El mundo según Barney
Sinopsis de la película
Narra la historia de un hombre aparentemente corriente, con una vida extraordinaria, llena de buenos y malos momentos. Barney Panofsky (Paul Giamatti), un viejo productor de televisión, aficionado a la bebida y fanático del hockey, empieza a recordar su vida cuando su peor enemigo publica un libro, en el que habla de un espinoso episodio de su pasado: la misteriosa desaparición de Boggie, su mejor amigo, posiblemente un asesinato del que Barney sigue siendo el principal sospechoso.
Detalles de la película
- Titulo Original: Barneys Version
- Año: 2010
- Duración: 129
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Opinión de la crítica
Película
6.7
97 valoraciones en total
A pesar de las expectativas (el título, su slogan – La verdad sobre su vida depende de quien la cuente – y su sinopsis, hacen hincapié en la cuestión del punto de vista del relato sobre la vida – y mujeres – de este hombre), y a pesar de la supuesta complejidad narrativa del material que maneja, el film de Richard J. Lewis adolece de una visión más poliédrica sobre el tal Barney. En su epidermis, no es más que un relato lineal de la vida de un hombre que se casó con tres mujeres, tuvo dos hijos, y que, como diría Joaquín Sabina, quiso más a la que más le quiso. Ni siquiera queda claro que la (única) voz del relato sea la de Barney (en la adaptación se descartó la voz en off, aunque en la novela Barney relata su vida).
La supuesta complejidad de la novela de Mordecai Richler se traslada al celuloide resumiendo personajes e incluso fusionando otros, y otorgando casi todo el protagonismo a la linea narrativa de las relaciones sentimentales y maritales de Barney. Fruto de ello, es el retrato caricaturesco de las dos primeras esposas de Barney, o el hecho de que las subtramas no acaban de encajar del todo: su ascensión profesional hasta llegar a convertirse en productor de series de televisión o la trama policial-criminal, tan desdibujada como el personaje del detective O’Hearne, quien está convencido de que Barney mató a su mejor amigo, Boggie (Scott Speedman), y ha escrito un libro en el que le inculpa directamente. Incluso la intensa relación de Barney con Boggie resulta a veces rocambolesca y poco verosímil.
Por otro lado, nos encontramos con un film tremendamente heterogéneo, algunos dirían que tramposo, ya que empieza como comedia de trazo algo grueso y acaba como drama lacrimógeno. Posiblemente, lo más interesante esté en algún punto intermedio de esa transición.
El primer acto corresponde a la historia de Barney con su primera esposa Clara. El arranque de la historia es demasiado atropellado, y el tono y las situaciones son algo caricaturescos, mezclados con cierto sabor agridulce, que completa un arranque ciertamente extraño y poco verosímil. Para colmo, este primer acto (su breve matrimonio con Clara, en Italia) aporta poco o nada a la historia.
Luego viene su segunda esposa, la segunda Sra. P (Minnie Driver) y el tono se endereza hacia la comedia de enredo más arquetípica. Las situaciones siguen siendo caricaturescas, como lo es el hecho de casarse con la mujer equivocada y enamorarse de otra el mismo día de la boda, o el choque de contextos que se produce entre la naturalidad del padre de Barney, Izzy (un entrañable Dustin Hoffman), y la estirada familia de la novia. Pero al menos, durante este pasaje, el film parece corregir la irregularidad inicial.
Tres matrimonios con sus correspondientes fracasos, y la desaparición de su amigo Bernard Boogie Moscovitch, con su secuela detectivesca y legal, sirven de esqueleto a una trama que oscila entre lo cómico, lo romántico y lo conmovedor.
El mundo según Barney es la historia de un hombre aparentemente corriente que tiene una vida extraordinaria. La razón por la que Barney debe contarnos su historia, o al menos su versión, es que su peor enemigo acaba de publicar un libro revelador que saca a relucir los capítulos más comprometedores del pasado de Barney. Dado que su memoria empieza a fallar, y debido a su pasión por la borrachera, Barney nos lleva con paso inseguro por el camino de los recuerdos, no sólo para explicar su vida a los demás, sino para explicársela a sí mismo.
Nos habla de sus tres matrimonios. Su primera mujer, Clara (Rachelle Lefevre),era una bella pelirroja descaradamente infiel y de espíritu libre con la que Barney descubre la vida bohemia en Roma. Después de regresar a Montreal, conoce a la segunda (Minnie Driver), una rica princesa judía que compra y habla sin cesar. Luego llegó Miriam (Rosamund Pike), una belleza etérea con una voz melodiosa y una paciencia admirable, su tercera esposa y único gran amor.
Barney es una persona egocéntrica, algo egoísta, que no está cuando su mujer realmente le necesita, casi un alcohólico y además propenso a cometer errores graves. Con semejante lista de cuestionables cualidades, la composición de un personaje como este puede resultar en alguien realmente detestable, ocultando las sus virtudes que también posee. Pero es que es imposible no perdonar a alguien tan inteligente, divertido y consciente como Barney.
Con ironía y gran sensibilidad, el director Richard J. Lewis adapta la conocida novela de Mordecai Richler logrando un filme completo en múltiples aspectos. Es ameno, entretenido y divertido, a la vez que sensible y humano. Una buena lección de que la etiqueta de comedia puede contener películas mucho más interesantes de lo que a veces llena la cartelera.
La película El mundo según Barney, coproducción italiana y canadiense, fue dirigida por Richard Lewis, quien trabajó en la afamada serie policial estadounidense C.S.I.
Este largometraje combina drama y comedia y está protagonizado por Paul Giamatti, quien ganó el Globo de Oro como mejor actor por su magnífica participación en esta película, ya que interpreta al personaje principal de la historia con una gran complejidad emocional.
En el reparto también podemos encontrar figuras de primerísimo nivel como Dustin Hoffman y Rosamund Pike, que interpretan respectivamente al padre y al amor de la vida de Barney.
El largometraje cuenta la historia de un hombre aparentemente corriente, pero está narrada con tal fuerza e intensidad y con tanta intensidad, que no puede pasar desapercibida, ya que proporciona un espectáculo memorable.
El relato de Barney Panofsky recorre la historia de su caótica vida durante más de cuarenta años, y nos lleva hacia los momentos buenos y malos de esta existencia: Barney es un viejo productor de televisión, aficionado a la bebida y al cigarrillo, y fanático del hockey, que se ha casado en tres oportunidades, tiene un padre extravagante y un mejor amigo encantador.
La razón por la que Barney debe contarnos su historia, o al menos su versión, es porque su peor enemigo acaba de publicar un libro que saca a relucir los capítulos más comprometedores de su pasado: los turbios acuerdos empresariales que lo llevaron al éxito, los tres matrimonios que han llegado a su fin, y la misteriosa desaparición de Boggie, su mejor amigo, un posible asesinato del que sigue siendo el principal sospechoso. Dado que su memoria empieza a fallar, y tiene la mala costumbre de emborracharse hasta perder el sentido, Barney nos lleva con paso inseguro por el camino de los recuerdos, no sólo para explicar su vida a los demás, sino para explicársela a sí mismo.
Esta película tiene una duración de 132 minutos, es decir, más de dos horas. Sin embargo, se hace sumamente amena, llevadera y entretenida, el paso del tiempo no resulta tedioso en ningún momento, sino todo lo contrario. El mundo según Barney triunfa por sus matices, ya que relata una historia de vida, con sus característicos tintes agridulces, con tantos momentos enternecedores como risueños y de suspenso.
Mi puntaje para El mundo según Barney es de 8 puntos. Muy recomendable.
Ese hombrecillo regordete y poco agraciado, bastante indicado para las comedias hace en El mundo según Barney posiblemente uno de los grandes trabajos de toda su carrera. Logra una composición de un personaje al que es imposible no coger cariño, y eso se nota cuando llegan los créditos. La cinta es la historia de una vida, como tantas, llena de aciertos y equivocaciones, de júbilos y tristezas, donde Barney es retratado en compañía de sus amigos (Speedman) de su impredecible y estupendo padre (Hoffman en un trabajo sobresaliente) y de las mujeres que pasan por su vida (una deliciosa Rosamund Pike).
A modo de flashback se nos relata la historia de la vida de este personaje, a veces divertido, a veces taciturno, con evidente pasión por la bebida y no pocas dudas en su vida amorosa. De las tres mujeres que pasan por la vicaría con él y la única a la que realmente amó (Pilke) pasando por la relación con sus hijos y con su chispeante progenitor, del cual ojalá hubiese más apariciones a lo largo del film, ya que Hoffman se luce como pocos.
Richard J. Lewis pasará de la comedia al drama con una sutileza destacable en el último tramo de la cinta, donde el personaje que compone Giamatti sufrirá diversos reveses que marcarán el otoño de su vida y a nosotros irremediablemente nos asomará la lágrima. Y es que para entonces habremos reído y sufrido con Barney sin apenas habernos dado cuenta, y es ahí donde reside el colosal potencial del que hace gala el actor y merecidamente es reconocida su interpretación por los medios.
En resumen, la historia de una vida no exenta de baches y sorpresas, interpretada por un Paul Giamatti que brilla con luz propia y acompañado de un secundario de lujo como es el veterano Dustin Hoffman. Totalmente recomendable a pesar de que no todas las diversas tramas que se nos cuentan encajen igual de bien, y de una duración quizá algo excesiva, porque finalmente la vida de Barney y su manera de ver el mundo resulta interesante y merece nuestra atención.
Extraordinario retrato de un iluso ególatra, magníficamente interpretado por Paul Giamatti. Si, es cierto que hay momentos durante el film que detestas al personaje por su incapacidad para encauzar una vida más que interesante, pero también es cierto que en otros, llega hasta el punto de que acabarías por tener empatía con él!!Y eso lo consigue Giamatti con una colosal interpretación (incluso superior a la de Entre copas ), magníficamente secundado por una espléndida Rosamund Pike y por un Dustin Hoffman realmente tierno y divertido.A pesar de su duración, logra mantenerte siempre expectante gracias a un más que interesante guión y una cuidada realización. Ah, y que grande es Leonard Cohen…