El fantasma y doña Juanita
Sinopsis de la película
Ante la posibilidad de que su sobrina abandone a su verdadero amor para contraer un matrimonio de conveniencia, doña Juanita le relata a la joven lo que le sucedió a ella misma hace años cuando se enamoró del supuesto contable de un circo que visitaba la ciudad. En realidad, el joven era un payaso que le ocultó su auténtica personalidad, pero doña Juanita nunca lo supo, y por eso, cuando su amado desapareció tras un incendio en la carpa, se convirtió para ella en un fantasma, en el recuerdo de un amor al que consagró su vida.
Detalles de la película
- Titulo Original: El fantasma y doña Juanita
- Año: 1944
- Duración: 64
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Opinión de la crítica
6
53 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Alberto Romea
- Angelita Navalón
- Antonio Casal
- Camino Garrigó
- Casimiro Hurtado
- Emilio Santiago
- Enrique Herreros
- Fernando Fresno
- Joaquín Roa
- José Calle
- José Isbert
- José Jaspe
- José Prada
- Juan Calvo
- Juan Espantaleón
- Juana Mansó
- Julia Pachelo
- Julio Infiesta
- Luis Rivera
- Manuel París
- Manuel Requena
- María Cañete
- Mariana Larrabeiti
- Mary Delgado
- Milagros Leal
- Nicolás Perchicot
- Ramón Giner
- Santiago Rivero
Esta es, de sus 68 películas, la preferida de Rafael Gil, y creo que no andaba muy descaminado porque probablemente sea su mejor film y, sin duda, uno de los mejores de la década de los años cuarenta hecho en España, aunque me temo que eso no sea decir mucho, viendo la calidad media del cine español en esa época, por otra parte no mucho peor que en la actualidad.
El milagro que se produce en este asombroso, tristisimo y poético film no está a mi alcance descifrarlo, solo puedo decir que me ha parecido eso, un milagro del cine, que en nuestro pais es rarísimo que se produzca.
Además es el reflejo exactísimo de una España derrotada, provinciana, vacía, pequeña, desoladora, narrado a través de la historia de dos seres fracasados y atrapados por unas circunstancias opresivas (una Juanita encerrada en la pequeña capital de provincia, una chica soñadora de la que se ríen los jóvenes, con un padre que es un plomo y además viudo, un payaso patético de circo de tercera que sueña con no serlo, que tiene la mala fortuna dibujada en su rostro y que se vale de la mentira para no ser rechazado). Dos personas que quieren ser lo que no pueden ser, como tantos españoles de entonces.
En fin, una película de una tristeza que no se acaba nunca. Como la España de esos años cuarenta.
Antonio Casal, en esta y en otras pelis de Gil, es el símbolo del fracaso absoluto de nuestro pais, de la derrota de un pueblo tras la guerra civil. Es el arquetipo de la desgracia de la posguerra. De la desgracia de ser español.
Estamos ante una de las más brillantes y exitosas películas del gran Rafael Gil. Película que fue incluso declarada de interés nacional. En esta película Gil sigue más cerca que nunca los pasos de Frank Capra y Frank Borzage.
La película está basada en una novela corta de José María Pemán, el gran poeta, dramaturgo, articulista y ensayista, una de las figuras más relevantes de las letras españolas de la segunda mitad del siglo XX. Fue en 1935 cuando publico esta novela, que ya fue considerada por la crítica como más poesía que novela.
Rafael Gil se entusiasmo por esta tierna y genial novela. En 1949 había declarado: yo había soñado con esa poesía infinita de lo impalpable, de ese escalofrió intimo que a nadie confesamos, de esa angustia estremecedora que de pronto nos produce lo sobrenatural al mezclarse con lo cotidiano. Yo había soñado también con la ternura de la muchacha dormida en el remanso de la ciudad de la provincia, con la nostálgica aventura del circo que pasa.
Toda la acción se articula en el pobre payaso que encarna Antonio Casal en una de sus mejores interpretaciones junto a Camarote de lujo. El drama comienza cuando oculta su profesión de payaso a su amada Rosita, sobre todo por miedo a lo que su padre, un respetado farmacéutico, pueda opinar.
El mundo de los sueños que representa el circo envuelve el idilio de los dos jóvenes. Pero la realidad se impone cuando es necesario revelar la autentica personalidad del protagonista. Pocas veces en el cine europeo se ha expresado con tanta delicadeza, con tanta sensibilidad, la soledad del pobre enamorado, tímido e incapaz de vivir su propia felicidad.
La estampa de la ciudad de provincias, los cuchicheos de la gente cuando se produce un idilio, el retrato de las gentes del circo…todo esta maravillosamente expuesto en un guión magistral, con unos diálogos de gran belleza literaria, que fueron revisados por el propio Pemán, y con una puesta en escena poética y admirable.
La combinación de comedia y romanticismo que Rafael Gil logra en esta película es perfecta, sin que falte la pincelada de humor que otorgan los actores secundarios y el agudo trato social.
En definitiva, es una obra a recuperar y reivindicar, que enseña más sobre el cine español de los años cuarenta que multitud de paginas perezosas escritas con un revisionismo absurdo escritas con el único afán de contar solo lo negativo.
A pesar de lo tópico del argumento, a pesar de la época de rodaje, y a pesar de que el guión esté basado en una novela de Pemán, la película no está mal del todo. Está bien contada, con una planificación eficaz y unos actores muy en sus papeles. Como todas las comedias burguesas de crítica de costumbres, desde El sí de las niñas de Moratín, triunfa el amor sobre la conveniencia. Se saca partido del ambiente circense y del modesto revuelo que las idas y venidas del personal causa en una aburrida ciudad de provincias. Aparecen tópicos como el del payaso que no hace reír y las conversaciones de novios a través de la reja. Poco más se puede decir, aparte de la palabra maldita: se trata de una película entretenida . Sin más.