El capitán Veneno
Sinopsis de la película
Jorge de Córdoba, huérfano de nacimiento, amamantado por una cabra montesa y, después, oficial del Ejército, tiene el genio tan agrio que todos le llaman El Capitán Veneno . Con sólo dos aficiones, la verdad y el tute, huye de las mujeres y la cortesía tanto como corre hacia cualquier discusión. Hasta que en un motín más contra la reina Isabel, cae herido y le recoge la piadosa condesa de Santurce, madre de la bellísima Angustias.
Detalles de la película
- Titulo Original: El capitán Veneno
- Año: 1950
- Duración: 85
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Opinión de la crítica
Película
5.5
83 valoraciones en total
Nos encontramos ante la adaptación cinematográfica, merced a un guión del propio director Luis Marquina y de Wenceslao Fernández Flórez, de la novela homónima de Pedro Antonio de Alarcón, publicada en 1881. Gracias a ella averiguamos que nos encontramos en la España de 1848, porque lo que es la película nunca lo aclara y de hecho la moda realmente nos remite más a la década de 1830 pero se intuye que es más tarde porque se ve un retrato de Isabel II ya de grande. Por cierto, que la versión es bastante fiel a la novela, por lo menos en algunos de sus diálogos, que son idénticos.
En cualquier caso, estamos en la España liberal, pero aunque hay algún lance político, con republicanos golpistas y familias carlistas, el núcleo de El capitán Veneno es el de una comedia romántica de sabor clásico, con la idea de la doma del varón agreste por la perspicaz mujer. Lo malo es que está resuelto de un modo apresurado y de hecho no muy elegante, no hay ni conquista, ni esfuerzo, ni enamoramiento, ni nada. En cambio lo que parece es que a Angustias (una bellísima y joven Sara Montiel, con uno vestuario fastuoso y unos peinados estupendos pero algo anacrónicos), le va la marcha.
Yo es que mientras la estaba viendo estaba pensando que cómo reaccionaría Madoka Ayukawa de Kimagure Orange Road (1987-1991). Pues ante la primera bordería lo mandaría a paseo y ya sería casi imposible sacarla del modo soy un bloque de hielo, déjame en paz, me estás molestando . Es decir, que la película duraría cinco minutos. También, entre otras, me acordé de Blancanieves y los siete enanitos (1937), donde ella civiliza pero marcando los límites y sin pasar una. O sea que una mujer nunca debe ver como normal un trato feo y grosero, y menos enamorarse por ello.
Dicho lo cual, me estoy enrollando demasiado, la película se deja ver. Tiene un comienzo un poco deslavazado, como a la media hora no sabes aún por dónde va a salir, y la edición, no sé por qué motivo, es pésima, con varios cortes de una escena a otra. Sin embargo, los personajes caen bien, sí, incluso el capitán Veneno, Jorge de Córdoba (un Fernando Fernán Gómez en su salsa como cascarrabias), que tiene buen fondo y se le va la fuerza por la boca, y tiene su gracia. Ojo a la aparición de secundarios como Manolo Morán y sobre todo de José Isbert como dubitativo médico.
Para la época que atrevesaba el cine español en aquel entonces, ésta es más que una buena película. El guión ya sabemos cómo va a ser desde los primeros compases, pero el alargar la tensión hasta el final lo hace rayar a buen nivel. De la actuación de don Fernando nada se puede decir, sino que está en uno de los mejores papeles de su iniciatica etapa. Sara Montiel también estupenda, así como el maestro Isbert y el siempre elocuente don Manolo Morán.
Una película para ver cualquier tarde y recordar que el cine que comenzaba a surgir en los 50 iba ya apuntando maneras.
La novela de Alarcón es muy buena y la adaptación de Luis Marquina excelente. El guión fluye naturalmente y todas las situaciones son creíbles. La película dura menos de una hora y media, que se pasa volando. Va al grano.
Por no hablar de los intérpretes: Fernán Gómez con ese mal genio que era también el suyo, al menos de viejo, Sara Montiel, además de guapísima en sus 22 años, buena actriz, Amparo Martí, la madre, de una dulzura cautivante, Julia Caba Alba, tan grande como siempre, Pepe Isbert, en el papel de un médico dubitativo, Manolo Morán, que podía interpretar cualquier papel.
La nota de 5,5 es injusta. Animo a quienes no la hayan visto que hagan la prueba. Un rato divertido, ameno. Ya es hora de que se haga justicia al cine de Marquina, al menos en más de media docena de sus películas.