El hombre, el orgullo y la venganza
Sinopsis de la película
Basada en la novela Carmen (1845) de Prosper Mérimée (posteriormente llevada a la ópera por Georges Bizet en 1875). Un soldado español que se enamora de una gitana termina desertando del ejército, y en una persecución en tierras fronterizas se une a un grupo de contrabandistas gitanos.
Detalles de la película
- Titulo Original: Luomo, lorgoglio, la vendetta
- Año: 1968
- Duración: 91
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Opinión de la crítica
Película
5.5
60 valoraciones en total
En muchas, pero muchísimas ocasiones, ocurre que cierta persona con la que entramos en contacto, nos advierte del peligro que puede significar, ella, para nosotros… pero la irresistible atracción que nos despierta, hace que esa sensación de alerta que, inevitablemente, sentimos por un instante, enseguida la olvidemos y sigamos adelante en nuestros propósitos de conquista contra todas las consecuencias. Porque lo he vivido en carne propia y porque he conocido ya bastantes casos en los que esto ha sucedido, puedo aseverar con absoluta certeza que, ningún ser humano antes de hundirse en una relación o en un plan improcedente, puede decir que no ha sido advertido una o varias veces. No estamos solos. Nunca estamos solos… ¡pero solemos ser sordos a los mensajes que nos da la vida! Por eso dicen los maestros: Lo que te sucede tú lo permitiste, tú lo fomentaste o tú lo creaste.
¿Has oído de alguien, frases como: Déjeme, no le conviene estar conmigo, Yo soy muy mala, se lo advierto, Si nos encuentran juntos, nos matan?… La manera como Carmen advierte al por entonces sargento, José Navarro, es muy particular: Has encontrado al diablo, sí, al diablo – le dice en el libro original de Prosper Mérimée-… Me visto de lana, pero no soy carnero. Y en la versión cinematográfica que ahora nos ocupa, Carmen le dice al hombre que se ha fascinado con ella: No te acerques a mí, sólo te traeré mala suerte.
EL HOMBRE, EL ORGULLO Y LA VENGANZA, es de nuevo registro de una historia inmortal, hecha esta vez por el italiano Luigi Bazzoni, en una curiosa mezcla de drama español con spaghetti western ¡ambientado en Sevilla!, con protagonista italiano (Franco Nero), chica americana –europea (Tina Aumont) y contrincante alemán (Klaus Kinski)… y con resultados un tanto desiguales, pero no exentos de interés y significado.
Al no haber elegido a una Carmen de fuerte carácter, presencia sensual y rasgos felinos, el protagonismo se centra excesivamente en Franco Nero, y la historia, en pleno, es captada desde su punto de vista, quedando, José, como el personaje central, en una historia donde la mujer es eje, centro y causal de gran parte del mal que las tentaciones de la carne acarrean en este mundo, y al mismo tiempo, pregón de libertad e independencia contra todas las consecuencias. Pero, por aquel mismo protagonismo, hasta en el poster, Nero luce en primer plano y Tina Aumont en un recuadro como toda una segundona. ¿El eterno carácter machista del western?
En un guión escrito con Suso Cecchi D’Amico (la célebre colaboradora de Vittorio de Sica y Luchino Visconti, entre otros) Bazzoni acierta al contar la historia con bastante sujeción al libro, aunque cambia el final por uno típico del subgénero, resulta muy eficaz en esos momentos donde, la condición emocional y física, hace que la realidad luzca distorsionada, planea bien las escenas de acción haciéndolas convincentes y efectivas, y consigue dar al personaje de José, fuertes criterios sobre la amistad que vale la pena tomar en cuenta.
Con ésta, son ya por decenas las versiones que se han realizado con esa gitana llamada Carmen, pitonisa, putona, ladrona, tempestiva y seductora… a la que, cuando se la conoce como se debe, es imposible de olvidar.
Luigi Bazzoni (quien venía de firmar la interesantísima La Mujer Del Lago y posteriormente nos dejaría para la posteridad el superlativo giallo El Día Negro , de nuevo con Nero, y la altamente reivindicable Huellas de pisadas en la Luna ) adapta de manera más o menos libre la novela Carmen de Prosper Mérimée, la historia de un militar navarro que se enamora pasionadamente de una gitana, la que le llevará al delito, la frustración y la tragedia.
Apoyada en el agraciado protagonismo de Franco Nero, del que por méritos propios cae todo el peso de la función, Bazzoni no duda en estereotipar la obra en la subgéneris del western mediterráneo, aprovechándose además de la parte de la historia en la que el héroe de la cinta se alía con el marido de su particular femme fatale (un enérgico y endiablado, como sigue siendo costumbre, Klaus Kinsky) para desarrollar la vertiente spaghetti en la que un grupo de forajidos se alían en búsqueda de un tesoro expropiado (en este caso, el eterno oro ansiado por todo asalta-diligencias) no dejando ninguna duda entonces de las inquietudes y claves del film.
Bazzoni rueda con mucho brío (ciertas partes de la narración gozan de una elegancia poco común en un subgénero tan excesivo como este) y desarrolla la historia con dignidad y garra. Destacando la importancia psicológica en el desarrollo de los personajes, algo con cierto aire innovador y poco habitual en películas de similar calibre, la película se puede encuadrar en una rara avis dentro del western europeo, poco dado al riesgo de esta obra ya iniciado con las intenciones de adaptar en estos baremos la obra original de Mérimée.
Junto con las escenas de acción tan poderosamente rodadas cabe destacar el peso de un grupo de actores en estado de gracia, desde un Nero que se permite el lujo de dibujar un personaje cercano a sus otros héroes westernianos pero con una profundidad más destacable, una Tina Aumont de la que a pesar de sus limitaciones resulta irresistible su uso del físico para encarnar al prototipo de femme fatale capaz de llevar a los hombres rendidos ante ella a la más dura de las perdiciones y un Klaus Kinsky que aporta su hipnótica presencia en uno de los tercios claves del film.
La música de Rustichelli (con Bruno Nicolai ejerciendo importantes labores detrás) tiene un componente operístico fabuloso dentro de lo castizo de su propuesta, que reivindican las hispánicas referencias de Carmen . Un score alejado de la morriconiana moda imperante entonces, que no hacen más que acabar por sentenciar a la película como un auténtica rareza dentro del subgénero.
Aquí hay un pequeño debate de purista. ¿Es El Hombre, el Orgullo, la Venganza ( LUomo, LOrgoglio, La Vendetta ) un spaghetti western? ¿Puede una película basada en la novela francesa Carmen, de Prosper Merinée (que inspiraria la famosísima ópera de Bizet), ambientada en Andalucia en el siglo XIX y preeminentemente italiana ser considerado un western europeo o un western acaso? ¿No son también prácticamente peliculas del oeste Carne de Horca de Ladislao Vajda, Los Hermanos del hierro de Ismael Rodríguez, Dias de cielo de Malick o No es país para viejos ? ¿No se preguntarían esto mismo los espectadores que vieron por primera vez Por un puñado de dólares ? una película italiana, rodada en España imitando hipotéticos paisajes estadounidenses (por gente que no había visto América más que a través de las películas de Ford) y tomando como modelo una obra de Kurosawa… Y sobre todo, ¿Tiene sentido ser purista en un género como el spaghetti western?
En mi opinión, obviamente no.
Pero volviendo al debate inicial (que no sería tal pero que en este caso me sirve como excusa para introducir la película en cuestión), yo si la consideraría un spaghetti western. Rotundamente SI. Puede que en temática y ambientación no pase el corte, pero si que guarda elementos de guion importantes en común con el western europeo: la ausencia de un protagonista heróico inmaculado, la suciedad (física y mental) y amoralidad de todos los personajes, la presencia de imaginería cristiana…y quizás para ser un spaghetti puedan chirriar dos cosas: en primer lugar, el considerable peso argumental del amor/obsesión que sufre José por Carmen sobre el cual pivota toda la narración, pero ese carácter excesivo es algo intrínseco a cualquier eurowestern y no difiere tanto de obras con un protagonista atormentado como podrían ser El retorno de Ringo , El pistolero del Ave María o Johnny el Vengador , en segundo lugar, las cotas de violencia explícita seguramente no alcancen la media del género, pero si que hay un muy marcado poso de fatalismo impregnado de destellos puntuales de violencia.
La película tiene un arranque un poco lento, más alejado del western de grandes temas y espacios abiertos, pero a partir de la primera media hora, cuando se desencadena la acción y hacen acto de presencia los impresionantes paisajes de Almería la obra se adentra en terrenos más spagheteros, no sólo por la presencia de ese paisaje tan característico que a los aficionados nos es tan propio, sino también a nivel de montaje y dirección. Quiero hacer un pequeño inciso en los paisajes, porque creo que esta es una de las obras en las que mejor provecho se saca de ellos. Cabo de gata, la Sierra Alhamilla o Tabernas están fotografiados de una forma excelente y esto es un factor diferencial de la película. Volviendo al tema de dirección, toda la trama de planificación, asalto a la diligencia y posterior tiroteo está rodada con muchísimo brío, tics propios del género (zooms rápidos, planos cortos) y un montaje seco, que no da respiro y que encajaría en cualquier otro eurowestern. Tampoco puede dejarse a un lado la magnífica banda sonora de Carlo Rustichelli, más clásica en consonancia con el ambiente melodramático de la cinta, pero del mismo modo muy bella.
Un final con gran lirismo (perfectamente montado, siguiendo un crescendo que sabemos cómo acabará, pero eso no le resta mérito) pone el broche de oro a un western distinto. En el fondo, ¿Qué más da si es o no un spaghetti? Es una buena película, y eso es lo que importa.