El diablo en el cuerpo
Sinopsis de la película
Primera Guerra Mundial (1914-1918). Basada en un polémica novela escrita en 1923 por Raymond Radiguet. Narra la relación amorosa entre un adolescente y una joven cuyo marido está en el frente. A pesar de su éxito, tuvo problemas con la censura en varios países. En 1986, el director italiano Marco Bellocchio hizo otra adaptación del mismo título, pero ambientada en los ochenta.
Detalles de la película
- Titulo Original: Le diable au corps aka
- Año: 1947
- Duración: 110
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Opinión de la crítica
Película
6.8
61 valoraciones en total
Ejemplo emblemático del cinéma de calité francés contra el que despotricaban los jóvenes airados de Cahier de Cinéma quienes tomaron, entre otros, como foco de sus invectivas a este clasista y clasicista Autant-Lara, realizador no obstante más que recuperable gracias a encomiables trabajos como son La Travesía de París (1956) o En caso de desgracia (1958). Desde luego merecía más la obra del malogrado Raimond Radiguet cuya fuerza narrativa literaria se pierde en este trasvase cinematográfico, fiel pero mal contada, pues, en efecto la cinta concita todos los males de la calité: plúmbea adaptación literaria, dominio del guión sobre la realización, resalte de la actuación sobre la acción y, subsecuentemente, rodaje convencional. Este estilo se acusa sobre todo durante una primera hora tediosa que, no obstante, remonta en la segunda gracias a un ritmo más vivaz (allegro ma non troppo) con un par de escenas fluviales dignas de Renoir, pero el conjunto es desequilibrado a la vez que monótono. La historia que quiere ser pasional y escandalosa, hubiera requerido quizá otra pareja distinta a Philipe-Presle que, a mi entender, no funciona (no al menos como la Bardot-Gabin en la citada En caso de desgracia) y que me perdone el príncipe de los actores pero Gerard Philipe desgracia el personaje, revejudo para encarnar a un adolescente encelado que él tergiversa en un impertinente dudosamente seductor. No obstante, el film cuenta con el dudoso mérito de ser muy superior al bodrio que replicó Marco Bellocchio en los ochenta. En ambos casos, como amante del cine, recomiendo acercarse antes a la literatura.
Tenía tanta inconformidad con la institución donde hacía su bachillerato que, el joven Raymond Radiguet, terminó abandonando sus estudios y se dedicó a trabajar. Al tiempo, a su casa comenzaron a llegar una serie de libros de los más connotados escritores clásicos (Stendhal, Proust, Verlaine…) y, el joven de 13 años se entusiasmó tanto con ellos que comenzó a tener más tiempo para leer que para trabajar. Interesado, luego, en el periodismo, comenzó a escribir poemas… y así se fue acercando a los grandes artistas e intelectuales de la época: Max Jacob, Modigliani, Picasso, Georges Auric… y Jean Cocteau, quien dijo de él: Es el alumno que se convirtió en mi maestro.
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El impulso que, Cocteau, le diera, animaría al joven escritor a aventurarse con la novela, y a sus 18 años, recordando una historia de amor que tuvo, cuando tenía 14, con una vecina de 18 llamada, Alice Serrier -cuyo esposo se encontraba en el frente durante la I Guerra Mundial-, se dispuso a escribirla y así surgiría, Le Diable au Corps. Seguidamente, escribe otra novela, Le Bal du Comte d’Orgel, y tras la publicación de la primera, a comienzos de 1923, cuyo éxito de librerías no se hizo esperar (vendió cien mil ejemplares en pocas semanas), de inmediato se decidió publicar la segunda… pero, el aventajado escritor, solo alcanzaría a ver las pruebas de imprenta porque, afectado de una fiebre tifoidea, por un mal diagnóstico médico fallecería el 12 de diciembre de 1923, cuando apenas cumplía 20 años.
Tanto éxito obtuvo, El Diablo en el Cuerpo, como protestas airadas de los moralistas que no le perdonaban que mostrara la guerra como un escenario adecuado para entregarse a la vida sexual y al amor. Y desde el flanco patriota, muchos se opusieron al carácter antibelicista que se adivinaba en la -para ellos- mórbida historia. ¡Imperdonable que la esposa de un hombre que lucha por su país, se enamore de un chico posesivo, contradictorio e impulsivo que sigue viendo la vida color de rosa! Pero, Radiguet, era de los que creían en aquella famosa frase que, luego se haría célebre: haz el amor y no la guerra… y como él era menor de edad cuando vivió su romance y no podía ir al frente, ¿qué mejor inversión del tiempo que hacerle el amor a una bella mujer que se sentía sola?
La adaptación cinematográfica de, Jean Aurenche y Pierre Bost, muy sobriamente dirigida por Claude Autant-Lara, tampoco estaría ajena a la controversia y a la censura, pues, todavía estaba reciente la II Guerra Mundial y la historia volvía a pesar con sus efugios pacifistas y antimilitaristas.
Micheline Presle y Gérard Philipe, logran dos personajes plenos de carisma… y las metáforas de la fogata que, una vez aumenta gradualmente su calor, y en la segunda, éste se reduce hasta apagarse, son un buen resumen de una historia que no será fácil de olvidar.
Una frase, puesta por Radiguet en boca de uno de sus personajes en su segunda novela, resultó premonitoria y podría servir para comprenderlo:
Yo tenía un apuro abrasador, el de quien morirá joven y, por eso, se esfuerza doblemente.
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