El fabricante de la muerte
Sinopsis de la película
Fritz Haarmann, que asesinó a 17 chicos tras mantener relaciones sexuales con ellos y posteriormente vender su carne en las postrimerías de la IGM en 1918, es interrogado por un psiquiatra para saber hasta donde está mentalmente sano y la cuantía de la responsabilidad de sus crímenes. Durante estos interrogatorios Haarmann revelará sus motivos y métodos de asesinato.
Detalles de la película
- Titulo Original: Der Totmacher (Deathmaker)
- Año: 1995
- Duración: 110
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Opinión de la crítica
Película
6.8
26 valoraciones en total
Karmakar no es muy conocido por el público fuera de Alemania pero este director, productor y guionista suele estar metido como jurado y conferenciante en varios saraos relacionados con el cine, además de compaginar su tarea creativa con la docencia en Harvard. Aunque se le reconoce principalmente su curriculum de documentales, con apenas 30 años firmó su primer largo de ficción aunque basado en los testimonios que rodearon la captura de Fritz Haarmaann, el Vampiro de Hannover. Haarmann fue un asesino en serie que liquidó y descuartizo al menos a 22 jóvenes homosexuales mordiendo ferozmente la tráquea o la yugular. Luego se dice que vendió la grasa de los cuerpos o los hizo salchichas, hasta que los lugareños sospecharon demasiado del inusual color de la carne, presuntamente, de cerdo. Este atípico retrato de un psicópata se circunscribe apenas en una habitación en la que un psiquiatra, el pajarito y un taquígrafo irán componiendo con todo lujo de detalles estos sucesos en la Alemania de principios del XX. El peso, por tanto, recaé prácticamente en el actor que da vida al vampiro más allá de la réplica del psiquiatra, personaje que tiene el cometido de provocar al monstruo para que este alumbre el caos que habita su cerebro y el infierno que surgió de sus acciones. Götz George, como Haarmann, parte del personaje de Peter Lorre para M. El vampiro de Düsseldorf, aunque la peli de Lang se basaba en Peter Kürten, otro asesino en serie contemporáneo de Haarmann pero con destacadas similitudes. No obstante George ofrece una mayor complejidad gracias al enfoque a modo de confesión culpable de la película. En un principio el entorno cerrado y varios minutos de un tipo patético, con muy pocas luces, que no dice más que estupideces puede quizás desanimar, pero si tenemos un poco de paciencia enseguida descubriremos la trampa que esconde la estructura narrativa y, tras un extraño detonante, nos asombraremos ante la terrible astucia del protagonista, siendo testigos de la aparición de salvajes relatos de atrocidades, sin atisbo de acomodamiento para el espectador mientras la película se embadurna de violencia. Este creo que es el mejor activo de esta película, la progresión formidable de Haarmann y los dos personajes que gravitan a su alrededor, como les come el terreno y evolucionan con gran dominio de los tiempos. Der Totmacher es una peli de psycho killers que se desmarca de la habitual recreación de hechos espeluznantes para ofrecer el complicado viaje por la laberíntica mente del asesino.
La película es todo un ejercicio de interpretación, tanto por parte del asesino,
Fritz Arman (Götz George) como por parte del doctor Prof. Dr. Ernst Schultze (Jürgen Hentsch) en el interrogatorio. Si las respuestas del asesino son crudas y dolorosas, no menos crudas son las preguntas del Dr., buscadas y rebuscadas con una gran dosis de morbosidad. En 1995, en el festival de Venecia, se le dio el premio al mejor intérprete a Götz George, pero justo hubiera sido darle el mismo premio a Jürgen Hentsch, cuyo papel en el interrogatorio es mucho más difícil. He visto la película en alemán con subtítulos en inglés y ha sido una de esas veces que a uno le hubiera gustado saber alemán para sacarle todo el partido a la interpretación. De lo que estoy seguro es de que esta película doblada al español, aunque fuera doblada por el mejor de nuestras mejores voces, no alcanzaría el dramatismo que se obtiene al escuchar al asesino en su voz original. Si alguna objeción he de ponerle a la película es la gran dosis de teatralidad que se respira: una habitación para el interrogatorio, tres personajes, y uno de ellos sin diálogo, y mucho diálogo. Realmente la trama se basa en el diálogo.