El juego de Gerald
Sinopsis de la película
Jessie (Carla Gugino) y Gerald (Bruce Greenwood) son un matrimonio maduro que viaja a una remota cabaña con la esperanza de revitalizar su deteriorada relación en un sitio apartado y tranquilo. Allí Gerald propone a su mujer un juego sexual: esposarla a la cama para incrementar las sensaciones. Pero cuando éste muere de un infarto, Jessie tendrá que luchar por su supervivencia.
Detalles de la película
- Titulo Original: Geralds Game
- Año: 2017
- Duración: 103
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Opinión de la crítica
Película
5.6
46 valoraciones en total
El Bring It on Home de Sam Cooke nos recibe.
La alegre sintonía acompaña la preparación de un matrimonio a su retiro vacacional, a primera vista una estampa idílica y nada problemática… hasta que la melodía se apaga y empezamos a ver incómodos síntomas de una latente enfermedad.
No conocemos las reglas ni los límites, y su lento descubrimiento construye una tensión difícil de contemplar, porque no hay nada más inquietante que una apariencia recubierta de normalidad.
A El Juego de Gerald parecería que sólo juega una, pero en realidad están jugando más: Jessie se deja esposar al cabecero de la cama como preámbulo sexual que deriva en aprisionamiento, y a partir de eso su marido Gerald ronda las ideas preconcebidas de su matrimonio tirándolas una a una, hasta retrotraerse a una infancia de su mujer que en el fondo no deja de ser otra participante de su turbio rompecabezas.
De pronto, toda la normalidad que dejaba notar esta pareja se rasga, destapando el cadáver putrefacto que se formó debajo, y que ya estaba mucho antes de que empezaran a compartir su vida.
Evitando revelar mucho, este juego va sobre cadenas: las que nos ponemos, las que nos ponen, y las que se repiten sin que nos demos cuenta.
Jessie no puede evitarlo, huye como siempre que se le ha presentado una situación insuperable, sólo que está vez no tiene ningún lugar a donde ir, y antes de quedarse físicamente se desliza hacia los rincones más oscuros de su memoria, donde habita su padre llamándola muñeca y el Hombre de la Luz de Luna la observa, quizás como inquietante guardián del momento en que dejó de ser niña y tuvo que sufrir un silencio de adulta.
Cada eslabón en la cadena que le ata se lo ha forjado y puesto ella: sofocando la llamada de auxilio en su familia, buscando a un marido que se siente en el banco de su padre, y finalmente aceptando proposiciones sexuales de fin de semana para salvar su matrimonio de la única forma que ha aprendido.
Las esposas de Gerald no importan, o por lo menos son las que menos la están reteniendo en el mismo desgraciado lugar.
Acaban siendo claves momentos pequeñísimos como Jessie arreglando su pose sexy para Gerald: breves peajes fingiendo algo que no es, con el fin de acallar a esa bestia que vive con ella y se acuesta en su misma cama.
En el fondo, algo así despierta la pregunta de con quién estamos viviendo en nuestro día a día, para qué estamos actuando en realidad, y dónde desaparece la persona que hemos aceptado ser y empieza la persona que en verdad somos, con el problema de llegar a confundir ambas.
Muchas veces aceptamos convivir con monstruos sin saberlo, sólo porque nadie nos enseñó la posiblidad de crecernos ante ellos.
Jessie llegó a pensar que siempre se tendría que esconder de ese cielo rojo sangre que gobierna sus pesadillas y desvelos, eclipsando perpetuamente a una niña que se acostumbró a vivir a la sombra de sus miedos.
Y es precisamente un juego la que le muestra lo que nunca estaba viendo: que no todas las cadenas desaparecen al ser ignoradas, ni resignarse a tenerlas soluciona nada.
Justo acabo de verla ahora y me ha parecido deliciosa.
No es ninguna maravilla pero Flanagan lo hace muy bien. Tampoco he leído la novela de Stephen King pero la película se siente muy King. El final es verdad que choca un poco, no casa con el resto del film. Es demasiado explicativo, parece una imposición de Netflix para que todo el mundo entienda la película (aunque viendo la libertad que le dieron a Adam Wingard, lo dudo mucho). No me parece un mal final pero si por debajo de todo lo que le precede.
Casi toda la película sucede en un solo escenario, con muy pocos personajes. Recuerda a películas como Buried o Última llamada, pero con un trasfondo mucho más macabro. No es una cinta de terror al uso pero es verdad que tiene dos o tres momentos en los que uno se acongoja bastante, más por la tensión creada anteriormente que por algún sobresalto. Y eso está genial. Además tenemos toda una historia detrás de la tontería que parece tras leer la sinopsis, y solo por ver el gran trabajo de Carla Gugino vale la pena verla. Está genial. Este papel es un caramelo pero también tiene lo suyo: la deja lucirse pero es muy fácil sobreactuar o hacer el ridículo, pero no, es un papel muy destacable. El de su pareja tampoco es nada desdeñable, igual de bien que ella. La verdad es que ambos están geniales.
Buena, aunque con reservas. De lo mejor que ha hecho Netflix (que no es decir mucho) y otra película Basada en un libro de Stephen King que está más que bien. Es su tiempo, está en racha.
Combinando retales de Cujo y Eclipse total (Dolores Clairbone) -puede que hasta de Cadena Perpetua (o La redención de Shawshank) con la idea de juguetear con los flashbacks y flashforwards así como en el lado de sobrevivir y penetrar en la psique de los personajes-, El juego de Gerald es la mejor adaptación de Stephen King en términos de pura tensión humana desde los tiempos de Misery.
No es sólo la estupenda tensión (y una imaginería de puro terror que puede inducir a pesadillas fácilmente), ni tampoco unas interpretaciones magistrales de Carla Gugino y Bruce Greenwood. Ni siquiera una premisa llena de suspense, con perro hambriento incluido y puntuales jirones de gore. Son los momentos -por suerte, muchos- en los cuales los diálogos y el corazón de la historia laten muy por encima de todo eso lo que la convierten en todo un pelotazo en sus propios términos.
Que esté sólo en Netflix se me antojo hasta de un tanto injusto, pues aún con una factura un tanto televisiva, está rodada y presentada con la suficiente elegancia como para ser estrenada en salas comerciales (aún teniendo una vida comercial justita). Es una gran película, una genuina sorpresa y otro paso adelante en el rejuvenecimiento actual de Stephen King en el cine. Cuánto menos se sepa, mejor. Haz caso de las críticas positivas, pues esta es una de las ocasiones en las cuales el hype es real. Debe ser vista.
La trama psicológica que algunos adivinan, es de parvulario. Mi estado de ánimo, pasó por varias etapas… desde la tensión inicial, al tedio más absoluto.
Antes de verla, adivinaba, que una mujer atada a una cama, no podría dar mucho de sí. Y en efecto, se convirtió en un producto extraño donde el muerto habla con su esposa atada, y la propia esposa atada se desdobla para hablar con ella misma y a su vez, replicar al muerto… NO ES SPOILER, ESTÁ EN EL TRAILER.
Los diálogos tienen alguna frase ingeniosa, de esas que oímos y se quedan grabadas, pero la historia resulta demasiado encriptada para que pueda atrapar.
Telefilm en la línea de Netflix (que suele ser una línea fallida , para qué nos vamos a engañar). Las críticas de los expertos que tanta nota positiva le ponen me da que son del tipo subvencionadas , porque si no, no se entiende.
Los actores están bien, tampoco cum laude, pero pasan el corte.
De este tipo de pelis donde el personaje está atrapado sin posibilidad de escape, son MUCHO más entretenidas (y mejor hechas) Buried, Misery o 127 horas (esta última con el añadido de estar basada en hechos reales).
Tampoco los tempos están bien medidos en este telefilm. Secuencias demasiado largas que se hacen aburridas y final con explicaciones un tanto atropelladas y extemporáneas (ver spoiler).
Por cierto, harta ya bastante que el trauma de la protagonista (lo desarrollo en el spoiler) sea siempre sobre lo mismo ¿no hay más recursos? . Seguramente sí, pero habría que currárselo más.