El cuerno de la abundancia
Sinopsis de la película
En un pequeño pueblo de Cuba, una noticia explota como un petardo: los que se apelliden Castiñeiras recibirán una jugosa herencia que unas monjas depositaron en un banco de Inglaterra en el siglo XVIII. Todos los que así se apellidan empiezan entonces con los trámites para hacerse con su parte, pero como, es de imaginarse, muchas obstáculos se cruzan en el camino. Bernardito (Jorge Perugorría) será el líder en esta disparatada búsqueda del tesoro…
Detalles de la película
- Titulo Original: El cuerno de la abundancia
- Año: 2008
- Duración: 107
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Opinión de la crítica
Película
5.9
78 valoraciones en total
Simpática película, que nos muestra a Cuba en toda su esencia, el carácter, las luces, las sombras, y sobre todo sus ilusiones y espíritu. Es un cúmulo de disparates, que frecuentemente nos hacen reir, es una forma de vida, alejada de Occidente, pero así es la idiosincracia del cubano. Ante todo hay que decir que es feliz, con sus desgracias y miserias, pero desborda alegría, felicidad, buen humor, y sobre todo esperanza por un futuro mejor. Esas sensaciones se transmiten al espectador, que cuando acaba de ver la cinta, concluye que ha pasado un buen rato.
De la mano de Juan Carlos Tabio, (coodirector de Fresa y Chocolate ), el film nos cuenta una pequeña historia, con una cierta base real, centrada en la humilde población de Yaragüey, una apacible villa cuya paz se ve perturbada debido a la posibilidad que tienen muchos de sus habitantes apellidados Castiñeira (que son unos cuantos), de heredar una fabulosa fortuna de un antiguo antepasado. Contada a modo de fábula desde la perspectiva de uno de los posibles nuevos ricos,Bernardito (Jorge Perugorria), que hace las veces de narrador de la historia, acompañándonos durante todo el film, e informándonos de todos los detalles necesarios sobre todos y cada uno de los personajes que aparecen, que por cierto no son pocos (en el reparto podemos reconocer a Mirta Ibarra, Vladimir Cruz, o a Enrique Molina entre otros).
Si bien, es cierto que el director intenta ofrecernos un retrato bastante aproximado de la sociedad cubana del presente, en la que apenas queda atisbo del ideario comunista en sus habitantes, y cada vez queda más clara la presencia del capitalismo. Esto se puede ver en la avaricia que se despierta entre todos los posible herederos.Evidentemente en el film están exageradas algunos comportamientos así como la gran mayoría de los personajes de los que se tira de estereotipo a la hora de retratarlos, con la finalidad de acentuar su caracter fabulesco, casi de cuento con moraleja incluida. Sin embargo, en una revisión atenta del film, se puede observar que realmente el film está bastante alejado del título que teoricamente reivindica ( Fresa y Chocolate ) y se declara como referente inmediato.
Pero realidad, a un espectador español, se le aparecerá con casi total seguridad Berlanga. Y es que el costumbrismo con el que parecen estar retratados todos sus personajes unido a cierta exageración que raya en la astracanada, incluso en lo absurdo, recuerdan inevitablemente a Bienvenido Mr. Marshall , debidamente pasado por el cedazo de la realidad de la isla caribeña. Es cierto que hay algunas inteligentes alusiones a la situación cubana en clave irónica, pero son las menos, y el director ha optado por un camino mucho más plácido con chistes facilones, y una tendencia a abusar de las situacione sexuales en clave cómica. Con todo, y a pesar de lo abultada de la sombra de un Berlanga sin excesiva mala leche (y es que Azcona era mucho Azcona), se trata de un film agradable de ver, sin pretensiones y que a los espectadores españoles más maduros encontrarán más de un paralelismo entre la situación cubana actual y la española de los tiempos de Franco, salvando las distancias, claro está.
No sabemos si la censura cubana ha impedido a Tabio ir más allá de sus planteamientos, aunque lo evidente de sus chistes, la excesiva superficialidad de sus planteamientos, y la casi total ausencia de alegorias o metáforas hacen pensar que el resultado final del film no dista demasiado de los planteamientos iniciales.
Flojo grotesco a la cubana. Tiene un inicio prometedor, donde con acertadas escenas y simpáticas observaciones, se intenta conquistar la complicidad del espectador, con miradas y comentarios a cámara del protagonista (un siempre solvente y seductor Jorge Perugorría). Pero una vez desatado el nudo argumental, todo empieza a desbarrancarse irremediablemente. Lo que era una comedia levemente ácida se transforma en un grotesco con poco ingenio y bastante tosquedad, con personajes sin matices y algunos llamativamente burdos, como el del retrasado Miguelón. No causan demasiada gracia -por repetitivas- las escenas de coitus interruptus del protagonista, y se abusa sin mucho sentido de las escenas de sexo (sólo se agradece la belleza y sensualidad de Annia Bu y Laura de la Uz). Por momentos me hizo acordar bastante a viejas y malas comedias argentinas de hace 20 o 30 años, hasta con un patético cuadro musical. Y dejo para la interpretación ideológica de cada uno el mensaje subyacente. Personalmente, además de confuso y poco comprometido para el lado que fuere, me pareció negativo y sin ingenio. Bastante mal resultado para un Director con antecedentes mas que dignos como Fresa y chocolate o Guantanamera.
Genial comedia cubana del estilo de Lista de espera y Guantanamera del mismo Director y algunos actores que trata con mucho humor en un pacífico pueblo muchas de las necesidades y circunstancias que hay hoy día en Cuba y en muchos paises latinoamericanos y que cuenta la desestabilización y transformación que sufre todo el pueblo ante la inminente llegada de una gran herencia a parte de sus vecinos.
Muy buenas situaciones cómicas típicas de Cuba.
Juan Carlos Tabio parece que viva del éxito de sus anteriores buenas películas Fresas y chocolate y Guantanamera pues aquí no hay la calidad de las primeras. Es una especie de comedia astracanada al estilo Berlanga de los últimos tiempos pero a la cubana . La idea de fondo (la ilusión de los pobres de salir de su penuria) está calcada de Bienvenido Mister Marshall a quien hace homenaje con un cartel de la película. Ni me hizo gracia, ni me aportó novedades al drama cubano, ni pone el dedo en la llaga pues en clave de humor parece que critique el régimen cubano pero sin molestar demasiado. Me la podia haber ahorrado tranquilamente.