El bar Coyote
Sinopsis de la película
A sus 21 años, Violet Sanford (Piper Perabo) llega a Nueva York con la esperanza de convertirse en letrista. Pero sus sueños de dedicarse al mundo de la música quedan aparcados momentáneamente por el éxito que alcanza trabajando como camarera en el bar Coyote. El bar Coyote es un nuevo club nocturno y el punto más caliente de la ciudad. Cuenta con un ambicioso plantel de chicas, todas jóvenes y muy atractivas. Lil (Maria Bello) es el cerebro y la estricta propietaria del local, que reina con autoridad sobre sus chicas. Entre ellas están la coqueta Cammie, la cabezota y variable Rachel y Zoe, la que más propinas consigue. Las chicas Coyote , como las llaman cariñosamente, provocan a los clientes y a los medios de comunicación con sus atrevidos atuendos, y convierten el bar Coyote en el punto de atracción de los chicos que merodean por la zona.
Detalles de la película
- Titulo Original: Coyote Ugly
- Año: 2000
- Duración: 94
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Opinión de la crítica
4.9
88 valoraciones en total
Estoy de acuerdo con las opiniones negativas de la peli, ya sé que el nivel es de telefilm de sobremesa, con un argumento plano, previsible al máximo y con actuaciones anodinas del todo (y John Goodman está bastante patético, aunque a mí me sigue cayendo bien). Pero a mí me entretuvo y me lo pasé bien viéndola, y con eso me basta. Lo mejor, sin duda, son las canciones, sobre todo la de INXS. Las escenas de las tías buenas bailando sobre la barra y conteniendo a las hordas de machos que se quieren abalanzar sobre ellas no son muy creíbles (aunque creo que después más de un bar de copas decidió imitar la idea), pero yo salí del cine contenta y con ganas de irme por ahí a cantar y a buscarme la vida (qué infantil, y eso que ya tenía 30 tacos cuando la vi). Bueno, que no es cine de autor, eso ya lo sabemos, pero es adecuada para pasar el rato y desconectar las neuronas un poco (muchos dirán que al que le guste esta película no debe tener muchas neuronas, y en mi caso probablemente tienen razón).
Empezó muy bien, pero fue avanzando hacia lo más convencional. Salida fácil, escenas previsibles y románticas que no permitieron que se convirtiese en un trabajo más talentoso, amparado por un guión que ofrecía muchas posibilidades hasta que llegó a la mitad… despareciendo en la más absoluta mediocridad.
No se merece un 5, pero tampoco un 6
Después de Pretty Woman , que permanece inamovible y esplendorosa en el number one del ranking cinéfilo de mi casa, El bar Coyote es la película preferida de mi padre. Llevo años discutiendo con él para que reconozca que es un bodrio y que sólo la revisiona por ver a un montón chicas ligerillas de ropa y haciendo monerías, pero nada, el jodío no da su brazo a torcer. Una vez me reconoció a hurtadillas que nos identificaba con la protagonista y su padre. Y yo es que no sé si descojonarme o preocuparme. Anda que…toda la vida presumiendo de original y resulta que tu relación con tu padre es un cliché de película mala. Y ni siquiera de Spielberg, oiga.
El caso es que de tanto en tanto toca revisar este peliculón en casa. Va, como todo el mundo sabe, de una chica de pueblo que va a la ciudad para cumplir su sueño de ser cantautora y en esas que entra a trabajar a un dudoso garito regentado por una severa madama (Maria Bello) y habitado por una miríada de lujuriosas chicas. Resulta que pese a toda apariencia no estamos hablando de un puticlub, ni siquiera de una triste barra americana, sino de un bareto corriente y moliente, con la salvedad que, de vez en cuando, las camareras se suben a la barra y bailan en plan sexy o bien reparten manguerazos al personal, experiencia que debe resultar de un grato acojonante, ya que el tugurio tiene un exitazo que lo rompe.
El hilo argumental es mínimo (remitirse a Rock Star , Flashdance y películas similars para hacerse una idea), pero para compensar, la labor de dirección es maravillosamente sutil, tan sutil que a las actrices sólo les falta restregar las partes bajas contra la cámara y reclamar con entusiasmo: ¡Que te empalmes, coño! (interprétese empalmar como comprar entrada/adquirir DVD). Y sin embargo, cualquier parecido con el erotismo o la verdadera provocación, aquí es pura coincidencia.
No es realmente muy mala, pero en esencia lo es.
Como bien dijo Tyler Durden, todos soñamos con ser dioses del rock o estrellas del cine, y estamos frustrados por no serlo. Pues El bar coyote nos trae un dos en uno. Y mientras yo buscaba la dirección de ese bar en internet para ver esos pivones en directo, las niñitas pijas del colegio soñaban con ser la linda Violet Stanford, tan virginal, tan buena, tan perfecta en todo y que para colmo triunfa en Nueva York. Luego viene lo típico: dosis de humor, de lloreras, de amor… solo faltan los comunistas rusos con la bomba atómica para completar la cinta, pero vaya, al guionista se le devió olvidar. Todavia me pregunto como pude ver la cinta completa, y luego me acuerdo de las escenas de barra. El único punto extra del film, es que gracias a este subproducto hizo que las niñitas de clase empezaron a usar tanga. Si a alguien se le ocurre verla, que lo haga con un dedo del mando a distancia, exactamente en adelantar.
A ver es cierto que es una de esas películas con todos los tópicos que se pueden hacer en películas románticas pero la verdad es que a mi también me hizo pasar el rato y desconectar la neurona central. Puede ser que me la tragué porqué por lo menos había mucha gente en bastantes escenas con la apariencia de pasarlo bien, la música no estaba mal. Auque las protagonistas son puras barbies (excepto la protagonista y la propietaria el resto parecían sacadas de alguna tienda de muñecas), y el guión era más que predecible, no se me hizo pasteloide total como otras tantas de este género, que muchas veces he tenido que liquidar porqué eran insufribles.