El humanoide
Sinopsis de la película
En el planeta Metrópolis se viven momentos de incertidumbre. Un malvado científico ha inventado un producto químico gracias al cual podrá convertir a los hombres en humanoides superdotados para la guerra. Sólo unos pocos valientes se atreverán a enfrentarse con él y con sus secuaces para evitar una tragedia galáctica.
Detalles de la película
- Titulo Original: Lumanoide
- Año: 1979
- Duración: 96
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Opinión de la crítica
Película
4
36 valoraciones en total
En los años 70 y 80 el cine italiano se dedicó a clonar de manera humilde todos los géneros que los estadounidenses estaban relanzando con gran éxito. No es extraño, puesto que el cine peplum fue una italianización del cine de romanos. Así, tras el éxito de Star Wars una avalancha de películas japonesas e italianas invadieron las salas de cine españolas, generalmente con carteles confusos y cuyo reparto y equipo técnico era transformado, de la noche a la mañana, en apellidos anglosajones. Generalmente solian contratar algún rostro conocido del cine mundial, pero baratito, o alguna vieja gloria de Hollywood. Y lo mismo hicieron con las de Mad Max o las de tipo Conan.
El humanoide fue estrenada como estadounidense, con dos actores provenientes de los filmes de James Bond: Richard Kiel conocido por Tiburón, el asesino de los dientes metálicos, y Barbara Bach, coprotagonista de La espia que me amó y señora de Ringo Starr. Y como vieja gloria hollywoodiense introdujeron a un achacoso Arthur Kennedy.
Yo la ví de reestreno de niño. La película, de guión bastante tonto, era soportable si no le exigías demasiado. La Bach era malísima y se bebía la sangre de las criadas previo desnudo de las mismas, para regocijo de la sala llena de adolescentes. En el fondo podía ser un episodio de tantos de las series de TV de fantasía que entonces se emitían, como Viaje fantástico . Dirección mediocre, actores venidos a menos, vestuario entre horrendo y aceptable, efectos especiales algo cutres… y poco más.
¿que nota se puede dar? A mi me entretienen las películas de serie Z si están hechas con caríño y profesionalidad, no como las de Asylum, echo en falta este tipo de subproductos italianos, junto a Ator, a Krotar, al guerrero de la carretera, a Tiburón 3 (¡hubo una italiana que se estrenó bajo ese título en España y obligó a los estadounidenses a estrenar la suya como Tiburón 3-D!), a los aliens cutres, a Gor, Gunan, Star Crash, Maciste, a la Roma del siglo XXV, a las de terror tipo giallo de Fulci, a las del triángulo de las Bermudas, a las bélicas como Los jóvenes leones, a las prehistóricas con chicha como Los hombres usaban la cachiporra y las mujeres hacían ding-dong , y tantas otras… Tenían su gracia.
Sorpresa agradable me llevé al ver esta película por primera vez en el 2021. Incluso se merece un 6, pero no se lo dí porque copia descaradamente de Star Wars.
Después del éxito mundial de Star Wars no se hicieron esperar las copias o Exploitation, donde los Italianos eran especialistas y en este caso sacaron Star Crash 1 y 2 (1978 y 1981) y la que nos ocupa El humanoide (1979). En España se hizo Supersonic man (1979) y en Japón Los invasores del espacio (1978) y Los 7 magníficos del espacio (1980).
Y la sorpresa agradable que me llevé es que considero que El Humanoide es la mejor de todas.
Es serie B a rabiar, pero lo lleva con mucha dignidad. A diferencia de Star Crash que no hay por donde agarrarla y falla en casi todos los aspectos, esta es muy decente. La historia que nos cuenta está bastante bien elaborada. No es totalmente simplona y tampoco se va por las ramas con tramas secundarias o escenas deshilvanadas o relleno innecesario. El guión avanza en todo momento, encadenando escenas de acción y no aburre.
A pesar de su bajo presupuesto algo de producción hay, se nota y está bien aprovechada. Las escenografías están muy bien logradas y diseñadas, no son completamente baratas. Las locaciones exteriores están elegidas con esmero y son llamativas. Los efectos especiales son pasables, lo justito para no llegar a ser malos. El diseño de las naves espaciales es bastante flojo y en algunos casos copia descaradamente naves de Star Wars. El vestuario está correcto, aunque una vez más copia mucho de Star Wars.
Ahora hay que analizar en qué falla, porque de hecho siempre hay algo que falla en el cine clase B si no no lo sería. Y a veces da pena ver fallos que hubieran sido fácilmente salvables, sin necesidad de mas presupuesto, pero con un poco mas de talento.
En este caso la banda de sonido es un error brutal. !Y sorprende ver que el encargado de la música es el gran Ennio Morricone! Esta debe ser la peor banda de sonido que compuso. Como puntualizó alguien en otro comentario una de las canciones parece ser una variante de El himno de la alegría , casi un plagio. El problema es que se utiliza en escenas de acción. Tiros, explosiones, gente muriendo ….y el himno de la alegría. La escena pierde todo el efecto, hasta resulta cómica con esta música. Y así toda la película, la banda de sonido lastrando el trabajo, dando el efecto contrario de lo que se pretende contar. Una lástima.
Y por último la dirección. Obviamente el director no es un genio de la cinematografía, a pesar de eso hace un buen trabajo. El pulso es bastante firme, hay ritmo, la cámara generalmente está bien puesta, y el montaje final es correcto. Pero en lo que falla es en la dirección de actores. En las escenas de diálogos es donde se desinfla la película.
Los actores no son muy buenos, pero con las indicaciones necesarias hubieran mejorado considerablemente. Cada actor se limita a recitar sus líneas de forma estática y una vez que termina entra el siguiente con su respectiva línea. Nunca hay emociones, discusiones, matices, gestos, risas, sarcasmo, nunca alguien es interrumpido ni se superponen diálogos.
El guión tampoco ayuda mucho. Nunca se dice nada más que lo estrictamente necesario para explicar lo que va sucediendo en la película. Entonces los personajes son planos por completo. Ninguno tiene una personalidad marcada (como sí sucedía en Star Wars) No está el joven idealista, la chica enamorada, el cínico divertido. El único que despierta cierta simpatía es el niño oriental.
De todas formas para alguien como yo que, en esas épocas y siendo un niño, consumía con alegría todo lo que fuera ciencia ficción, esta película hubiera sido muy satisfactoria.
Es a finales de julio de 1979 cuando se estrena en España El humanoide. Lo hace con una muy buena promoción y de la mano, nada más y nada menos, que de la distribuidora de Columbia Pictures en España. Y es que tras el éxito arrollador, sobre todo de La guerra de las galaxias y Encuentros en la tercera fase, sumado a Superman al año siguiente, las distribuidoras se vuelven locas y buscan por donde sea películas del género fantástico o de superheroes. Supuso un resurgir brutal del género y otros países se suman a rascar ganancias. Y para eso ya no estaban solamente disponibles los italianos, si no que los españoles y japoneses se sumaron al acontecimiento, como Juan Piquer Simón con su Supersonic Man.
Se estrenan con retraso considerable desde el musical extraterrestre Toomorrow in Toomorrow (Mañana) con Olivia Newton- John, a la joya de Hong Kong de la serie Z Manziter (Inframan), todo un divertimento del género, pasando por la japonesa rodada una década antes Invasión extraterrestre también muy amena, las estadounidenses Galáctica, el universo en guerra y su segunda parte, que fueron un fracaso en salas, La guerra de los planetas de animación japonesa, Spider. Man: El hombre araña, que era un telefilm de 1977 pero por el morro se pasó en cines, varias de Mazinger Z, Simbad y el ojo del tigre, Yeti, el abominable hombre de las nieves, las reposiciones de Batman de 1966, Superargo, el hombre enmascarado y de 2001: Una odisea del espacio, a lo que luego se sumaron las que se estaban rodando, como por ejemplo: Buck Rogers, la entrañable, también serie Z Star Crash, choque de galaxias, la parodia El gendarme y los extraterrestres con Luis de Funès, o Los invasores del espacio y todo esto a grandes rasgos, y sin adentrarnos en los años ochenta, porque la cosa siguió.
El humanoide está dirigida por Aldo Lado, aunque firme con el seudónimo de George B. Lewis. Pero esta práctica es algo habitual entre actores y directores del cine italiano, como por ejemplo Antonio Margheriti firmaba como Anthony M. Dawson o Nick Nostro era Nicola Nostro. Desde los años sesenta y se rodaban los peplums y los westerns, se americanizaban sus nombres para, según ellos, tener más amplitud de mercado. Era algo que quería puntualizar a la divertida crítica de Quinto Sertorio con el que coincido en algunos conceptos, como por ejemplo el sabor de boca que le pueden dejar algunas producciones de serie Z.
El guion, más que beber, toma prestado de La guerra de las galaxias y su estética es una imitación de la misma, mezclada en exteriores con la de La fuga de Logan. El llamar al planeta Metrópolis o el tener un robot mascota, parecido a un perro pero que recuerda a R2D2, da una idea del desparpajo empleado.
La banda sonora de Ennio Morricone es de las menos creativas que compuso, con un tema en concreto que parece que lo que va a sonar es el himno de la alegría, pero con las suficientes variaciones para no ser acusado de plagio.
Los actores hacen lo que pueden. Esta es la tercera vez en la que coinciden Richard Kiel y Barbara Bach, que dieron el pelotazo en una de las más célebres entregas de James Bond (La espía que me amó). Ella da la impresión de habérselo pasado mejor que Kiel, haciendo de mala, con un diseño de escote alucinante. Meses más tarde coincidiría con Ringo Starr, el cual llevaba tiempo detrás de ella para conocerla. Por lo visto se quedó prendado desde que la vio en el citado film de la serie Bond. Y una vez se conocieron, según ellos, el flechazo fue instantáneo y se casaron. A fecha de hoy siguen juntos.
Su compañera, todo un mito erótico a raíz de Historia de O, es Corinne Cléry, la protagonista, y posee un look entre angelical y monjil. Creo que ya estaría hasta el mismísimo de lucir palmito y aquí exigió quedarse con el personaje más blanco. El resto, incluyendo a Arthur Kennedy en uno de sus últimos papeles, simplemente aportan su imagen, como Ivan Rassimov, el cual era conocido también por títulos soft- pornos o de contenido gore del cine italiano.
El humanoide a estas alturas no engaña a nadie. Fue ideada como sucedáneo y, si eres aficionado a la serie Z, te divierte el verla, sobre todo cuando utilizan los efectos especiales y de sonido. Como antes apuntaba, le tengo el mismo aprecio que a la también italiana Star Crash, choque de galaxias, por el rollo cutre que tienen y por su agradable clima jocoso, que roza casi la comedia involuntaria. Hoy día estas producciones ya no existen, ni siquiera los telefilms tienen tanta gracia ni son tan resolutivos con tan poco presupuesto, lo que hace que, con el tiempo, muchas hayan ganado o se puedan ver por nuevas generaciones como curiosidades más exóticas de lo que fueron en su día.
Y brevemente pasamos al spoiler.