El día del fin del mundo
Sinopsis de la película
Las peores pesadillas se hacen realidad para un grupo de siete personas, que han sobrevivido a un holocausto nuclear. Desde su refugio en la montaña observan cómo plantas y animales empiezan a sufrir monstruosas mutaciones por efecto de la radiactividad. La supervivencia del grupo depende de su inteligencia para enfrentarse a grandes mutantes caníbales.
Detalles de la película
- Titulo Original: Day the World Ended
- Año: 1955
- Duración: 79
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Opinión de la crítica
Película
4.8
40 valoraciones en total
Estamos ante la primera película de ciencia ficción firmada por el gran Roger Corman (si bien es cierto que poco antes figura como codirector de The Beast with a Million Eyes 1955) y quinta de las rodadas en su primer año (1955) como director, donde se nos cuenta una historia post-apocalíptica, en la que 5 supervivientes del holocausto nuclear que ha acabado con prácticamente toda la humanidad, convergen en una casa habitada por Jim Maddison (Paul Birch) y su hija Louise (Lori Nelson), la cual al estar situada en medio de un valle en el que abundan las minas de plomo se ha salvado de la destrucción.
A partir de aquí, con padre hija y los 5 supervivientes reunidos bajo el mismo techo, los cuales son: Tony Lamont y Ruby (Mike Connors y Adele Jergens), un impresentable tipejo y una rubia sueltecilla, Rick (Richard Denning), un tipo duro que aparece cargado con Radek (Paul Dubov), un contaminado al que recogió por el camino y Pete (Raymond Hatton), un viejo buscador de oro que llega con su burro Diablo, tenemos una pasable (siendo pelín generoso) película de ciencia ficción, en la que la trama gira en torno a los problemas derivados de la convivencia y el racionamiento de provisiones (con el desagradable Tony Lamont metiendo la gamba continuamente) y de la existencia de unos caníbales mutantes (se alimentan de carne contaminada y lucen una cabeza con 3 ojos y varios cuernos) que andan por la zona.
A día de hoy y a diferencia de muchas otras obras del Corman (le podemos ver en una foto enmarcada junto a Louise en varios fotogramas de la película) de la época, me temo que solo pueda tener interés como curiosidad de ver una de las primeras películas de este maestro de la serie B.
El segundo inicio de la humanidad, tras un desastre postapocaliptico, será, según Roger Corman, sin relaciones interraciales. En el grupito de supervivientes del film no había ni negros ni orientales que pudieran procrear con blancos. No es de extrañar, cuando en los años 50, en algunos estados de los USA eran delito los matrimonios interraciales. Asi que el guionista evita un problema. Fuera otras razas o etnias. Y dentro de los blancos, Corman elige al puro WASP rubio, educado y temeroso de Dios como nuevo Adán frente al moreno ítaloamericano, delincuente, cobarde y descreido, que acabará como mandan los cánones. Y, para rizar el rizo, se muestra el conflicto vida rural/urbana, asi la nueva Eva es una chica sana de campo, mientras que la chica de ciudad es fumadora, alcoholica y bailarina de striptease, vamos que no hay nada mas en las ciudades, cueva del vicio.
En conjunto, el filme es un catálogo de fobias, discriminaciones y filias de la sociedad estadounidense de aquellos años. La Scifi aparece, por decir algo, en el argumento y los monstruos mutados de todo a 100 que les acosan, pero poco. El peor enemigo del hombre es uno mismo.
Supongo que igual que yo, la mayoría llegan aquí atraídos por el nombre de Roger Corman, alguien que si alcanzó cierta fama fue por sus adaptaciones de textos de Allan Poe, de la mano del grandísimo Vincent Price, y no precisamente por películas bienintencionadas como este El día del fin del mundo . Hay poco que destacar en esta historia post-apocalíptica, poca calidad. Se trata de una mera curiosidad, una película hecha con la intención de sobrepasar escasamente los sesenta minutos y orientada a formar parte de las dobles sesiones de la época. Una casa en un valle rodeada de depósitos naturales de mineral de plomo es la excusa para que en ese espacio se recojan los aparentemente únicos supervivientes de una catástrofe natural. ¿Se pueden tener mejores intenciones?, desde luego el punto de partida es interesante, si pasamos por alto que el plomo pueda hacer de repelente de la radioactividad. Lo que sigue es a menudo ridículo, está repleto de clichés, se ve venir a años luz lo que va a suceder y no hay lugar para la sorpresa.
Hasta que aparece el bicho mutante, tal cual vemos en la maravillosa carátula de la película, un monstruo humanoide con cuernos, unos cuantos ojos, una boca horrible y muchas ganas de fastidiar a los protagonistas. ver a ese bicho es genial. Me ha recordado a Ed Wood y su fantástico imperativo positivar!! . Pero la peli es mala, no voy a engañar a nadie, y entre actuaciones mediocres de los actores y ciertos hechos incomprensibles, llega ese final que Corman siempre quería que fuera potente para que el espectador se quedara con buenas sensaciones sin que acabe de funcionar. Ni el monstruo ni lo que va antes ni después, El día del fin del mundo es una muestra de inicio más bien flojo como director de uno de los grandes nombres del cine. Corman produjo más de 400 películas, se dice pronto, así que no es un don nadie precisamente. Sin embargo, aquí no hay mucho que destacar, de la mano de Vincent Price sí llegarán grandes cosas.
Un desastre nuclear ha acabado con el mundo. 7 supervivientes se refugian en una casa, protegida por las montañas de la radiación. No pueden salir, y además están rodeado por los seres mutantes resultantes de la radiación. Pero el mayor peligro, son ellos mismos. Una trama que puede parecer simple, pero que mola y funciona realmente bien.
Una película interesante, de pura supervivencia, y donde todos vivirían mejor sin cierto individuo… pero ahí sigue, en fin, si no no tendría gracia la historia.
No está nada mal, tiene su intriga, su drama, su misterio, su monstruo… entretiene lo suyo. Buena ciencia ficción de los 50.