El milagro del Padre Stu
Sinopsis de la película
Drama biográfico sobre Stuart Long, un boxeador convertido en sacerdote que inspiró a innumerables personas durante su viaje desde la autodestrucción hasta la redención. Cuando una lesión pone fin a su carrera como boxeador amateur, Stuart Long se muda a Los Ángeles soñando con ser actor. Allí conoce a Carmen, una maestra de escuela dominical católica que parece inmune a sus encantos. Decidido a conquistarla, el agnóstico de toda la vida comienza a ir a la iglesia para impresionarla, y así comienza un proceso en el que se plantea si puede reconducir su vida ayudando a otros a encontrar su camino.
Detalles de la película
- Titulo Original: Father Stu
- Año: 2022
- Duración: 124
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Opinión de la crítica
6.1
59 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Aaron Moten
- Alain Uy
- Annet Mahendru
- Annie Lee
- Betsy Moore
- Bo Cleary
- Carlos Leal
- Chiquita Fuller
- Cody Fern
- Danielle K. Golden
- Faith Jefferies
- Jacki Weaver
- Jose J Santana
- Larry Bagby
- Malcolm McDowell
- Mark Casimir Dyniewicz
- Mark Wahlberg
- Mathew Trent Hunnicutt
- Mel Gibson
- Michael Fairman
- Molly Baker
- Ned Bellamy
- Niko Nicotera
- Orion McCabe
- Pablo Ramos
- Ronnie Gene Blevins
- Skip Howland
- Tenz McCall
- Teresa Ruiz
- Winter Ave Zoli
La estrella protagonista de la saga Transformers, tranforma su cine, y con la ayuda de la directora Rosalind Ross y el resto del reparto, en el que destaca Mel Gibson, consigue una notable producción sobre la invisible fuerza de la conversión humana.
Inspirada en hechos reales, la película es a la vez un tributo al padre Stu, y sobre todo, un llamamiento a la redención. Es este un tema universal ya visto en obras maestras recientes como Gran Torino, y aunque en este caso creo que no se alcanzan las elevadísimas cotas de talento formal que en la pieza de Clint Eastwood, el fervor y convicción con que se trata el tema resulta igualmente inspirador.
Las interpretaciones, en general, colaboran de manera decisiva a ello, no solo Wahlberg y Gibson, sino el resto del reparto, y la realización, sin ser genial como hemos dicho, es más que correcta en todo momento, con algunas escenas brillantes desde el punto de vista visual (*ver spoiler).
Los valores que transmite la película me parecen intachabes, fruto de un profundo análisis teológico. Sin embargo, en alguna ocasión parecen metidos de forma demasiado explícita, quizá se abusa en ocasiones del recurso de verbalizar de manera directa cierto contenido temático, para tratarse de una obra audiovisual.
Y es cierto, no estamos ante Ordet, ese film es un milagro nunca mejor dicho, pero sí nos encontramos ante una estupenda película, con una motivación sincera, y bien realizada. Una película digna de verse, disfrutable, y de las pocas que hoy día quedan en las que al salir de la sala, sientes que ha contribuido a enriquecer tu espíritu. No toda película sobre la fe ha de ser una memorable lección de cine para ser una película válida. Si aplicamos ese filtro al resto de panfletos o producciones de serie actuales, nos quedamos sin cine.
Por último, no voy a decir aquello de es una película interesante tanto para creyentes como no creyentes , del mismo modo que con El padrino, por citar un ejemplo, no digo es una película interesante tanto para mafiosos como para no mafiosos .
Altamente recomendable y celebrable este tipo de producciones.
Se trata de una película de temática religiosa y más en concreto católica. Ante lo cual y a priori la mayoría de las críticas que podamos leer sobre ella no tendrán piedad y desconsiderarán el filme lo más posible, pues al parecer el catolicismo es la única religión del mundo (y encima con dos milenios de antigüedad) que la generalidad de librepensadores, liberales, progres, ateos, post-religiosos y amilanados de toda clase de pelaje, se atreven a atacar, despreciar y perseguir con saña.
Entonces, yo proclamo que este filme es muy estimable e imantador, argumentando como argumenta la vida de un hombre real anti religioso (hijo de padres descreídos, medularmente poco ejemplares e intrascendentes), quien por conquistar a una mujer catequista de la que se enamora, consiente en pasar por ciertos aros de religamiento como son el asistir a catequesis y ser bautizado en la Iglesia Católica, con tal de que ella lo acepte como novio. Y la cosa no para ahí, sino que la transformación de él irá a más.
Todo ello, resulta sobresaliente y digno de atención vista la destrucción casi total de las más mínimas nociones morales-religiosas dentro de las familias o la clase de religión católica en las escuelas de hoy en día, hasta el punto que en las sociedades «civilizadas-demócratas» se ha llegado casi a la desaparición cultural de Dios y de la teología tomista.
Pero, como Dios ES y la presencia cultural de Dios es la base imprescindible para que sea posible la experiencia de su presencia sapiencial (y esto ningún negado o negador puede evitarlo), por más que culturalmente a Dios lo hayan convertido en un «extraño en nuestra sociedad», antes o después, de una manera o de otra, necesaria y sapiencialmente Dios muestra su gracia, su insuperable fuerza espiritual y transformadora sobre lo más resistente e insospechado. Así lo vemos en esta película, siendo testigos de una conversión muy difícil e inesperada de un hombre golpeador y golpeado, Stuart Long, que llega a aguarle la fiesta a sus progenitores y, lo más sorprendente, a la misma cautivadora que lo atrajo a su religión.
Aunque sólo fuera porque el filme nos señala la evidente analfabetización cultural de los ciudadanos de las «democracias progres», ya resulta relevante y espabilador. Porque el analfabetismo religioso en Occidente es bestial e irreparable (sobre todo en Norteamérica y Europa, con la excepción de Rusia, que desde inicios del siglo XXI sí ha logrado repararlo).
Fej Delvahe
Esta película es una joya religiosa.
Pero, ojo al dato: puede ser calificada de insulso drama por quien ha renegado de su verdadera condición trascendente y ya no tiene seso espiritual. Porque para un típico desalmado del presente desalmado, la historia de un hombre que se transmuta de perdido en encontrado, de despadradado en regresado al hogar paterno (como la parábola del Hijo Pródigo), algo tan sustancial, tan profundo y tan milagroso le parecerá «insulso», en cambio, si el argumento cinematográfico trata de un hombre que se transmuta en mujer, que cambia de macho a hembra o viceversa sometiéndose a una operación del burraco negocio farmamédico, ¡ahhh!, entonces seguro que eso lo ve como un tema súper guay, de oscar, oso de oro o mejor aún: gran concha de plata («la concha tu…»).
A parte de la historia en sí, mi reconocimiento a la productora, Palm Drive Productions, por apostar por productos cinematográficos de valores católicos, que siempre serán mejores y con más enjundia de verdad y vida que los siniestros productos masónicos repartidos en demasía hastiante.
Rosalind Ross prueba suerte en la gran pantalla con un film biográfico de Stuart Long, un boxeador retirado que acabó convirtiéndose en sacerdote.
Aun siendo su ópera prima, la dirección e interpretaciones del reparto son remarcables. El relato flojea debido a ciertos vacíos dramáticos, pero los ya veteranos Mark Wahlberg y Mel Gibson sostienen sus roles con mucha fuerza y hacen del largometraje una experiencia divertida.
A grandes rasgos, la historia fluye con considerable facilidad, aunque algunas partes son predecibles. A pesar de que la trama está basada en hechos reales de la vida de Long, la sucesión de escenas tiene un ritmo demasiado irregular, que aburre y emociona a la audiencia a partes iguales.
En general, El milagro del padre Stu resulta amena y entrañable. Como espectadores, entablamos una relación cercana con el personaje de Wahlberg desde el principio y, aunque su estructura es desigual y se podría reducir el tiempo de metraje, su conjunto resulta interesante y entretenido.
http://www.contraste.info
Se trata de un drama biográfico que engancha de principio a fin, que puede interesar a todos los públicos y en especial al sector católico.
He experimentado una mezcla de emociones con ella: he llorado de risa con algunas expresiones del protagonista, me he emocionado, he sentido compasión, tristeza, alegría.
La interpretación de Mark Wahlberg resulta magistral, para mí un serio candidato ganador a los Óscar 2022, y no solo por su espectacular cambio físico. También la actuación de Mel Gibson, con una impresionante expresión facial controlada al milímetro.
Aparte, la banda sonora es una delicia, con una buena selección de música country. El doblaje es bastante bueno también.
Reconforta saber que todavía existen películas en el cine por las que merece la pena sentarse dos horas, que pretenden transmitir un mensaje claro, contar una historia con naturalidad, sin pretensiones, pero con un gran producto final. La recomiendo.