El apartamento de la tentación
Sinopsis de la película
Julieta y Alberto son un matrimonio que lleva una vida tranquila. Ella ignora que su marido se vale de la clínica veterinaria para atender a las clientas más que a los animalitos. Cuando alguien le cuenta a Alberto que su mujer lo engaña, él no puede creérselo. Para poner a prueba la fidelidad de su mujer, decide asediarla con ardientes cartas de amor que firma con el pseudónimo de El Conde Aventurero . Las cartas se las dicta a su amigo Max, pero éste, que intenta seducir a una mujer, le envía la misma carta que recibe la mujer de Alberto.
Detalles de la película
- Titulo Original: El apartamento de la tentación
- Año: 1971
- Duración: 90
Opciones de descarga disponibles
Si quieres puedes obtener una copia la película en formato 4K y HD. Seguidamente te añadimos un listado de opciones de descarga directa activas:
Opinión de la crítica
3.5
29 valoraciones en total
La película pertenece a la saga interminable de comedias españolas de los setenta que se hacían con fines exclusivamente comerciales, sin otro objeto que justificar alguna escena de destape, sin que viniera a cuento, con argumentos espantosos y guiones irritantes. Juan Luis Galiardo interpreta a su habitual personaje de la época, un insufrible guaperas, ligón y caradura, con pelo cortado a la navaja y kilos de brillantina, que, sin duda, tenía su público. Jaime de Mora y Aragón, siempre haciendo de sí mismo repitiendo papel .Sólo Carmen Sevilla está aceptable. Cinéfilos abstenerse.
De un cineasta como Julio Buchs se podia esperar un resultado más sólido puesto que en films anteriores como El salario del crimen o El hombre que mató a Billy el niño demostró que sabía dirigir perfectamente a los actores mientras que en El apartamento de la tentación parece que los actores están demasiado libres y muy a su aire sin una mano directiva que los controle un poco. Lo que más sorprende es la carencia de interés ambiental y eso unido a la poca gracia que tienen la mayor parte de las situaciones hacen que de la película sólo se puedan salvar la música agradable de José Solá y la simpatía de la pareja protagonista que forman Carmen Sevilla con esa encantadora gracia tonta propia de esta etapa de su carrera y Juan Luis Galiardo que ha sido un actor en constante proceso de evolución. Julio Buchs dentro del terreno de la comedia quizá destacó menos que en otros géneros y El apartamento de la tentación representa una obra menor dentro de una carrera cinematográfica loable. El espectador poco exigente quizá se conforme con el contenido de la película aunque se echen en falta tantas cosas que hubieran reforzado un débil planteamiento. Queda así como una comedia ligera de poca consistencia. José Sacristán es un actor que también ha estado siempre en un constante proceso de evolución en cuanto a capacidad interpretativa.
Ojalá esa larga y estúpida colección de films que configuran el landismo tuvieran la buena realización y el divertido guión de El apartamento de la tentación . Es una comedia premeditadamente disparatada y con tono de vodevil que rinde también culto a moderados destapes, pero la historia está bien escrita, los diálogos se alejan del tópico y el juego de equívocos resulta eficaz. Sufre algunas vulgaridades que quedan ahogadas por los aciertos. Y los actores responden a la buena dirección de Julio Buchs, cuyo pulso narrativo es el del cine de Hollywood y no el desequilibrado y mediocre de un Fernando Merino o un Ramón Fernández.
Como también ocurriera en otra original comedia del mismo director, Una señora llamada Andrés , El apartamento de la tentación posee ingenio y consigue lo que pretende: hacer pasar un buen rato con auténticos y falsos adulterios, un conde cornudo y feliz, un actor arruinado y dos esposas rabiosas.
Aunque tanto Carmen Sevilla como Juan Luis Galiardo bordan su papel, destaca sobre todo Mari Carmen Yepes, en su furiosa interpretación de mujer engañada por su tonto marido (José Sacristán).
No se puede confundir este film con No desearás al vecino del quinto y demás astracanadas baratas. Pertenece más bien a esa otra serie de comedias dignas que trataron en el pasado el tema sexual, como No somos de piedra , Estudio amueblado 2p o El triangulito.
A principios de los setenta y con una España algo más aperturista, aparecieron estos pseudo films que comenzaban a tantear el terreno del destape, pero manteniendo las formas.
El film no tiene nada de especial y no deja de ser un conjunto de enredos (algunos de ellos de nula gracia), donde el reparto va al vaivén de un guion que por dos buenos momentos que tiene parece estar relleno de una vaciedad absoluta.
Los protagonistas están cada uno a su aire: Juan Luis Galiardo con su estilo de dandy que llega a cansar, Carmen Sevilla que estaba atravesando la fase de ir muy ligerita de ropa y enseñando carne en cualquier secuencia. Sacristán no logra tener un solo momento de gracia y Helga Line y Mora de Aragón más de lo mismo.
Con todos estos antecedentes, es de ver que si todos reman cada uno a lo suyo esto no tenga por donde aguantarse y acaba pareciendo un avance de lo que serían las comedias de Pajares y Esteso.