés
Sinopsis de la película
Finales de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Un hombre herido viaja en un convoy sanitario por una carretera italiana, pero su estado es tan grave que tiene que quedarse en un monasterio deshabitado y semiderruido, donde se encarga de cuidarlo Hana, una enfermera canadiense. Aunque su cuerpo está totalmente quemado a consecuencia de un accidente sufrido en África, tiene todavía ánimo para contarle a Hana la trágica historia de su vida.
Detalles de la película
- Titulo Original: The English Patient
- Año: 1996
- Duración: 162
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Opinión de la crítica
Película
7.1
59 valoraciones en total
Coincido con la opinión de que esta película será redescubierta y revalorizada algún día. A pesar de los oscars que ganó, parece que no ha adquirido el aura de otras producciones de este tipo. Tal vez porque ésta sea una producción atípica, una película que nace como clásico y que escapa a cualquier corriente de los 90, a medio camino entre la superproducción y el cine independiente. Para mí esta película representa una perfecta conjunción de fotografía, música, diseño de producción e interpretaciones, todo ello al servicio de un argumento que explota a la perfección las oportunidades dramáticas del contexto histórico, la segunda guerra mundial como escenario de relaciones desgarradas, como motor de personajes cuya carencia de afecto es sólo equiparable a la pasión con que viven los vestigios de amor que su vida les depara. Creo que es una película tremendamente poética y bella que consigue convencernos de esa historia apasionada y adúltera con final agridulce, y que consigue elevar y trascender los sentimientos que transmite sin grandes alardes ni efectismos. Posee escenas y metáforas inolvidables, además de resultar una bonita parábola sobre el paso del tiempo y lo cruel del destino, un carpe diem gigantesco. Una gran película, en resumen, que consigue emocionarme cada vez que la veo.
Sobrevolé las ocres dunas de África a bordo de una avioneta de un conde hacia la cueva de los nadadores, donde ella nos esperaba.
Amor mío, nos han abatido cuando tú estabas muerta y yo me muero en vida quemándome. Tengo arena en los ojos, quitármela, quitármela!.
Después de contemplar esta historia en todo su esplendor solo me queda abrir la nevera, degustar dos cucharadas de leche condensada, buscar un dedal para mi novia y hacerme dueño de ese hueco que tiene debajo del cuello y decirle: Tengo lágrimas en los ojos, quítamelas, quítamelas!.
Sí, impaciencia. Eso es lo que sentí en la butaca del cine viendo esta película. A pesar de que la historia tiene su interés, Minghella la hace lentísima. Y añade historias como la de la Binoche y el dinamitero sigh que francamente me la suda.
En cuanto a la historia de Fiennes y Scott Thomas, he de darle en parte la razón al amigo Txarly (¡saludos!) sobre el egoismo del sujeto (traidor para más señas) y lo de retratar al marido como un espantajo. Que la compare con Memorias de África me parece correcto (aunque ésta última sí que es insufrible de verdad). Pero compararla con Casablanca es… ¡sacrilegio! jajaja. Bogart también es egoista vale, pero se da cuenta de ello y por eso renuncia. Y el marido en Casablanca es un héroe y no un espantajo.
De todas formas, y a pesar de su lentitud y mala dirección, la película es estimable por su fotografía y algunos pasajes. Y que quieren que les diga, a mi cuando hay escenas de desierto bien fotografiadas quedo flipado. Quizá porque recuerdo cuando era un niño y vi Lawrence de Arabia: no entendí nada a esa temprana edad pero quedé fascinado por el desierto.
No es una película normal ésta. Creo que todos cuantos la elaboraron estaban en un estado de gracia cuando la hicieron que cada vez que la contemplo me transporta a mi cielo particular. Actores que bordan sus personajes, fotógrafo que resalta lo bonito que es el desierto, o Italia, cuando se ve con esos ojos, guionista que teje cada palabra para que el director nos la transmita con absoluta maestría. Es cine que no es séptimo arte sino el primero de todas las artes habidas y por haber. Visiones, sueños perfectamente conjugados con hermosas palabras y suave, vibrante y romántica música. Pasiones bajas que llevan a pasiones sublimes. Un avión sobrevolando las dunas. Amores trágicos y amores felices. Maravillosa película que algún día será clásica. Todo lo que escriba es poco y no hace justicia a lo que se siente cuando se contempla.
Mucha gente considera a esta película como lenta, aburrida y un tanto absurda, y tal vez para tratarse de una producción americana lo sea, pero para ser una película romántica y dramática no. La lentitud de la cinta nos hace disfrutar y comprender cada escena, sus guiones (que a veces sobrapasan lo poético) nos trasladan a una época dura, de guerra y de pocas esperanzas donde una bella y apasionada historia de amor consigue dejar a la guerra en un segundo plano y que nos centremos en ese amor loco e imposible. Sus paisejes ( de la hermosa África y sus enormes desiertos) son un aliciente más para este relato de amor entre una dama británica y un conde húngaro.
A parte del amor entre la Scott Thomas y el Fiennes la película nos deja ver muchas cosas más. Otro amor imposible entre Juliette Binoche y Naveen Andrews, es decir, entre una enfermera que se desvive por su paciente inglés y un árabe que vive por amar a un hombre. También somos testigos de hasta que punto puede llegar la traición, como lo podemos dejar todo y a todos por un amor que sabemos que nunca será nuestro. Puede que sea demasiado romántica pero también es demasiado humana y emotiva con escenas tan bellas que consiguen que nos olvidemos de lo malo del film.
En cuanto a las interpretaciones, ninguna pega. Ralph Fiennes interpreta el papel que mejor le va (el hombre atormentado y locamente enamorado de una mujer a la que nunca podrá tener) sin duda la mejor interpretación de su año y de muchos. Kristin Scott Thomas, como la dama británica que ama al conde, realiza el mejor papel de su vida igual que Binoche quien da vida a la dulce enfermera Hana. Destacar también la BSO y la fotografía que ayudan a que la película se convierta en poesía filmada.