El nido
Sinopsis de la película
La aburrida vida en un pueblo de Salamanca de Don Alejandro, un antiguo director de orquesta viudo, escéptico y solitario, da un vuelco cuando conoce a Goyita, una niña de trece años inteligente, imaginativa y sensible. Se trata de un amor platónico, pero que no obstante incomoda a algunos vecinos influyentes.
Detalles de la película
- Titulo Original: El nido
- Año: 1980
- Duración: 107
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Opinión de la crítica
Película
7.2
56 valoraciones en total
Sin duda, Jaime de Armiñán merece gran admiración como director. Con películas como Mi querida señorita , El nido o Mi general , ha demostrado ser un valiente analizador que sabe tocar, desarrollar y comprender temas humanos muy delicados y cortantes, y hacerlo con lúcida profundidad y tolerancia psicológica frente a la opinión de la gente común y corriente que sólo los contemplan superficial, incomprensiva, ceporra, descalificadora y satanizadoramente.
Muy buena historia de Jaime de Armiñan donde se resalta de manera preciosa y trascendente el romance entre un hombre maduro y una niña de trece años.
El guión deja claro que es la niña la que seduce al hombre mayor, como suele pasar casi siempre con la Lolita de ficción o la real de carne y hueso: ella empieza poniéndole señales o reclamos para que él los vaya siguiendo y le conduzcan al hecho de quedar prendado.
Para quien aún no se haya enterado, El nido es de las mejores historias que se han llevado a las pantallas del cine español, estando a la altura de películas como El Sur , Calle Mayor o El crimen de Cuenca . Es una singular y espléndida obra de arte.
En los años de la Transición Española se ruedan por vez primera una serie de temas conflictivos que nuestro cine aborda debido a la apertura política del momento, que permite un lúcido acercamiento hacia temas hasta entonces prohibidos por la censura franquista.
En este clima de nuevas libertades, sobresale esta joya, injustamente olvidada entre tanta hojarasca actual, y que fue nominada al Óscar en lengua no inglesa.
En su quizás mejor película, el controvertido Jaime de Armiñán nos narra una conmovedora y bellísima historia de amor entre un viudo solitario, escéptico y melómano, y una niña ya en el umbral de la adolescencia, a los que une su pasión por la ornitología y la rebeldía ante un entorno hostil en un pequeño pueblecito castellano. Con un ritmo sosegado, unas interpretaciones magníficas de Héctor Alterio y Ana Torrent, y una luminosa fotografía casi pictórica del gran Teo Escamilla, el film destila grandes dosis de sensibilidad poética acordes con el sutil y elegante tratamiento de tan singular romance. Obra maestra a redescubrir por los amantes del cine español de la época.
Jaime de Armiñan es un director con un universo complejo, un universo personal. En la década de los ´70, es cuando con la caída del Régimen puede realizar su cine, dirigiendo las obras más personales de su carrera: Stico, Mi querida señorita y la que nos ocupa, El nido.
El nido, es una historia de amor contada desde la libertad. Un hombre viudo (Hector Alterio más que creíble) y más allá de la madurez se enamora perdidamente de una niña, una púber que lo cautiva (Ana Torrent). Una niña que tiene el poder de hechizar a este hombre que creía que ya lo había visto todo en su vida y que la presencia desatada de la joven le hace ver un mundo de sentimientos que jamás había conocido.
Ambos vivirán esta relación especial, aunque casta en lo carnal, erizada en lo sentimental, con libertad en un contexto cerrado y culpatorio como es un pueblo de provincias.
Armiñán compone en este filme dos personajes contradictorios, singulares, y abocados a unos sentimientos que los arrastran. La niña, con la inquietante moralidad y crueldad de su edad y él, lúcidamente enloquecido por todo lo que ella representa. Es el mejor hallazgo de la obra, sus personajes.
Nominada al Oscar a la mejor película extranjera, El nido es una de las más sólidas y atractivas, a la vez que mejores, obras de Jaime de Armiñán, que se centra en la historia del amor imposible entre un maduro viudo algo estrafalario (magnífico Héctor Alterio) y una niña vecina del pueblo (una más que correcta Ana Torrent). Envuelta en el entorno rural y provinciano, tiene constantes del cine de su autor como el peso de las tradiciones y la represión, la soledad y el inexorable, plomizo, paso del tiempo, y el reto, la aventura quijotesca y quimérica de los amores, de las misiones imposibles. A la vez, se advierte una considerable capacidad simbólica y metafórica que remiten al mejor Saura pero desde una perspectiva propia, por lo que El nido es una de las mejores películas españolas de su época.
Soberbia película de Jaime de Armiñán, que aborda en ella dos de los temas universales de la realidad humana: primeramente, el amor prohibido. En efecto, es este tipo de relación la que a ojos de la sociedad circundante (un pueblo salmantino), establecen Alejandro, un hombre maduro, cercano ya a la vejez, y Gregoria ( Goyita ), una adolescente de trece años. Sin embargo, desde la perspectiva de ellos, lo que la película muestra es el surgimiento del primer amor, circunstancia obvia en el caso de Gregoria, y no tanto, pero a la postre igualmente cierta, en el de Alejandro.
El filme realiza un profundo retrato de los dos protagonistas, resultando especialmente interesante la concepción del personaje magistralmente interpretado por Alterio, Alejandro es un viudo solitario y huraño, con buena posición económica, amante de la música clásica (tal vez un director de orquesta retirado), que sólo encuentra placer y consuelo en pequeños placeres individuales, como las partidas de ajedrez a distancia, montar a caballo, y en las ocasionales y punzantes charlas que mantiene con su único amigo, el cura Don Eladio (Luis Politti). Y en medio de esa rutina anodina, inadvertidamente, y por medio de furtivas notas diseminadas por el bosque, va a hacer su aparición Gregoria (Ana Torrent, en su mejor papel), una jovencita decidida y posesiva, que enamorará perdidamente a Alejandro. Este, pese a haber estado casado, experimenta sensaciones enteramente nuevas, vive por primera vez (según confiesa a Eladio), y actúa con la entrega y la ceguera características del primer amor, mientras que ella, aunque desde una posición de poder, desarrolla idénticos sentimientos.
Pero como ya he dicho, este primer amor es también un amor prohibido, y por tanto imposible, pues nadie, salvo Don Eladio, alcanza a entender que pueda surgir una relación así entre un adulto y una muchacha, y que dicha relación sea tan hermosa, sincera y pura como la que aquí se establece. Esto propicia que el argumento del filme, en su tramo final (véase el spoiler), opte por una solución determinada, de gran romanticismo, que es lo que menos me convence de la cinta, sin que ello haga decrecer mi aprecio por la misma.
La película cuenta con un magnífico guión, del propio Armiñán, que brilla especialmente en las conversaciones sostenidas por Alejandro y Don Eladio, irónicas y divertidas, reflejo de una sincera amistad. Tiene también una apreciable fotografía en exteriores, que aprovecha eficazmente el atractivo de las localizaciones, situadas en las sierras salmantinas. Por último, la realización de Armiñán resulta muy atractiva en secuencias como las del bosque o la del último encuentro entre los dos enamorados, casi una dramática revisión de la historia de Romeo y Julieta.