El cerro de los dioses
Sinopsis de la película
Paula, directora de documentales, investiga a un influencer, una actriz y un director de cine de autor que han sido invitados a La sieega, una celebración en un pequeño pueblo de Castilla la Mancha con la intención de ofrecer sus almas a un antiguo Dios, para así conseguir la fama y el éxito.
Detalles de la película
- Titulo Original: El cerro de los dioses
- Año: 2019
- Duración: 81
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Opinión de la crítica
Película
4.3
57 valoraciones en total
El primer largometraje dirigido por el cineasta español Daniel M. Caneiro, después de una extensa carrera en el mundo del cortometraje, es una película que mezcla diferentes géneros, en una especie de falso documental que tiene como punto de partida la desaparición de Pedro Muñoz. El proyecto intenta contar algo desde la originalidad formal, que funciona bastante bien en este tipo de historia tan extraña, que por contra va dando tumbos a nivel argumental en ese intento de ser original y que en muchos momentos parece que los personajes se mueven sin seguir un rumbo ni un guion establecido.
La película ha pasado por diferentes festivales de cine fantástico nacionales, entre los que destacan el de Sitges, el Nocturna de Bilbao y el Fant de Bilbao, ya que tiene muchos elementos de cine de género, con un trasfondo enigmático, y algunas situaciones excesivas y desagradables. A nivel personal no me interesa tanto ese acercamiento al cine de género, y me funciona mejor cuando tira de la ironía para hacer reír en varias situaciones, en parte gracias a la libertad de movimiento que se da a los intérpretes. El guion es bastante flojo y mejorable, aunque tiene algunos aspectos positivos, en especial el montaje que me parece de calidad, ya que es el responsable de poder conectar esas diferentes historias tan caóticas.
Entre el reparto destacan Paula Muñoz, en el papel de la directora, Christian Caner como Pedro, el desaparecido y pareja de la cineasta, algunos rostros conocidos que hablan de la fama como Isabel Coixet, José Corbacho, Macarena Gómez, Raúl Arévalo. Itziar Castro nos regala los momentos más divertidos. Completa el reparto Jaume Ulled como Marc, el cámara que se traslada a Fuentelsaz del Campo junto a Paula. Esta localidad castellanomanchega es otra de las protagonistas de este largometraje, en esa parte final tan extraña y con una música de fondo excesiva. Una película muy extraña, que no es fácil de seguir, con algunos momentos en donde llega a ser irritante, y no gustará a los que disfrutan con el cine convencional.
LO MEJOR: La originalidad del proyecto. El montaje.
LO PEOR: El guion. Es bastante irregular y no funciona como thriller.
Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net y http://habladecine.com
Ópera prima española que mezcla múltiples formatos como metraje encontrado, formato tradicional, grabaciones e incluso videos de YouTube. Protagonizado por Paula Muñoz (cortometraje Les 7 Llums, 2018), Jaume Ulled (serie Indetectables, 2017), e Itziar Castro (Matar a Dios, 2016), entre otros.
Paula, directora de documentales, investiga a un influencer, una actriz y un director de cine de autor que han sido invitados a La sieega, una celebración en un pequeño pueblo de Castilla la Mancha con la intención de ofrecer sus almas a un antiguo Dios, para así conseguir la fama y el éxito.
En El Cerro de los Dioses, el director consigue mezclar hábilmente una comedia que funciona sin conseguir provocar carcajada, y una intriga bastante conseguida con una mitología en gran parte real, que mantiene al espectador pegado a la pantalla, para culminar entrando de lleno en el terror. Los diferentes formatos que vemos en pantalla, le dan un aire muy fresco a la película, que consigue mantener el interés en un escueto metraje de 81 minutos, pese a que se pierde en ciertas escenas que poco o nada aportan a la trama. En el apartado interpretativo nos encontramos con una cantidad de nombres de sobra conocidos en el cine español con papeles meramente anecdóticos, pero sus protagonistas hacen una muy correcta labor que suma enteros a la película, además de una secundaria Carmen Muga, que roba escenas con un papel inquietante.
El Cerro de los Dioses es una pequeña sorpresa que gustará a los fans del cine de género pese a sus defectos, y además encuentra cierta originalidad en su curiosa mezcla de formatos y en ese terror rural basado en un pueblo real de Castilla la Mancha.
Nota personal 6/10
La pelicula está filmada al estilo documenttal, Daniel M. Caneiro su director habrá visionado varias veces la película de Rec. Además del modo en que está filmada, coincide en muchas cosas: la protagonista es la reportera, se apoya en su compañero el cámara, y la comunidad a la que va a dirigirse (el pueblo), es bastante particular, al igual que la comunidad de vecinos de Rec.
Además, Daniel no se esconde y hace un guiño a esta película ya que hay una escena en la que se ve un cartel de ella.
La película va de menos a más. Al principio en la fase de entrevistas a famosos se hace un poco insulsa, pero como salen caras conocidas (Jose Corvacho, Isabel Coixet, Alain Hernández, Raúl Arévalo…) mantienes la expectación. Esta parte se va intercambiando con escenas del interrogatorio al cámara Marc, y no ayuda en un principio a coger el hilo de lo que esta pasando.
En este punto te puedes plantear que te has equivocado de película, pero a medida que van pasando los minutos, las entrevistas a famosos y el interrogatorio a testigos, todo ello por fin converge y consiguen un ritmo aceptable en el desarrollo de lo que resta de película.
Sinopsis: Desde Barcelona dos periodistas quieren hacer un documental sobre la fama. Para ello Paula (Paula Muñoz) va entrevistando a una serie de personajes famosos. Van consiguiendo bastante material, pero uno de los famosos hace alusión, por descuido, a una celebración a raiz de la cual cambió su vida para bien. Laura decide junto con su compañero el cámara Marc (Jaume Ulled), investigar un poco sobre esa celebración ‘La siega’, que se celebra en el distante pueblo de Castilla La Mancha, Fuentelsalz. Para esta visita les acompaña el productor del documental Pedro (Christian Caner).
Se vuelven a Barcelona con más dudas de las que tenían antes de iniciar el viaje, pero les surge el poder acompañar a dos famosos en ciernes, que han sido invitados este año para la celebración.
En todo género cinematográfico siempre hay ese rinconcito que investiga lo rural: romances campesinos, thrillers ambientados en granjas, hijos perdidos entre la espesura… Enfocado al terror encontramos todas esas historias sobre lugares remotos que resultan bucólicos y, de cerca, ocultan peligrosos secretos. Por poner dos ejemplos tendríamos The Wicker Man de Robin Hardy y The Texas Chainsaw Massacre de Tobe Hooper, El Cerro de los Dioses, de Daniel M. Caneiro podría enmarcarse en este tipo de cintas.
La policía investiga la desaparición de un joven periodista. Entre el grupo de personas interrogadas se encuentran su colaboradora, con quien estaba trabajando en un documental sobre la fama, el cámara que los acompañaba y un grupo de famosos a los que entrevistaron. Las versiones se contradicen unas con otras y la aparición del material grabado llevará al descubrimiento de una oscura tradición en un pueblo perdido de España: Fuentelsaz.
La ópera prima de Daniel M. Caneiro juega con distintos formatos – interrogatorios policiales, el rodaje del documental, entrevistas a conocidos del desaparecido o a celebridades, videos de youtubers – con la idea de conformar un puzle para que el espectador vaya uniendo piezas de la historia, el concepto funciona a medio gas debido a que muchas de estas piezas, que deberían ofrecer información, no terminan de cuajar porque da la impresión de haber sido hechas para rellenar metraje. La idea principal es atractiva, ¿Cuál es el límite para alcanzar la fama? ¿hasta dónde estarías dispuesto a llegar?, pero tanto Caneiro como su coguionista Borja Figuerola dedican demasiado tiempo a gente ya famosa como Raúl Arévalo, José Corbacho, Melina Matthews o Dafnis Balduz, que da más sensación de estar ahí por amiguismo que para aportar a la historia.
Parte de la sensación de casi que encontramos en El Cerro de los Dioses viene porque los distintos enfoques de la historia se interrumpen unos a otros sin hacer avanzar la trama – por ejemplo todo lo relacionado con el segmento dedicado al programa de Itziar Castro – y haciendo que el interés suba y baje, esto viene dado también por un trabajo actoral irregular ya que tanto Paula Muñoz como Christian Caner y Jaume Ulled mantienen el tipo hasta que la trama llega a Fuentelsaz y quedan eclipsados por Carmen Muga haciendo de Tania y, sobre todo, Lluis Altés como el alcalde del pueblo, un auténtico roba escenas que merecería una película solo para su personaje, el que esto escribe siguió con interés irregular la trama hasta que aparecen Muga y Altés y empezó a echarles de menos cada vez que salían de escena. Itziar Castro, Will Shepard y el resto de actores y actrices se interpretan a sí mismos con mayor o menor fortuna.
Si tuviéramos que determinar el mayor fallo de la opera prima de Daniel M. Caneiro es su exceso de ambición – que nunca viene mal siempre y cuando sepa enfocarla – y el exceso de formatos que embarullan el ritmo interno de El Cerro de los Dioses. En cuanto a lo mejor, su acercamiento al terror rural encarnado en Fuentelsaz – me encantaría ver una cinta ambientada exclusivamente en este lugar y protagonizada por Lluis Altés y Carmen Muga– y sobre todo la idea de ese terror primigenio y caprichoso que habita entre los humanos con una misión simple: decidir sobre el éxito o fracaso de unos y otros, aunque solo sea por este concepto, merece la pena el visionado de El Cerro de los Dioses.
https://www.terrorweekend.com/2019/07/el-cerro-de-los-dioses-review.html
*En las montañas de la locura
Una ópera prima es un embarazo siempre complicado. El feto no cesa de dar patadas e incluso su concepción es imprecisa, como si el autor, como una extraña y cinéfila Virgen María no tuviese del todo claro el origen del bebé. Y este, todavía unido al cordón umbilical, podría tratarse del mesías, de un peregrino anodino y corriente o del verdadero demonio. Nada se gesta por azar, incluso los embarazos más fantásticos y asombrosos de especies animales todavía por descubrir, casi mutantes, tienen una razón ambiciosa de creación detrás, de vida, lujuria, amor o incluso odio.
El cerro de los dioses no nace por cesárea, tiene un alumbramiento natural, llora a los pocos segundos y es abrazado por su director: Daniel M. Caneiro y por su coguionista Borja Figuerola. No es un bebé normal, desde luego. Tiene símbolos arcanos por el cuerpo, como runas que claman venganza. Es un bebé con mala leche, que muerde pezones sin piedad y que berrea en los momentos más inoportunos con cierta conciencia cruel. Esto podría ser algo negativo traducido a términos cinematográficos, pero si hablamos de una comedia negra que construye una trama de misterio místico, nos vamos al otro extremo, cuanto más muerda la teta, mejor.
*Éxito a cualquier precio
La película está repleta de rostros conocidos, algo poco frecuente en una primera película, muchos de ellos aparecen como cameos, otros en forma de entrevistas. Raúl Arévalo, Isabel Coixet, José Corbacho o Macarena Gómez son algunos ejemplos de personalidades que aparecen en estas entrevistas dentro del propio filme. Dado el formato de falso documental que tiene El cerro de los dioses y el tema que trata: la fama, la inclusión de estas entrevistas tienen todo el sentido y son, por lo general, muy divertidas de escuchar por la autoconsciencia de los diálogos.
En cuanto al reparto propiamente dicho destacan Paula Muñoz, que protagoniza, Jaume Ulled y Christian Caner. Otros rostros más habituales, como el de Itziar Castro, también coprotagonizan la cinta. Por lo general las interpretaciones están a un buen nivel y no rompen el estilo de falso documental de la película.
El detalle y el mimo al incluir cada pequeña broma o símbolo es una constante en El cerro de los dioses. Como si fuese la contraseña para llamar al éxito, hay mucho trabajo en cuanto al arte o los detalles que construyen la historia en su primera mitad. Lo que se logra con esto es que el humor y el misterio viajen a la par durante estos primeros minutos. Divierte y genera interés a partes iguales. Por desgracia, esta genial cualidad no se mantiene durante la total duración de la cinta y pronto la balanza se va decantando hacia un humor no demasiado sutil y, por revelar demasiadas cartas, hacia una trama menos intrincada de lo que parecía a priori.
Esto no hace que El cerro de los dioses se transforme en una mala película, pues sigue siendo disfrutable hasta su final, pero sí rebaja el alto nivel que mostraba en su comienzo.
*Invocando la fama
La trama va a lugares predecibles, sí, pero lo hace con un sobresaliente estilo cambiante. La dirección es inteligente y utiliza todo tipo de recursos en su avance. El truco del falso documental abre a Daniel M. Caneiro todo tipo de puertas que cruza y aprovecha con talento. Permuta de un estilo más cinematográfico a uno más documental, de las grabaciones de un interrogatorio a una agradable entrevista o a un programa de televisión tan aleatorio como divertido. Este cambio de estilo y el uso de máscaras y detalles digitales para dar más verosimilitud al distinto tipo de grabaciones hacen construir una película muy sólida visualmente y coherente con la trama que cuenta. No hay manzana envenenada aquí, El cerro de los dioses se muestra siempre astuta y coherente visualmente con lo que cuenta.
Si el desarrollo argumental no fuese a menos estaríamos antes una película notable, quizá sobresaliente. Por desgracia, y pese a que no se puede hablar de fallo o de error en ningún sentido, sí existe una pérdida de fuerza, una mordida en su eficacia. El misterio deja de ser importante, las imágenes más impactantes ya no lo son pues nos las han mostrado previamente y la comedia también deja de funcionar por tornarse demasiado directa.
*Conclusión
No, este bebé que es El cerro de los dioses no es normal. Esos balbuceos ininteligibles que escupe a veces no parecen solo balbuceos. Tiene algo oscuro, quizá sea su mirada. No es perfecto en su maldad, pero desde luego es singular. Puede que se parezca mucho a ese otro bebé demoníaco, sí, al del vecino, pero el nuestro tiene unas runas mejor dibujadas y sus cuernecitos son un poco más retorcidos y bellos que los suyos. Todavía tiene que crecer, de momento habrá que cuidarle. Y vigilarle, sobre todo vigilarle.
Escrito por Daniel González Fernández