El becario
Sinopsis de la película
La joven dueña de un exitoso negocio online dedicado a la moda acepta a regañadientes que la compañía contrate, como parte de un programa laboral, a un hombre de setenta años como becario senior. Sin embargo, poco a poco irá dándose cuenta de lo indispensable que puede volverse para la empresa.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Intern
- Año: 2015
- Duración: 121
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Opinión de la crítica
Película
5.8
83 valoraciones en total
La película trata sobre un jubilado que se incorpora de nuevo al mercado laboral ya que en su vida diaria las clases de pilates para yayos y los crucigramas no le motivan.
Este señor mayor dulzón y entrañable es interpretado por el otrora bestia parda Robert De Niro. (La vejez hace estragos en el carácter y parece que la dulcificación de la fiera se ha consumado en esta película.)
El caso es que un hombre mayor decide entrar de nuevo en una empresa que se dedica al comercio de ropa en internet como becario senior o yayoconsueling/recadero (como sería definido por la sabiduría popular y la parla inglesa.)
Bien. Entremos en harina para calificar el telefilm de sobremesa que es esta película y que en su metraje hace que estemos deseando que acabe de una vez.
En su comienzo nos parece entretenido porque retrata a ese vejete adorable y que practica gestos caballerosos a la par que dice buenos dias y pase usted primero, señora, interesado en incorporarse de nuevo al mercado laboral porque se siente aburrido de asistir a las clases de taichi de su centro de mayores en Manhattan. Para ello y a través de un cartel cutre que se encuentra en una pizarra de anuncios en la calle (Internet aquí parece que no es útil para este fin) establece contacto con una empresa interesada en contratar a trabajadores senior (leáse abuelos que no cobren para hacer sentir a los jefes que hacen un bien supremo por la humanidad contratándoles para traer cafés, ordenar mesas cual chachas de casas de ricos y balbucir frases de las que dicen los yayos a sus nietos, tales como: no te metas el chupachus en la boca del suelo,Arturito).
El abuelo pucheritos De Niro, como decíamos, les manda un video que conmueve a los de recursos humanos y lo contratan no sabemos bien para qué. (Se le ve apretando teclas en un ordenador pijo Mac y eso es más que suficiente para justificar su puesto laboral).
Como al abuelo con apretar teclas no le basta deciden encasquetarselo a la jefa mayor del imperio empresarial y, claro, el viejo se cosca de que a la moza superwoman no le va nada bien. Es por eso que poco a poco y con su sabiduria adquirida a lo largo de las centurias , va a ayudar con su sabiduria yayil a esta infortunada supermujer con pareja hombre florero suavito gafa pasta.
Después de asesorar, conducir, llevar la ropa al tinte y ofrecerla un pañuelo de hilo a esta superwoman consigue con el superpoder de la adorabilidad y el ya te lo decía yo, conquistarla cual futura nuera.
Finalmente todo sale chachi piruli Juan Pelotilla.
Incluso el yayo tiene una erección: Ahí es nada.
Me ha sorprendido gratamente esta película, esperaba la típica comedia de chistes fáciles y repetitivos pero nada mas lejos de la realidad. Tal como lo hace su personaje en El becario , Robert de Niro nos demuestra con una actuación soberbia que la edad no es un obstaculo para realizar un trabajo impecable.
La actuación de Anne Hathaway también está a la altura de las circunstancias, interpreta a una mujer moderna obsesionada con el trabajo y bastante exigente con el mismo que descubre con sorpresa como le asignan un becario de la tercera edad.
La moraleja de esta película es que todos podemos aprender mucho de nuestros mayores, una reflexión para todos aquellos que los marginan injustamente de sus vidas.
Sin entender la mala crítica de los expertos en los Estados Unidos sobre este filme, se debe empezar por decir que es un buen ejercicio de neuroplasticidad en las mentes de personas mayores para salir de zonas de confort que conducen a ningún lado.
Y es que en los tiempos que vivimos, nunca está demás señalar que los años no pasan en vano. Que siempre esa alianza juventud y madurez en cualquier empresa lleva buenos resultados. mucho egobranding por mejorar, para estos tiempos de marca personal.
Si bien esta comedia romántica nos conduce a unos personajes llenos de carismas, es pertinente señalar que los actores principales dan a la historia ese peso específico que estamos ante una buena historia con mensaje incluido.
No se sienta viejo, recuerde que si bien hay que envejecer con dignidad, lo más interesante en el paso por esta vida es que siempre estemos como pasantes o becarios, ya que nunca saldremos vivos de ella.
Gonzalo Restrepo Sánchez
Visite:www.elcinesinirmaslejos.com.co
Mi actual vida laboral es un auténtico desastre. Lo digo claro y alto. Un desastre provocado principalmente por la gente tóxica que me he ido encontrando por el camino. Algunos me dirán que son las dificultades del día a día, pero no estoy de acuerdo.
Tengo que tratar habitualmente con CEOs, con Executive Directors de no sé qué, y con un sinfín de personajes variopintos que han preferido machacar nuestro lenguaje, refugiándose en siglas anglosajonas que ni ellos mismos saben que significan. Y ya ni os cuento cuando hablo con los coworkings y startups y otras sandeces.
Llamadme clásico, carca, lo que queráis, pero aún creo que hay esperanza para los que pensamos en clave tradicional. Unas formas donde lo más importante es el saber hacer, las buenas intenciones y el trabajo que influye en positivo para los demás y en ti mismo.
Una utopía en la que se introduce la nueva película de Nancy Meyers. Una cinta aparentemente simple y comercial, que encierra un mensaje amable muy necesario en un mundo, donde los grises se han adueñado del mercado laboral.
Meyers tiene una imagen muy agradable y sencilla de nuestro entorno. Su cine parte de la discreción, pero se introduce de una manera asombrosa en el alma del espectador.
Es también un canto de esperanza para la gente mayor. La simple idea de un jubilado trabajando como un becario en una empresa de venta por internet, podría a priori resultar ligera e intrascendente. Pero en manos de esta directora, es todo lo contrario.
La relación que se crea entre los dos protagonistas va creciendo en la pantalla, de la misma manera que lo hace en tu interior. Estamos ante uno de los desarrollos personales más humanos de todo el año. Una amistad que nace de la duda y del abismo generacional, que termina volviéndose inseparable.
No es descabellado anunciar, estar presentes ante una de las mejores interpretaciones de Robert DeNiro de los últimos años. Un actor condenado a la comedia innecesaria, que al fin logra un papel a la altura del símbolo que representa para muchos espectadores.
Su personaje denota bondad, reflexión, y una constante necesidad de ayudar a los demás en todos los niveles. En definitiva, seguir sintiéndose útil.
Cuando una película logra mover algo dentro y te hace salir del cine con una inyección de positivismo, es que sin duda hay detrás de ella una gran maestría en su creación.
Mientras tanto los tóxicos nos seguirán diciendo, que esta clase de historias son para débiles e ilusos. Pues prefiero ser así, y no vender mi corazón a una vida gris y sin pasión.
Durante su trayectoria, la directora y guionista Nancy Meyers se ha concentrado en comedias dramáticas en las que personajes mayores tienen un rol preponderante en la trama, como en ‘It´s Complicated’ o ‘Something´s Gotta Give’ o bien en personajes un tanto más jóvenes como en ‘The Holiday’. Ahora en ‘The Intern’ decide enfrentar esa brecha generacional.
Ben Whitaker (Robert De Niro) es un hombre de 70 años jubilado y viudo que para salir de la rutina decide atender un aviso de una empresa que vende ropa por internet y solicita becarios de la tercera edad con el fin de responder a una causa de responsabilidad social.
Ben aplica al puesto y se queda con él siendo asignado a reportarle a la dueña de la empresa (Anne Hathaway), una joven adicta al trabajo, casada, con una hija y un marido que abandonó su carrera para apoyarla y que de entrada no ve con buenos ojos el tenerlo a Ben como colaborador.
El estilo old fashioned de Ben seducirá de a poco a todos en la moderna oficina, incluyendo a su jefa, volviéndose toda una referencia para todos y sabiéndose ganar su lugar en la compañía y sobre todo la confianza de la joven empresaria.
La película de Meyers navega siempre en aguas tranquilas y parece andar siempre en piloto automático, con un par de solventes protagonistas que abusan de su natural encanto y saben sobreponerse a un guión plano y poco exigente, con algunos personajes secundarios que pintaban interesantes pero que terminan en el olvido.
El principal problema al que se enfrenta ‘The Intern’ es que el conflicto principal de la trama, ese choque generacional que es definitivamente el pretexto que motiva a ver el duelo actoral entre De Niro y Hathaway se resuelve demasiado pronto, justo antes de llegar a la mitad del metraje, dejando los poco más de sesenta últimos minutos en resolver los problemas maritales de Jules, el rol que interpreta Anne Hathaway, con un De Niro actuando de taquito en uno de sus roles más simpáticos y salvando un filme que conforme avanza va perdiendo interés.
Al final ‘Pasante de moda’, título de estreno en Latinoamérica, termina siendo una película bastante convencional, que se la juega a los seguro con un mensaje subrayado y con un Robert De Niro a plenitud como máxima atracción.
http://tantocine.com/pasante-de-moda-de-nancy-meyers/