El extranjero
Sinopsis de la película
Argelia 1935, Mersault, un modesto empleado que vive y trabaja en Argel, recibe la noticia de la muerte de su madre. Sin estar particularmente angustiado, va a velar el cuerpo y acompañarla al cementerio. A su regreso, después del funeral, encuentra a Marie, una mecanógrafa amiga suya, y comienza una relación con ella. Un vecino suyo, Raymond, un pícaro, le ofrece su amistad y le pide ayuda para vengarse de una chica árabe. Meursault, indiferente y dispuesto a todo, consiente y mata a sangre fría al hermano de la chica.
Detalles de la película
- Titulo Original: Lo straniero
- Año: 1967
- Duración: 105
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Opinión de la crítica
Película
6.8
61 valoraciones en total
Buena y olvidada película de Visconti. Oscura como el libro en el que se basa, si bien, éste goza de mayor popularidad.
Nos cuenta la historia de un personaje poco convencional, de comportamiento indiferente, apático en muchas ocasiones, que apenas reacciona ante los importantes acontecimientos que le suceden y ante los que no parece querer (o poder) intervenir. Es un extranjero en un mundo que no debería resultarle ajeno.
La historia roza el fatalismo y el absurdo y es cerca del final cuando más se descubre el existencialismo de su autor. Sin este giro, el resto de la película no tendría fuerza, o no la suficiente.
La película no es perfecta, puede parecer algo lenta durante la primera mitad y, en la segunda, el discurso peca de simplista en no pocas escenas. Aun así, la idea desarrollada es lo suficientemente interesante como para invitar a un visionado, especialmente en un día con ganas de reflexión. Mastroianni, en un papel muy difícil, está perfecto.
Visconti consigue quizás lo más difícil en esta adaptación: captar la apatía del personaje y la soporífera atmósfera presentes en la obra de Camus. Me quedo con la primera parte de la película, con esa insoladora sala de blancos en la que el protagonista vela a su madre. También con la fascinante presencia de Mastroianni.
Esta es la historia de un hombre que mató a otro hombre. Lo hizo porque sintió que él, su novia y sus amigos, estaban siendo obsesivamente perseguidos, y él mismo se sintió amenazado con una navaja antes de disparar el primer tiro. Cuando remató al hombre, quería asegurarse de que estuviera bien muerto, porque su presencia se estaba convirtiendo en una paranoia. Pero, esto no lo entendió nadie en la Argelia francesa de aquellos tiempos… o no quisieron entenderlo porque había otro motivo para condenar a Meursault: ¡Pensaba distinto! Estaba en contravía con la anclada moral y con los rancios paradigmas de la sociedad en que vivía. Como no encontraba explicación para Dios, Meursault no creía en Él. No lloró ante la tumba de su madre porque veía en la muerte una lógica transición y fue muy independiente con respecto a ella. Cuando buscó el refugio de Marie -apenas un día después del funeral-, estaba en su derecho de querer seguir viviendo. No sabía explicar la verdadera razón por la que mató al árabe, pero esto no quiere decir que no hubiera una buena razón… pero, el pecado de pensar distinto es, para muchos, signo de locura, de rebeldía o de maldad… y siempre resultan aquellos dispuestos a fusilarlo.
Uno siente que, aquel inofensivo empleado francés que ha dado prueba de sentimientos afectuosos, de amistad, solidaridad y respeto por la individualidad humana, está siendo juzgado por un tribunal de Ridículolandia con más aspecto de inquisidores que de jueces en un Estado de Derecho.
Para nuestro gusto, Albert Camus, tuvo con ésta su más lograda obra. Escrita en 1942 -en pleno auge bélico- fue, éste, un valiente alegato contra la abigarrada y enclenque justicia, dispuesta a deshacerse de todo aquel que no siga los lineamientos trazados por el oscurantismo ideológico y, Luchino Visconti –aún en contra de sus personales pretensiones en la adaptación de la obra-, consigue uno de sus mejores filmes, logrando transmitirnos esa atmósfera de incomprensión y de absurdo social, al tiempo que borda con ternura, la potencia y la fragilidad interior de un personaje con más entendimiento de la vida que todos aquellos que lo condenan.
Marcello Mastroianni, logra la humildad y la expresividad contenida, que dice más que todas las palabras que pudo haber expresado, y ese clima argelino, cálido y húmedo -definitivamente atípico en el cine viscontiano-, lo muestra en su indefensión, como un extranjero en un mundo que, aún no entiende, que no hay una sola manera de ver las cosas.
Y para un hombre desencantado con lo obtuso de la sociedad humana, la muerte puede parecerle un regalo, y no ve en ella el más mínimo castigo.
En líneas generales no me ha convencido esta película desde ninguno de los dos enfoques posibles: como adaptación me ha parecido incompleta, descuidada e incoherente, y como película sin más (al margen de la procedencia de su historia original) me ha resultado arrítmica, irregular y con una dirección floja que no ha envejecido del todo bien (ese abuso de zooms para provocar dramatismo con ese acompañamiento musical, o esa casi ridícula escena en la playa, por citar un par de ejemplos).
En mi opinión el verdadero punto flaco de la película radica en su mala presentación, la cual desembocará inexorablemente en un flojo desarrollo posterior del argumento.
Vayamos por partes:
• PRESENTACIÓN
Era de vital importancia que quedara totalmente definida la personalidad del personaje principal para poder asimilar correctamente los eventos venideros. Pero no es el caso: el existencialismo es practicamente inapreciable en esta parte del film, lo cual se debe principalmente a un mal empleo de la voz en off. Siempre diré que una voz en off debe ser más complementaria que redundante. ¿De qué me sirve que el protagonista recalque que se fue a pasar un fin de semana al río si eso ya lo estoy viendo por mi cuenta? Sin embargo, lo que no se intuye fácilmente, el carácter descuidado y existencialista del personaje, apenas es mencionado o sugerido de forma decente.
Por otra parte, la actuación de Marcello no la encontré adecuada, pero no por culpa suya ni mucho menos, sino por la pobreza de sus frases y la mala dirección ya mencionada, al menos en esta primera parte.
• NUDO
Es en el momento del juicio en el que una persona que no ha leído el libro se empieza a dar cuenta de que el protagonista es una persona insensible y sin alma , pero eso es debido a que es el propio fiscal el que nos lo empieza a demostrar a los cincuenta minutos de película, teniendo que haber sido el propio Visconti el encargado de retratar correctamente al protagonista con anterioridad.
Llegados a este punto, ya está claro que se ha dado un enfoque equivocado al argumento: acaba dando la sensación de que es el fiscal el que condena al hombre en lugar de haber estado el hombre condenado desde el principio por ser como es. En otras palabras, la película se centra más en la hostilidad del mundo con el extranjero que en la incomprensión del extranjero con el mundo. Y eso no es existencialismo, es inconformismo sin más.
Con el hombre rebelde , El extranjero es el mejor libro escrito por Albert Camus ( existencialista francés).
Luchino Visconti se arriesga y nos entrega una gran película, Marcelo Mastroainni no se queda atrás como protagonista interprepretando a Meaursault el personaje principal de la novela, el prototipo del hombre auténtico, libre de las convenciones sociales, incapaz de engañar o autoengañarse, a quien se condena no por el crimen cometido, sino por ineptitud para fingir lo que no siente. Es incapaz de hacer el juego. Mentir no sólo es decir lo que no es. también significa y sobre todo significa decir más de lo que es, y, en lo que respecta al corazón humano, decir más de lo que se siente. Esto es algo que hacemos todos los humanos para simplificar nuestras vidas.
El protagonista no desea simplificar nada. Rehúsa mentir y acepta morir.
El personaje no finge dolor alguno en el entierro de su madre, por ejemplo.
Visconti como Camus demuestra con este filme que las relaciones humanas son un teatro, una comedia, de la cual todos somos actores.