El buen pastor

5 comentarios en «El buen pastor»

1. El cine americano se ha convertido en un espejo donde han reflejado, tan sabiamente como de manera crítica y más acertada cuando más desgraciados e infelices son sus protagonistas, su reciente y corta historia y evolución hasta convertirse en el pilar básico (¿y único?) del panorama internacional. Un espejo distorsionado de la realidad en el cine mediante el academicismo, la sobriedad y el espectáculo construido sobre la eficacia de los medios para llevar a cabo sus producciones.
   
   Nada que ver con sus documentales: veraces, creíbles, la mayoría de las veces independientes e incisivos, tanteando con la realidad para transmitir sus mensajes y contenidos. No son un espejo (distorsionado o no) sino un cristal que algunas contadas ocasiones está empañado por el pensamiento de creerse los amos del mundo.
   
   Robert De Niro, que ya había mostrado sus aptitudes detrás de las cámaras con Una historia del Bronx, ha sudado sangre y sudor para llevar a cabo este proyecto que ha perseguido a lo largo de los años y buscando financiación. Él mismo lo declara cuando le preguntan el porqué existen guiones de tanta calidad como el de Eric Roth, incluido en listas de las 10 mejores películas que aún no habían sido producidas, no cobraban vida en la gran pantalla: (…) resultarían muy caras… o que creen que saldrían muy caras, y probablemente tienen razón.
   
   Y sí, El buen pastor contiene un excelente guión, bien documentado, aunque su credibilidad se ampara en el discurso y no en sus personajes.
   
   La exposición de los hechos sobre el origen y devenir de la CIA muestra las raíces de una sociedad formada como un clan, donde el honor, la seguridad y la patria conviven con los secretos y las imposturas. Una organización, en definitiva, que ha vivido de las guerras y ha influido en numerosos sucesos que forman parte de nuestra reciente historia.
   
   Por otro lado sus personajes recreados gracias a un gran elenco de actores y buscando el referente e hilo conductor a través de las peripecias de unos de sus fundadores, bien interpretado por Matt Damon, que no se quita las gafas ni para echar un polvo aunque para su papel se pensase inicialmente en DiCaprio. En ese aspecto aparece la relación entre la familia y Estado y sus incompatibilidades, similar a la evolución de Pacino en El Padrino.
   
   Excesiva, tanto en duración incluyendo numerosas tramas como objetivos, El buen pastor deja un sabor a buen cine aunque resulta tan correcta que acaba siendo demasiado fría y sobria. Y lo peor para De Niro es que muchos espectadores pensaremos en qué habrían hecho con este material Scorsese o Coppola.

2. Seguramente hastiado de las naderías en las que aparecía como actor en los últimos años De Niro se decidió a realizar su segundo y ansiado film tras las cámaras. De entrada es un tema tan puramente norteamericano que desde el prisma europeo puede echar un tanto para atrás pero pronto se desvanecen las dudas ante la constancia de que The good shepherd es un film notable, realizado con sobriedad y sabiduría, no facil de seguir (no hay que despistarse) y bien intepretado. Es en sí un relato histórico, de 1939 al 1961, periodo crucial para Estados Unidos y para el mundo con la segunda guerra mundial de por medio y las tensiones posteriores con la Unión Soviética y Cuba. Pero donde alcanza mayor nivel el film es en el retrato de su protagonista, uno de los fundadores de la CIA que anda tan metido en la seguridad nacional que pierde el contacto con su familia y con casi todo vínculo emocional. Por momentos y aunque en la base no sean parecidos uno tiene la sensación de contemplar una película épica como El Padrino con decenas de personajes cruciales y en los que no hay ni un tema central ni dos sino que es todo un periplo vital en el que se suceden las tramas. Es un film de suspense, político, con ritmo por lo general lento con un final estremecedor. Es en esencia de lo mejor que nos ha llegado de Estados Unidos en los últimos tiempos, un film para volver a ver unas cuantas otras veces porque hay miga, hay sabiduría y aunque tal vez también frialdad por momentos, las formas de The good shepherd son las correctas. Grande De Niro una vez más.

3. Robert de Niro debe pensar muy seriamente lo que ha hecho con esta película. Después de protagonizar toda una serie de horribles films, realizando además unas, no menos pésimas actuaciones, decidió, con muy buen tino, volver a ponerse tras las cámaras. Si una historia del bronx ya mostró que tenía buenas maneras, El buen pastor le consagra definitivamente.
   
   Y es que este realista retrato del nacimiento, e interioridades de la CIA, no se conforma con ser una película más de espías, sino que se revela como un drama íntimo, profundo y a veces sórdido. Lo que se nos muestra es que ser espía no es vivir en mundo de lujos, acción y mujeres a lo James Bond. Ser espía implica compromiso, renuncia y soledad, mucha soledad.
   
   En este sentido, la película se benificia de una realización que bordea el estilo oriental. Los silencios son más significativos que los diálogos, lás miradas valen más que las palabras, los actos siempre se imponene a las palbras. Cómo esplendida metáfora de todo ello, encontramos que el único amor verdadero del personaje de Matt Damon es una chica sorda, y el único ser humano en quién confiar es su rival soviético, es el único con quién, paradojicamente, no tiene que esconder nada.
   
   Pero todo esta simfonía de matices que supone el film, no sería posible sín la magnífica interpretación de cada uno de los actores que intervienen. Conseguir que Joe Pesci este bién en su pequeño papel no es dificil, pero conseguir que gente mediocre como Matt Damon o Angelina jolie sean creibles y emocionen, pone de manifiesto que ante todo, estamos ante un gran director de actores.
   
   Sr De Niro, me tengo que quitar el sombrero ante usted y ante su gran película. Chapeau.
   
   Lo mejor: La complicidad entre Madre y Ulysses
   
   Lo peor: Algun secundario desaprovechado

4. Robert de Niro vuelve a demostrar que es un perfeccionista en casi todo lo que hace (si olvidamos tonterías como el escondite o otra terapia peligrosa ) y dirigir teniendo a los maestros que ha tenido era algo esperable.
   
   Viendo EL BUEN PASTOR el espectador verá una ambientación, unos decorados y unos actores de lo mejor que puede dar una gran producción, pero a veces te deja un poco frío a lo largo del metraje para que luego en sus últimos minutos todo cobre una nueva dimensión y por ejemplo entiendas mejor las motivaciones de un personaje tan enigmático como frío que es madre .
   
   Detalles del porque de la magnitud de la cinta:
   
   1- Robert de Niro: Centrándose en la dirección (su actuación es testimonial y de cara a atraer más público) nos presenta un producto de exquisita factura, bien filmada y que obliga al espectador a prestar atención a los muchos detalles que lanza en esta inteligente cinta.
   
   Por otra parte hay que decir que existe cierta frialdad o lejanía con respecto al espectador que por otra parte es justificada por el personaje principal, tan frío como el hielo.
   
   2- Matt Damon: Es el paradigma del actor especialista en interpretar a personajes inteligentes y que aquí lo que en un principio parece ser una interpretación reiterativa se convierte a medida que avanza la cinta en una gran interpretación, ya que no es fácil entender a un personaje tan complejo y que cuando deja ver su vertiente más humana llena de luz la filmación (los momentos con su hijo).
   
   3- Grandes secundarios: Todos geniales pero aparecen y desaparecen con tanta facilidad que no deja destacar la cinta a ninguno, quizás el más beneficiado sea Gambon o el actor que encarna a Ulises.
   
   4- Eric Roth: demuestra que es uno de los mejores guionistas que existen en la actualidad pero quizás se enfrenta a una historia tan compleja como lo es el director de la cinta y no consigue mantener un ritmo narrativo tan intenso como por ejemplo en MUNICH o EL DILEMA, por lo demás los diálogos y la trama está muy conseguida.
   
   5- Coppola: Uno de los grandes directores esta vez detrás en la producción, ya que esta película es muy del gusto del padrino y viendo sus minutos finales vemos reminiscencias de una de las grandes películas de la historia del cine.
   
   EL BUEN PASTOR con sus virtudes y defectos es un título que demuestra que no tienen porque estar reñidos el dinero y la creatividad, lo que se puede llamar cine comercial de calidad.

5. Título alternativo: Fusiladme, plis
   
   Ya sé que con lo que voy a decir estoy pidiendo a gritos que fusiléis esta crítica, pero si ya ni podemos decir lo que pensamos… vamos muy mal en esta sociedad.
   
   Dicho esto, aclararé que esta película, es una de esas que hay que estar superatento para enterarte de algo de lo que pasa porque entre tanto flashback y tanto nombre en clave es muy fácil perderse. Y conste que no critico la película por eso, ya que me he enterado del argumento bastante bien y ese Wilson fue un capullo con aires de grandeza como no ha habido dos en el mundo, que con la excusa de arreglar el mundo no dejó que nadie que se le acercara fuese feliz. Fue un hombre oscuro y frío que nunca quiso a nadie más que a sí mismo. En ese sentido Damon hace un papel de cara de póker que lo representa bastante bien. Un tipo que nunca se sabe qué piensa si es que piensa algo…
   
   En fin, porqué critico esta película y le pongo un mísero cinco? Pues porque se pasa de enrevesada (para mi gusto), de sosa, de aburrida, de densa y porque creo que si no la hubiera hecho De Niro, nadie hubiese hablado bien de ella. Pero claro, criticar algo que ha hecho uno de los grandes es como criticar el arte abstracto, quedas como un paleto aunque en realidad nadie sepa qué significan tres palotes en un lienzo. Pues señores, a mí no me ha gustado. Es aburrida y lenta hasta la extenuación y sólo la salva mínimamente la última media hora en la que Wilson revela su auténtica cara de salvaje desalmado. Por lo demás ni para comer palomitas sirve.
   
   Lo siento, señores cinéfilos, tenía que decirlo