El doblón Brasher
Sinopsis de la película
Un detective (George Montgomery) busca una valiosísima moneda que ha sido robada de la colección de una acaudalada mujer. Durante su pesquisa, algunos involucrados encuentran la muerte en manos de una organización delictiva que también ansía hallar la preciada moneda.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Brasher Doubloon
- Año: 1947
- Duración: 72
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Opinión de la crítica
Película
6.4
97 valoraciones en total
John Brahm, es un director extraño. Extraño porque incluso los cinéfilos desconocían su existencia hasta hace pocos años. Tiene perlas como The lodger ó Hangover square , obras que deberían tener un lugar destacado en la historia del cine negro y que para algunos lo tienen.
El film que nos ocupa está basado en una novela de Raymond Chandler, con todos los ingredientes de los films mas conseguidos de las llevados a la pantalla. Con resonancias muy directas de The big sleep , tiene una puesta en escena poderosa llena de fuerza, sutileza, ironía y barroquismo. Sus protagonistas no son ni Bogart ni Bacall ni Elizabeth Scot, pero no desmerecen en la comparación. Son 72 muinutos del mejor cine negro.
Siguiendo con el pack de John Brahm, la segunda película es la también inédita The Brasher Doubloon, interesante para coleccionistas porque se trata de una adaptación de La ventana siniestra, de Raymond Chandler, con nuestro amigo Philip Marlowe a cargo de las pesquisas. Mucho se ha hablado de un posible miscasting al elegir a George Montgomery para el papel protagonista. Montgomery era guapo, cierto, pero no pasaba de ser un actorcillo de serie B especializado en cintas de aventuras. En la que nos ocupa, está correcto y punto. Para miscastings, los de James Garner en Marlowe, detective muy privado, y de Elliott Gould en El largo adiós. Siempre quedará la duda de cuál fue el mejor Marlowe, si Bogart en El sueño eterno, o Mitchum en Adiós muñeca. Cada cual que elija. En cualquier caso, el film de Brahm está rodado con la elegancia característica de su director, en un perfecto B&N y con un manejo de la tensión impecable, además de esos juegos de luces y sombras heredados del expresionismo alemán. Los actores, todos de segunda división, cumplen con esmero y, por una vez, la trama puede seguirse sin que nos extraviemos, como sucedía a veces en El sueño eterno. Una gran oportunidad para seguir conociendo a John Brahm y llenar otro hueco de la colección.