El hermano orquídea

4 comentarios en «El hermano orquídea»

1. Siempre Robinson haciendo de prepotente y agresivo, torna una película digna de ver. Sobre todo si esa agresividad después se transforma para hacer algo muy original dentro de un convento. Buena, no la mejor, pero interesante

2. ¡Qué bárbaro! ¡Qué facilidad tienen algunos para hacer su trabajo tan bien! ¡Cómo interpreta Edward G. Robinson! ¡Cómo dirige Lloyd Bacon! Son dos tipos muy grandes, dos genios. Ambos rondan el centenar de películas y es muy raro que bajen del notable en sus respectivos cometidos. Vamos, dos máquinas.
   
   En Brother Orchid , Bacon permite a E. G. Robinson moverse a su antojo y, el pequeño hombrecillo malencarado y enérgico electrifica cada una de las escenas. Es como un látigo. Como James Cagney. ¡Qué dos grandes actores olvidados por los cinéfilos de nuevo cuño! Perdón, a lo que iba. Edward G. Robinson es como Xavi Hernández. No sólo es muy bueno sino que hace buenos a los de alrededor. Es talento y precisión. Fuerza y carisma. El pequeño hombrecillo lidera, manipula, manda, miente, maquina… y, si en un leve atisbo de sinceridad, queda desconsolado en el banco solitario del comedor, nos acercaremos (al igual que el Hermano Superior) y le diremos aquello de: Cuando un corazón se sincera, necesita la respuesta de otro corazón .

3. ! Qué preciosa y deliciosa comedia nos regala Bacon!.
   
   Una original parodia bañada de fina ironía, la película comienza con la presentación de nuestro protagonista, un gigante Edward G. Robinson encarnando al líder de una banda de mafiosos que, habiéndose cansado de esa vida y harto de su propio éxito, decide abandonar a su banda y a su novia y viajar a Europa para adquirir cultura y categoría y convertirse en un gran señor. Pero todo le saldrá rana y, arruinado, tendrá que volver a su antigua vida donde las cosas habrán cambiado mucho.
   
   Me ha resultado curiosísima esta película. Con un arranque enérgico, Bacon nos pone en situación enseguida, dibujándonos unos personajes propios del cine gánsters al que, sin embargo, enseguida empieza a aplicar un tono casi, casi, como de screwball, entremezclando diálogos serios y cortantes con otros absurdos, como los que mantiene con su novia, así como un magnífico encadenado en su viaje a Europa que ya nos pone en antecedentes sobre lo que nos vamos a encontrar.
   
   A partir de ahí, el espectador espera cualquier cosa aunque, en ningún momento, sabe a qué atenerse.
   
   El film alterna momentos dramáticos de puro cine negro, con la inclusión de Bogart como su traicionero rival, con momentos puramente de comedia con la introducción del personaje de Ralph Bellamy ( que a mí me ha encantado).La trama sigue en ese tono rápido y enérgico, muy bien llevado, hasta llegar a un punto de inflexión en una escena altamente dramática.
   
   Pero luego ( ustedes verán por qué), la película cambia de tono. Se vuelve más suave y amable, reposada y dulce, aunque sin abandonar la ironía, Esta transición está hecha con total maestría y nos sumergimos en el nuevo ambiente con gratitud, para luego, volver a llevarnos en volandas hasta un final perfectamente combinado de acción y comedia.
   
   Con unas interpretaciones fantásticas, ni qué decir tiene, me parece una película magnífica, muy original y estupendamente narrada. Derrocha simpatía y cariño. Tengo que volver a verla.

4. Simpática e inofensiva comedia que satiriza el célebre género noir de mafias y pistoleros. Para ello, cuenta nada menos que con uno de los actores que convirtió ese género en arte, el formidable Edward G. Robinson. Lloyd Bacon dirige Hermano orquídea , una cinta tan ingenua e inocente que solamente puede ser vista con una gran complicidad por parte de la audiencia.
   
   A pesar de que cuenta con otro de los grandes nombres de Hollywood, Humphrey Bogart, aquí todavía no era la tremenda estrella que llegó a ser. El protagonismo absoluto es de un Robinson que luce con su talento, mientras que su buen amigo está relegado a un pape mucho más marginal y donde no se aprecian las muchas virtudes que este intérprete poseía.
   
   Con moralina hecha con sapiencia y ágiles diálogo, narra la búsqueda de un señor del crimen por alcanzar la respetabilidad, dilapidando su fortuna en un tour por Europa, sin lograr eso que es llamado buen gusto. A su vuelta, se encontrará con que su banda ya no está dispuesta a acogerle. Puede que influenciará este film a la comedia española Sabían demasiado .
   
   Buscando supervivencia, se camuflará en un monasterio con el singular nombre de Hermano Orquídea . Un algodón de azúcar inverosímil que se ve con una sonrisa por las interpretaciones y por el cariño con el que libreto trata a los personajes.