El método
Sinopsis de la película
Siete aspirantes a un puesto ejecutivo se presentan a la prueba de selección de personal de una empresa multinacional, situada en un rascacielos de Madrid. Sus personalidades son de lo más dispar: el triunfador, el agresivo, la mujer insegura, el crítico, el indeciso. En un clima de tensa competitividad, el miedo y las dudas se irán apoderando de los participantes, que caen en un estado de paranoia tal que llegan a sospechar que están siendo observados por cámaras o que, entre ellos, puede haber un psicólogo infiltrado que ya los está evaluando. Esta atmósfera claustrofóbica pone de manifiesto la falta de escrúpulos de los aspirantes.
Detalles de la película
- Titulo Original: El método aka
- Año: 2005
- Duración: 112
Opciones de descarga disponibles
Si lo deseas puedes obtener una copia la película en formato HD y 4K. A continuación te citamos un listado de posibilidades de descarga directa activas:
Opinión de la crítica
6.9
59 valoraciones en total
La pelicula no está mal. Hay algunas escenas escalofriantes, desde luego. Al borde del terror, a mi modo de entender, y en el mejor sentido de la palabra. Deberían crear un nuevo género: El terror laboral. Lo de esta entrevista de aptitud se me hacía difícil de creer (creo que teniendo ya un buen puesto no hubiera tolerado hacer yo el trabajo del departamento de RRHH de una empresa de estas características…) pero luego me comentaron que no es tan increíble como parece, y que de hecho la entrevista de El Método no está tan alejada de la realidad. Como mínimo, terrorífico, ¿no?
Algunos actores, sobre 10. Otros, bajo cero (la gélida Nimri y el pasmado Noriega: muy guapos los dos, es lo mejor que puedo decir… y eso que casi que tienen las mejores frases de la peli.) El resto de los actores, Alterio, Gómez, sobretodo Eduard Fernández… están estupendos, te da rabia de que algunos los disfrutes tan poco.
Por degracia el final es bastante decepcionante, sospecho que en la obra de teatro es más coherente. Y hay muchas escenas que salta a la vista que son para alargar el metraje y sobran descaradamente.
En fin, en resumen, la pelicula funciona a base de picos: algunos momentos rozando la genialidad, otros aburridos y absurdos. Al final, este desbarajuste no mantiene el nivel que creo que se merece una historia tan buena.
Gracias Eduard Fernández. Gracias por ser tan grande. Gracias por tomarte la profesión tan en serio. Gracias por construir el personaje con el cuerpo. Gracias por no tomarle el pelo al público. Gracias por escoger personajes con dignidad. Gracias por enseñarme a admirarte. No se me da muy bien admirar y menos aplaudir con fervor pero contigo un no puede hacer otra cosa. De verdad, gracias.
Tras unos intensísimos primeros treinta minutos, la trama continúa con altibajos. Lo que comienza como una misteriosa entrevista que saca a la luz el instinto depredador de los aspirantes, termina siendo un más difícil todavía, una búsqueda de la sorpresa a toda costa, una peligrosa incursión en un mundo ilógico cuyas pruebas serían de escasa utilidad en el real. Aunque esta parte sigue siendo interesante por impredecible, escenas como la de los aseos, la de la pelota o el final me parecen demasiado exageradas, y la búsqueda continua de la tensión termina cansándome un poco, termina por curarme de espanto . Además, en muchos momentos se me ocurrían respuestas más ácidas que las que dan los protagonistas, vamos, que no es uno de esos guiones que me parecen perfectos, de los que no tocaría ni una coma.
En cuanto a los actores, habría que destacar a Ernesto Alterio (el mejor, o, por lo menos, el que más me hizo reír), Carmelo Gómez, Eduard Fernández y Pablo Echarri. Eduardo Noriega, Natalia Verbeke y Najwa Nimri, sin hacer malos trabajos y yéndoles sus papeles, están un escalón por debajo. La Ozores está en el punto medio entre ambos grupos.
Cada día que pasa se revaloriza el trabajo que hicieron Lumet y Rose en Doce hombres sin piedad contando únicamente con una docena de actores y una habitación.
Cuando eramos niños recibíamos en las escuelas públicas clases de religión católico-cristiana. Su método, muy descalificado en la actualidad, era primordialmente que la salvación y el triunfo en la vida se consiguen siendo misericordiosos, teniendo compasión con el prójimo. Ahora, en esta sociedad tan correcta y civilizada, el método que se nos enseña, impone y ánima a todos los niveles, es que hay que ser lo más inmisericordes, desalmados, japutas de dientes afilados y cabrones de cuernos retorcidos, posible —por aquí, aunque ciñéndose a la vida empresarial, va la magistral lección crítica que aporta esta película—.
La misericordia, la compasión, la moral o la ética no venden, y como no venden todo está socialmente encausado a que las marginemos como irrelevantes, como no prioritarias en nuestra existencia, si lo que queremos es ser ganadores —en el desarrollo del film, el primer competidor que es expulsado por los propios compañeros y la empresa, es precisamente aquel que deja ver en su curriculum vitae que ha sido un hombre moral y ético—. Este es más o menos el método Gronhölm con el que nos educan por todos lados hoy en día, para ser personas competentes, ganadoras, exitosas, triunfadoras y para alcanzar la salvación.
Esta película merece un reconocimiento de atención en este sentido: como abridora de ojos, como intento de reflexionar en el método que se nos impones y nos está convirtiendo en gente sin compasión, sin alma, con tal de obtener éxito, ganar o llegar lejor, muy lejos. Luego, conforme pasan los años, el que tuvo que mamar y dar a probar al prójimo tanta mala leche, en el intento de salvar su propio pellejo, quizás se dé cuenta de que sí llego lejos: tan lejos como hasta la vuelta de la esquina, de la infelicidad, de la asquerosidad y de la náusea vital.
Fej Delvahe
Nos encontramos ante una película diferente. Prácticamente toda la trama transcurre en una sala de una empresa, donde varios candidatos a un puesto de trabajo luchan por él, reaccionando de diversas maneras a las pruebas a las cuales son sometidos.
La película engancha por la variedad de personajes, y hace que te identifiques con casi todos ellos en algún momento del metraje, y que te pongas en su lugar, teniendo de este modo una parte interactiva muy interesante. El casting es perfecto, con unos actores escogidos a conciencia basándose en las personalidades de los aspirantes, y todos están extraordinarios, destacando Eduard Fernández, Pablo Echarri y Ernesto Alterio, al que el papel de chico inseguro le viene estupendamente, protagonizando los diálogos más divertidos.
Quizá el final sea un poco confuso y rebaje un tanto la calidad del film, pero está totalmente compensado con una primera hora sencillamente maravillosa, que mantiene en tensión con un guión ágil, real, crudo, ingenioso, con giros y que estimula al espectador haciendo pensar en las distintas actitudes observadas en pantalla.
Por ello es importante señalar también que la película tiene muchos análisis posibles además de los puramente cinematográficos, sean filosóficos o psicológicos, que la enriquecen aún más.
Imprescindible.