El maníaco invisible
Sinopsis de la película
Un científico trata de presentar su teoría de la invisibilidad de la cual estuvo trabajando durante mucho tiempo, sus compañeros se burlan de su teoría y en un ataque desenfrenado de furia les mata. Lo encierran en un centro mental, pero logra huir y llevando a cabo su teoría logra hacerse invisible, pero sus ansias de matar crecen.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Invisible Maniac
- Año: 1990
- Duración: 86
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Opinión de la crítica
Película
3.3
47 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Amin Faruqi
- Anthony Markwell
- Barbara Dow
- Cindy Ferda
- Claudette Rains
- Clement von Franckenstein
- Dana Bentley
- Debra Lamb
- Diana Levitt
- Donald C. Llorens
- Elizabeth Sokol
- Eric Champnella
- Gail Lyon
- Harold Sokol
- James Jannett
- Jason Logan
- Kalei Shallabarger
- Kevin Shannon
- Kris Russell
- Marilyn Adams
- Matt Devlen
- Melissa Moore
- Michele Rifkin
- Noel Peters
- Robert R. Ross Jr.
- Rod Sweitzer
- Savannah
- Stephanie Blake
- Tracy Walker
- Valerie Breiman
Debe ser una broma, y si te pillara en un buen día hasta te puedes llegar a reír como sucede con otras películas cutre-casposas, pero si te pilla en uno malo puedes llegar a acordarte de mucha gente.
Para empezar, parece mentira que el responsable de esta deposición haya firmado otros trabajos que, sin ser obras maestras, son algo más decentes como Marty, el chepa (1991) o Con la poli en los talones (1994). Adam Rifkin tiene un sentido del humor muy particular y consigue plasmarlo con más acierto en esas películas, pero lo que ofrece en esta orgía mamatoria es de juzgado de guardia.
Rifkin toma el estereotipo del mad doctor y lo lleva a la máxima absurdez. El personaje, encarnado por un tal Noel Peters, es un voyeur desde pequeño y logra sintetizar un compuesto que lo hace invisible (el sueño de todo voyeur), pero la sustancia le provoca unos instintos asesinos que ya anidaban en su mente enferma y maniática. Es la excusa perfecta para matar, ver tetas, ver más tetas y, por si fuera poco, ver muchísimas más tetas.
Actuaciones de película casera, ausencia del ritmo y de la coherencia, música estridente acompañando continuamente, risa maniática enlatada y una especie de ida de olla onírico-surrealista de media hora larguísima que se marca para rellenar. El resultado final es una de las bazofias más importantes que he tenido la triste suerte de ver últimamente.
Huid, insensatos.