El irresistible Henry Orient
Sinopsis de la película
Dos colegialas, fascinadas por un concertista de piano, lo espían, lo siguen por todas partes y conspiran para introducirse en su vida en una desenfrenada y loca historia. Con Nueva York como telón de fondo, las precoces adolescentes harán todo lo posible por no perder de vista a su héroe, poniendo patas arriba la vida de Henry Orient.
Detalles de la película
- Titulo Original: The World of Henry Orient
- Año: 1964
- Duración: 106
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Opinión de la crítica
Película
5.4
56 valoraciones en total
62/05(03/03/11) Comedia pasable, realizada por George Roy Hill, un director que ha pasado a la posteridad por dos clásicos imperecederos, ‘Dos hombres y un destino’ y ‘El golpe’, motivo por el cual me atrajo este film, y tras verlo me pregunto que le hizo evolucionar hasta poder hacer estas dos extraordinarias obras, a mayor gloria del tándem Newman-Redford, pues nada en esta cinta hace presagiar lo que el futuro le deparó. Es un historia agridulce centrada en la amistad de dos adolescentes en Nueva York, una especie de despertar en el que dos colegialas de clase media alta, Boothy (Bibi Osterwald) y Gil (Merrie Spaeth) traban una fuerte amistad, y tras ir por ir por la ciudad gastando bromas una de ellas sufre un flechazo de amor por un mujeriego pianista, Henry Orient (histriónico Peter Sellers), las dos planean seguirlo para averiguar cosas de él. Es un producto que posee la nada de atractivo, rezuma inocencia, aún se atisban unos componentes dramáticos en la historia de los padres de las niñas que no son explotados, se le podría haber dado profundidad a unos personajes que resultan planos y sin ninguna empatía, la narración discurre por senderos muy cándidos, buscando desprender buenismo, pero emitiendo simpleza. Reseñable es el tontorrón papel de Peter Sellers, un exceso de sobreactuación que carece de todo el humor que pretende trasladar, Sellers es genuinamente un cómico que siempre bordea el histrionismo y cuando no se sabe dirigir se hunde en él. Como anécdota este guión tan enclenque está firmado por uno de los más grandes de la historia del cine Nunally Johnson (La diligencia, Las uvas de la ira, La mujer del cuadro, Rommel, El hombre del traje gris, Doce del patíbulo, etc…) pero habrá que perdonárselo pues es la adaptación de un libro que curiosamente escribe su hija Nora Johnson, amor paternal. Fuerza y honor!!!
El polifacético George Roy Hill, autor de significativas películas para la historia del cine como Dos hombres y un destino (1969), El golpe (1973), o El carnaval de las águilas (1975) entre otras tantas, nos muestra en El irresistible Henry Orient (1964) a un actor en estado de gracia, Peter Sellers que acababa de rodar La Pantera Rosa (1963) y El nuevo caso del inspector Clousseau (1964). La frescura interpretativa que Sellers mostró en ambos largometrajes se evidencia en las diferentes situaciones en las que (sin necesidad de caracterizaciones múltiples) el actor nos arrastra irremisiblemente a presenciar a un pianista de pacotilla, encadenado y enamoradizo pseudopoeta impenitente de lo ajeno y poco dado para aplicar el razonamiento lógico si no es para beneficio propio.
Su narcisismo le preocupa más que la propia interpretación pianística. Ese estado de cosas le llevará a vivir diferentes situaciones imprevistas y comprometedoras en un abanico de vicisitudes en las que dos traviesas adolescentes Marian Gilbert y Valérie Boyd ( Merrie Spaeth y Tippy Walker respectivamente) tienen gran parte de responsabilidad en los acontecimientos que le llevarán al concertista a quitarse del medio cuando se siente descubierto participando de las infidelidades propias y ajenas.
Los guionistas Nunnally Johnson, y Nora Johnson (autora de la novela que dio origen al guión), describen a dos adolescentes que comienzan a emerger en el mundo de las jóvenes adultas, donde el amor platónico, la idealización del admirado inalcanzable y las diferentes situaciones de sorpresa y engaño por parte de los adultos Stella Dunnworthy (Paula Prentis), Isabel Boyd ( Angela Lansbury) y Frank Boyd ( Tom Bosley), aportan a las introvertidas jóvenes sentimientos encontrados que las hacen vulnerables y receptivas a las realidades emocionales y de identidad que deben superar a las puertas de la vida adulta.
Un amplio elenco de actores y de actrices completan una película repleta de agradecidos guiños a lo cotidiano, al descubrimiento de nuevas sensaciones y a la dependencia emocional con los otros, estos roles los interpretaron Phyllis Taxter en Avis Glibert, y Bibi Osterwald en Erica Booth, entre otros.
Dos inseparables amigas, durante su preadolescencia, se dedican a cometer travesuras a lo largo y ancho de de Nueva York, hasta que un día focalizan sus aventuras en un mujeriego concertista de piano (Sellers), al que podrán su vida patas arriba.
Sosa comedia, que destila cursilería al estilo disney, y a la que ni siquiera las fugaces apariciones de Sellers la dotan de comicidad.
Simpática comedia firmada por el muy apreciable George Roy Hill creo que algo infravalorada, que sin ser nada del otro mundo si tiene sus cosas y guarda algunos aspectos bastante recordables y meritorios que hacen de ella una película que se ve con agrado.
Pese a lo que el título sugiere, el film no trata sobre Henry Orient en particular (un Peter Sellers que en este film no brilla demasiado, aunque un grande siempre es un grande y deja detalles) sino sobre dos adolescentes de 14 años, Val y Marian (Tippy Walker y Merrie Spaeth), colegialas de clase media-alta en busca de sí mismas en familias desestructuradas y con muchas ganas de escapar de la monotonía e imaginar historias muy propias de la adolescencia, como el amor platónico que Val profesa por el pianista Henry Orient que lleva a las dos inseparables amigas a emprender un objetivo común de conocer todo sobre él y perseguirle a escondidas. Lo que empieza como un pequeño juego va destapando algunos secretos en los que se ve involucrado el pianista y la propia Val.
Sin duda de lo que trata en el fondo El irresistible Henry Orient es sobre el paso de la niñez a la adolescencia, un cambio vital importante, más allá de un hilo argumental que no es espectacular ni conciso pero sí mantiene el interés a través de dos colegialas en apariencia distintas pero que se compenetran a la perfección desde el momento en que se conocen. Mientras Marian es una niña feliz que vive con su madre y una amiga de esta, Val es una recién llegada que carece de un hogar estable y una familia de verdad . Su desbordante imaginación y entusiasmo la llevan a meterse en algunos problemas.
En cuanto a su apartado técnico, es de destacar su variedad de planos y algunas secuencias destacables como esa alegoría de viveza infantil desbordante con las niñas saltando de mil formas a cámara lenta.
No es una comedia tan inocente como aparenta, aunque si muy bienintencionada. Uno de sus fallos es no profundizar en sus personajes. Además por el lado cómico tampoco es que sea muy brillante, más bien porque su trama es más de viaje iniciático y costumbrista que de golpes de humor. Su fuerte es la relación entre las dos amigas y la última parte del metraje se pierde en otros temas de menor interés.
Grandes actuaciones de las dos jóvenes protagonistas, debutantes en la actuación, sobre todo de una muy creíble Tippy Walker (Val). Como apunte curioso, ninguna de las dos siguió una carrera prolífica en el cine pese a ello: Tippy hizo alguna película y trabajos televisivos para retirarse en 1972 y dedicarse al arte y a la escritura. Por su parte Merrie Spaeth (Marian) no hizo carrera como actriz pero sin embargo ha llegado a ser una reconocida política, importante mujer de negocios de los medios de comunicación, periodista, escritora, profesora universitaria y también gran colaboradora de obras sociales. Toda una joya.
Una película no memorable pero sí audaz y agradable para pasar el rato.