El loco del pelo rojo
Sinopsis de la película
Biopic del famoso pintor impresionista Vincent Van Gogh, que retrata su atormentada vida a partir de su obra, que no es más que un reflejo de la ansiedad, la sensación de fracaso y la soledad que lo llevaron, finalmente, a la locura.
Detalles de la película
- Titulo Original: Lust for Life aka
- Año: 1956
- Duración: 123
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Opinión de la crítica
Película
7.3
26 valoraciones en total
Dice el protagonista al principio de la película, cuando aún no tenía claro a qué se quería dedicar en la vida, cuando sufría soledad y estaba enamorado de una mujer que le rechazaba: Bienaventurado el hombre que encuentra su trabajo y una mujer a la que amar.
Vincent van Gogh fue un nombre que sufrió melancolía, soledad, desamor y encima tuvo mala suerte. Fue un genial artista de la pintura pero pasó desapercibido hasta mucho después de su muerte. Las mujeres que amó no le hicieron caso, no pudo ganar dinero suficiente haciendo el trabajo que más le gustaba hacer en la vida: pintar, sentía gran culpa por tener que haber vivido casi siempre gracias a las ayudas de uno de sus hermanos menores: Teo, todas estas cosas sin duda fueron volviéndolo poco a poco más raro, deprimido, huraño y descontento de su propia vida.
Se echa en falta en la película alguna escena donde apareciese pintando uno de sus cuadros más famosos y ante el cual nos maravillamos hoy en día: Los girasoles .
Excelente actuación de Kirk Douglas.
La vida del maestro Vincent Van Gogh mostrada a través una actuación comprometida, sentida y magistral de Kirk Douglas quien se sumerge en los intrincados laberintos del pensamiento del excepcional pintor. Una oportunidad para deleitarnos con sus hermosas pinturas La Noche Estrellada , Los Girasoles , Café de Nuit y muchas otras. Un guión inmenso, muy poético y filosófico hablando de la naturaleza y su relación con el Hombre, las dificultades por las que pasamos en la vida y una muestra de su sufrimiento y esperanza. Esas ansias de vivir, su valor para convivir con una enfermedad que lo consumía y su eterno e incondicional amor a la Pintura.
La desdichada vida de Van Gogh fue adaptada al cine en 1956 por Vincent Minnelli (Lust for life fue el título original), quien no pudo estar más acertado al asignar a Kirk Douglas el papel de genio atormentado. A pesar del carisma que desprende en cada gesto interpretando a Espartaco o el temor que produce el desfigurado rostro de Einar en Los Vikingos (1958), fue la personificación de Van Gogh su papel más aclamado. Más allá de su increíble parecido físico, pocas veces se ha visto en el celuloide una interpretación tan descarnada de un hombre que lucha contra sus propios demonios, contra sí mismo. Un hombre impulsivo, desordenado e irritable, y en cuyo cerebro hierve un talento capaz de plasmar, únicamente, en un lienzo, demostrando sentimiento, fuerza y belleza pero, como el bueno de su hermano Theo dice nunca llegará a ser feliz , azotado por los miedos y el fracaso.
De esta manera, naufragan cada uno de sus proyectos: su deseo de ayudar a los más necesitados en su primera etapa como sacerdote, las relaciones amorosas, la convivencia con Gauguin, el taller de artistas que pretendió crear en Arlés, y así hasta el final de sus días.
Además de Douglas, el papel de Paul Gauguin es interpretado por Anthony Quinn. Ambos nos muestran con maestría, mediante una escena en la que discuten acaloradamente, como era la tortuosa relación que los unía, sus desacuerdos artísticos y sus anhelos en la vida.
Por otra parte, el cuidado que aplica Minnelli en la elaboración de las reproducciones de sus cuadros alcanza la perfección, sorprendiéndonos con decorados y exteriores muy precisos de obras tan conocidas de Van Gogh como Los comedores de patatas, El café nocturno o El dormitorio de Van Gogh en Arlés. Así, podríamos afirmar que se trata de una film muy recomendable para cualquier aspirante a actor, cinéfilo o aficionado al arte. Una película de altura, que dista mucho de ser un simple biopic, al tratar temas vinculados al sentido de la vida y la vana búsqueda de un hombre, a pesar de contar con poderosas armas, un hueco en la vida.
Magnifica reconstrucción biográfica de uno de los mayores genios de la pintura de todos los tiempos. El siempre atormentado Vincent Van Gogh, es interpretado a la perfección por un Kirk Douglas que sabe destilar en cada gesto la angustia vital del personaje, cuyos cuadros alcanzaron cifras millonarias muchos años después de su muerte (solo consiguió vender una obra en vida).
La recreación histórica es excelente, exceptuando pequeños gazapos (Gaugin conoció a Van Gogh antes de marchar a la Martinica y no después).
Anthony Quinn está enorme en su interpretación de Paul Gaugin, al que sabe dar ese aire arrogante y pendenciero, tan alejado del humilde y retraído Vincent.
Los hechos biográficos van mezclándose sabiamente con imágenes de sus cuadros más famosos.
Otro Vincent, Minelli, se muestra como uno de los grandes maestros del color en el cine, consiguiendo un film de una enorme belleza visual.
Si alguien desea conocer a fondo al loco del pelo rojo , no tiene más que leer Cartas a Theo y ver esta gran película.
Vincente Minnelli recrea en esta película el mito del genio loco y torturado en la figura de su tocayo Vincent Van Gogh.
Interesante biografía del atormentado pintor. Sus neurosis, su temperamento obsesivo, su frenética compulsividad y su insólita capacidad de trabajo quedan perfectamente retratados en esta historia que sobrecoge y fascina a partes iguales.
El pintor, que en vida no consiguió vender más que un miserable cuadro, con los años se convertiría en el más cotizado de la historia. Tal vez esto no le hubiera importado demasiado, o tal vez sí, no sabemos. Pero sospecho que no era lo que más le preocupaba, gracias también a que nunca le faltó nada debido a la incondicional ayuda que su hermano Theo le prestó hasta el fin de sus días.
Minnelli nos muestra a un Van Gogh intensamente feliz cuando pinta pero de una fragilidad abrumadora. Su desequilibrio nervioso, su ansia de compañía y amor y su constante búsqueda de la perfección artística marcaron la vida del genio de la pintura. Por lo que he podido saber la película es bastante fiel a lo que fue la realidad de su vida, el guión se basa en las cartas que el pintor escribió a su hermano y mentor a lo largo de los años, unas cartas que muestran sin lugar a dudas su temperamento pasional y su carácter enfermizo y neurótico.
A destacar la impresionante interpretación de Kirk Douglas y la breve pero intensa aparición de Anthony Quinn en el papel de Gauguin, por el que se llevó el Oscar al mejor actor secundario. Vaya dos personalidades que se juntaron y vaya dos pedazo de genios. Por fuerza tenían que saltar chispas. Los dos hacen gala del histrionismo más exagerado pero en este caso está plenamente justificado por las peculiaridades de los personajes.
Para mí una de las películas más logradas de Vincente Minnelli, que por lo demás no es un director que me apasione demasiado.