El coloso de Rodas
Sinopsis de la película
El héroe griego Darío (Rory Calhoun), que se encuentra en Rodas disfrutando de unos días de descanso, verá perturbado su sosiego debido a una revuelta de esclavos que luchan contra la opresión del perverso tirano de la isla, que buscará la alianza de los fenicios para aplastar la rebelión.
Detalles de la película
- Titulo Original: Il colosso di Rodi
- Año: 1961
- Duración: 120
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Opinión de la crítica
Película
5.4
64 valoraciones en total
Seguramente el mejor y más conocido peplum , el subgénero con el que la cinematografía europea quiso imitar a Hollywood en el genero histórico-épico que había puesto de moda, claro que con presupuestos, actores y directores muy inferiores. ¿Les suena? Lo mismo se hizo con el western (en Almería, claro), las de agentes secretos (repletas de preciosas italianas), las de policías superduros (tras Harry el sucio ), las de bárbaros (tras Conan ),…
Como era de esperar, el peplum fue degenerando y a fuerza de repetir argumentos, actores y a menudo decorados y vestuarios la gente acabó pasando de ellos, lo que no quita que hasta entonces a veces lograsen películas interesantes y llenasen los cines de barrio. Justo antes de irse con Eastwood a Almería, Leone rodó (creo que en Santoña) esta agradable película que me recuerda mucho los viejos tebeos del Jabato o las novelas ilustradas Bruguera, nada en ella es medianamente basado en hechos históricos o siquiera verosímil, y ese es justo su encanto, raro es que no aparezcan dioses o dragones.
Rory Calhoun no encaja mucho pero era típico que el cine europeo recurriera a galanes americanos venidos a menos, los buenos lucen todos musculitos (parece que en esa época nunca hacía frío), los malos (como siempre) tienen barba y (como en las de 007) hay una chica guapa buena y otra aún más guapa mala y muchos, pero que muchos gadgets , incluso un circo que recuerda a Quo vadis? . ¿Quién da más?
Un tipo de cine que ya no se hace ni se hará y del que antaño disfrutabamos los sábados por la tarde, mientras merendábamos, justo antes de ir a jugar al fútbol. Qué tiempos¡¡¡
Mi crítica pretende definir el Péplum italiano en los siguientes 10 pasos:
1º- La chica buena, como es lógico de buen ver, aunque en alguna escena de acción se le puede correr un poco el maquillaje y envejecer diez años de golpe, siempre estará en peligro.
2º- El Héroe o action man, salido de una academia de modelos, que tiene una misteriosa fuerza, capaz de enfrentarse a cuatro legionarios a la vez. En el minuto 50 de película será encarcelado, o bien se desmayará después de recibir un golpe en la cabeza.
3º- La chica mala, manipuladora, codiciosa que esta también enamorada del Leónidas de turno. Importante que luzca bien con los vestidos ajustados.
4º- El tirano que tiene sometida a la población. El malo, aveces es el jefe de la oposición que planea un extraño golpe de estado por llamarlo de alguna manera.
5º- El viejo majete , que ayudará al protagonista a salvar a la chica. Suele morir atravesado por una lanza, de esas que hacen un efecto extraño.
6º- El cuerpo de baile. En todas las cintas es sagrado que haya al menos una coreografía de bailarinas.
7º- El decorado. Suele ser lo mejor de estas cintas, es lo que tiene el lujo de Cinecittà. Siempre es el mismo, aprovechando el utilizado en alguna superproducción de Hollywood de la época, con añadidos de cartón piedra.
8º- El Vestuario, año tras año no pasaba de moda, siempre se reutilizaba con pequeñas diferencias dependiendo de la época y localización. Por ejemplo un griego y un egipcio pueden llevar el mismo uniforme, solo hay que cambiarles el casco. Las túnicas solían ser muy cortas, el motivo era evidente, había que vender género, nadie mejor que los italianos. Machos depilados con el cutis limpísimo, para el público femenino y para el masculino, unas cuantas mamachicho.
Es una película del género peplum divertida y con mucha acción, pero a cierta distancia de las películas de espada y sandalia que se producían en el Hollywood de la época (Ben Hur, Quo Vadis?) o incluso en el actual (Gladiador, Troya). Narra la historia ficticia de una rebelión en la isla de Rodas contra un rey tiránico y como se involucra un visitante de Grecia en los acontecimientos. El Coloso ha sido construido esclavizando al pueblo por la dictadura como un arma para guardar el puerto y fortalecer una alianza con los fenicios. La poca seriedad con que se trata la historia se refleja en el uso de nombres persas y latinos para personajes griegos (Darío el ateniense, el rey Jerjes, Diana la hija del constructor del Coloso), algunos anacronismos (como un fresco cretense en el palacio real) y la trama en general (la verdadera motivación para construir la estatua fue para celebrar el triunfo rodio ante el asedio de la isla, además Grecia y Fenicia no eran países unificados como se pretende en la película). Con todo es una película bien realizada y muy entretenida, especialmente en sus escenas de acción. Las escenas del Coloso son muy realistas a pesar de que el presupuesto de estas cintas era notablemente menor que el de sus contrapartes estadounidenses. Es notable también por ser la primera película oficial de Sergio Leone, que hoy día es conocido más por sus spaghetti-western .
Si hubiera que seleccionar de entre todos los peplum italianos que se iniciaron desde el inicio del subgénero con Hércules en 1958 a lo largo de la historia y me pidieran señalar cuáles son los tres mejores sin lugar a dudas El coloso de Rodas sería uno de ellos.
Cuenta con los tres elementos esenciales para que este tipo de películas tengan interés: la historia. Más atractiva imposible, una pequeña isla codiciada por los imperios de la región, Atenas y Fenicia, donde se libraran luchas, amores, complots… y todo tipo de aventuras de lo más sugerentes. El guionista Ennio De Concini, es el mejor en este tipo de tramas y tiene a su cargo los mejores escritos sobre el tema que se puedan encontrar. Cierto es que como película histórica está muy lejos de acercarse ni siquiera a la periferia de la verdad, pero está todo tan bien construido que el universo paralelo con elementos verídicos que sale al final es muy aceptable.
Luego está el elemento singular. Y en este caso tenemos a una de las siete maravillas de la antigüedad, una de las más espectaculares, mucho antes de la Estatua de la Libertad, ya teníamos al coloso de Rodas, dedicada al dios griego Helios y que aunque sólo estuve en pie 56 años, sigue siendo considerada como una de las mayores maravillas del mundo antiguo. En la película las maquetas y reproducciones son fantásticas, con una inventiva absoluta, que demuestran que los italianos como buenos mediterráneos a la hora de pensar pueden hacerlo mejor que cualquiera.
Y en tercer lugar el director, normalmente de poca importancia en este tipo de producciones, aquí tenemos al más grande, al Duce, a Sergio Leone, que nos brinda en su primera película como director –no como segunda unidad o incorporándose de primero a mitad de film- un precioso adelanto de lo que sería capaz de hacer. Esto era como el torneo de Brunete de fútbol infantil, cualquiera que vea esta película vislumbra calidad en la dirección por doquier, y no se equivocaban.
El coloso de Rodas tiene sus limitaciones, faltaría más, pero sigue siendo un excelente ejercicio cinematográfico para ver en familia y como incentivo para acercarse a esa bella materia, mitad Ciencia, mitad Arte, que es la Historia. Casi nada.
Nota: 6,6
El ateniense Dario (Rory Calhoun) llega a la isla de Rodas invitado por la alta nobleza pero en vistas de que se produce una insurrección encabezada por Periocles (Georges Marchal) debido al apoyo envenenado que tiene el rey con los fenicios liderados por Thar (Conrado San Martín), con el fin de hacer matingala de su enorme vigilante que además de ser un buen vigía en el horizonte, arroja ardientos brebajes de aceites a quienes cruzan navegando bajo sus pies aposentados firmemente en los muelles.
Co-producción hispano italiana, rodada en exteriores cántabros aunque de un modo increíblemente veraz se asimila al caluroso mediterráneo custodiado bajo el Sol y las tranquilas aguas del Mare Nostrum. Todavía no reconocido mundialmente, Sergio Leone dirigió una más que aceptable película épica, tomando como buque insignia el custodio gigante de piedra que significó para muchos de los habitantes de la isla de Rodas, un símbolo para el pueblo y efígie militar para otros. Es en éste último aspecto que el futuro padre de los spaghetti-western se centra en exponer un talón de Aquiles aclamado por el orgullo, el egoísmo y el deseo de combatir o aliarse a un presunto enemigo (Rodas pertenecía a los griegos aunque estaba algo alejada e ignorada a de Athenas que solamente les interesaba como punto estratégico y para los enemigos vecinos una ventaja para aprovecharse y llevarse una buena parte del pastel).
No es el mejor film de Leone (había que darle cuerda y tiempo al tiempo para probar su maestría) ni tampoco una gran película sobre la antigüedad clásica. Se sale de tema si la clasificáramos en la lista del cine de romanos (estamos en la antigua Grecia) y a su vez sería injusto, porque sigue los cánones de éste tipo de cine. Por otro lado, los actores espabilan lo suficientemente bien en lo referente a las escenas de lucha, pero su carga intelectual en desempeñar una función dramática no roza de lo lineal. Y olvídense aquí de esos primeros planos de ojos sudorosos, música morriconiana, peste, sudor y, mucho menos, balas de fogueo que el maese Leone no tenía aún esbozado en mente.