El diario de Ana Frank
Sinopsis de la película
Amsterdam, julio de 1942. Con objeto de escapar de la Gestapo, la familia Frank se esconde en la buhardilla del señor Krater. Allí convivirán con otro grupo de judíos: la familia Van Daan. Todo quedará reflejado en el diario de la pequeña hija de los Frank.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Diary of Anne Frank
- Año: 1959
- Duración: 170
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Opinión de la crítica
Película
7
71 valoraciones en total
Maravillosa cinta donde se narra la cruda historia de una familia judía que se esconden en lo alto de una casa con otra familia y varias personas más, con el único propósito de que no sean descubiertos y arrestados por la Gestapo.
Un largometraje duro pero real, quizás me pareció algo lenta ya que hablamos de casi tres horas de rodaje.
Gran papel de Millie Perkins dónde sus maravillosos diálogos y su desfachatez enriquecedora de moverse por el altillo de una casa abandonada, hacen que el espectador llegue a enamorarse.
A pesar de ser una trama sencilla y con un sólo propósito, me encontré con momentos de tensión y situaciones y diálogos muy merecedoras, entrañable.
Recomendable. Mi nota es de un 7,5 sobre 10
Adaptación cinematográfica de la obra teatral de Francis Goodrich y Albert Hackett, con guión de los propios autores, que a su vez tomaron como base el diario que Ana Frank escribió mientras duró su reclusión en una buhardilla de Amsterdam durante la ocupación nazi.
Tras el éxito alcanzado en el teatro, Otto Frank, el único superviviente de esta conmovedora historia, autorizó a la 20th Century Fox la preparación de la película. En un principio se pensó en Natalie Wood para el papel de Ana, que acabó rechazándolo. El Sr. Frank también se entrevistó con Audrey Hepburn, que finalmente también declinó la oferta por considerar que debido a la diferencia de edad no podía dar en pantalla la imagen de la adolescente. Además se sentía demasiado afligida por la implicación emocional que conllevaba este trabajo, ya que ella también había vivido la ocupación nazi en Holanda y había leído la versión original del libro. No obstante mantuvo la amistad con Otto Frank hasta su muerte y fue presidenta de la Anne Frank Educational Trusk Uk. Finalmente el papel fue para la actriz Millie Perkins.
La película es bastante fiel al libro, exceptuando los pasajes en los que Ana manifiesta sus sentimientos amorosos, que en el filme son apenas descritos. Una película para reflexionar sobre la libertad y las adversidades absurdas que provocan los enfrentamientos humanos.
Buen trabajo coral de todo el reparto en el que ningún actor destaca sobre los demás, simplemente por estar todos brillantes.
Debido a su origen teatral y a la propia historia que se describe, la acción se desarrolla sólo en dos decorados y su traspaso a la gran pantalla se hace en algunos momentos monótono, que no aburrido. Especialmente destacable es la tensión dramática que se crea en el momento en que unos soldados alemanes entran en la casa donde se ocultan los protagonistas, mientras el gato de la familia está a punto de descubrirles el escondite.
3 Oscars en 1959. Mejor actriz secundaria, Shelley Winters, Mejor fotografía y Mejor dirección artística.
El diario de Ana Frank es el diario del horror de las guerras, de todas las guerras que generan odio, racismo e injusticias. Una chica y su familia y unos amigos, procedentes de Alemania, viven hacinados en una especie de trastienda, ocultados por unos amigos, en Amsterdam. Son judios. Durante el día no puieden hacer ningún ruido porque allí hay una fábrica y los pueden decubrir.
La tensión que genera vivir así, el descubrimiento del amor, la descarga emocional que vuelca Ana en su diario jalonan la vida monótona de estas personas -en una situación límite- hasta que son descubiertas.
Excelentes son el guión, la puesta en escena, la fotografía, la música y la interpretación de todos los actores.
El 12 de junio de 1942, Annelise (Ana) Frank cumplió trece años y recibió el regalo que ella convertiría en uno de los testimonios más desgarradores sobre la tragedia del holocausto judío durante la Segunda Guerra Mundial.
Aquella chica de despierta inteligencia, de espíritu alegre e inquieto, dotada de un carácter fuerte y de una desarrollada capacidad para analizarse a sí misma y su entorno con aguda precisión, no sabía que ya era una escritora más que consumada y que habría de pagar el precio más cruel y elevado para obtener una fama póstuma y universal que ella nunca había deseado, y mucho menos aún a semejante precio.
Imaginaos a una chica de trece años, plena de sueños y de ansias por empaparse de la vida que palpitaba ante sus ojos, obligada a privarse de su libertad física (ya que no espiritual) y confinada en el reducido espacio de una casa oculta, forzada a convivir las veinticuatro horas del día con otras siete personas.
Imaginaos a esa chica que día a día experimentaba el terror de que los descubrieran, que tenía que pasarse horas y horas de absoluta quietud para evitar cualquier ruido delator, que cotidianamente soportaba las rencillas, las discusiones, los roces que lógicamente surgían entre tantas personas que sólo se tenían las unas a las otras. Pero su carácter optimista y activo no le permitía deprimirse seriamente, y además contaba con varias vías de escape: su imaginación poderosa, las abundantes lecturas y su diario. Aquella Ana inquieta, charlatana y rebelde poseía una profundidad psicológica y un alma inmensamente fértil que, como vía de desahogo y búsqueda de la Amiga, se estaban desnudando prodigiosamente y honestamente en aquellas páginas que no fueron escritas con intención de pasar a la posteridad.
Su diario fue su gran refugio, el consuelo de las horas muertas que ella veía desgranarse con la esperanza de que toda aquella pesadilla terminaría para encontrar la libertad anhelada.
Durante dos años de impenitente encierro, veinticinco meses de enclaustramiento, Ana se fue convirtiendo en la mujer que habría podido llegar a ser. Frescura y madurez, una fascinante personalidad que quedó de manifiesto y plasmada brillantemente, para mi asombro y admiración, en una de las obras literarias que sitúo en la cumbre de la literatura de todos los tiempos. Precisamente por su sencilla maestría, por su absoluta honestidad, por el alma imperecedera de su autora y porque ella nunca la habría considerado una obra digna de pasar a la historia.
Ana Frank me sacude el corazón como ningún otro escritor consigue hacerlo, y es para mí esa Amiga que ella siempre quiso tener, esa Amiga que todos desearíamos tener.
Cuando este verano tuve ocasión de visitar Amsterdam, lo primero que hice fue plantarme en la larga cola y esperar pacientemente para entrar a impregnarme del aura de aquella casa.
Estamos ante una de las películas más prestigiosas de George Stevens, toda una fiel adaptación del conocido Diario de Ana Frank. Partiendo de el realiza una magistral película de actores y en la que combina la acción, el suspense, el humor, la ternura, la tensión… Todo dentro de una simple habitación en lo alto de una casa.
Es una película bastante reflexiva sobre el ser humano y sus sentimientos, sobre la guerra, sobre la familia, el amor, la amistad, la fraternidad… Todo ellos visto por los ojos de una adolescente. Es una película que apuesta por el ser humano, que vuelve a dejar patente que las verdaderas víctimas de una guerra son siempre los inocentes, aquellos que no tienen nada que ver, aquellos que solo quieren ser felices y no les dejan.
Podemos decir que es una película triste, una película muy conseguida en el sentido de que logra transmitir al espectador esa tensión e inquietud, en las escenas por ejemplo donde todos están pendientes del gato, o en la que suben dos policías militares hasta la puerta del altillo. Es una película llena de diálogos maravillosos.
Es una película de actores, con cierto carácter teatral, una sola habitación en la que se va a desarrollar casi toda la película. El peso lo llevan los actores, desde el primero hasta el último de los que conviven en el altillo. La Academia le dio a Shelley Winters a la mejor actriz secundaria por el extraordinario papel que aquí hace. También destacaría el del padre de Ana Frank.
En definitiva, no solo es una película entretenida y que engancha, sino que es una película para pensar, para meditar sobre la vida misma y su valor, para valorar la libertad como la dignidad más grande que puede tener el ser humano, para valorar la vida…