El amor no es lo que era
Sinopsis de la película
Este film narra tres historias de amor urbanas. Álex y Lucía se encuentran, empiezan a conocerse y entre ellos surge un romance. Paz y Jorge ven impotentes cómo su relación se apaga sin saber qué hacer. Finalmente, Albert e Irene vuelven a verse tras varios decenios de separación.
Detalles de la película
- Titulo Original: El amor no es lo que era
- Año: 2013
- Duración: 89
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Opinión de la crítica
Película
4.3
56 valoraciones en total
Irregular película de múltiples historias sobre el amor y los amores que se introduce en 3 generaciones distintas y narra con más o menos acierto cada una de ellas con sus diferentes fases: la iniciática, la de la crisis y la del reencuentro. Y es fácil de distinguirlas porque la premisa es también sencilla. La pareja joven que encuentra el amor y el calor del inicio de una relación, la pareja en edad madura en plena crisis emocional y romántica, que trata de arrancar y no puede, mostrando el claro ejemplo de la crisis de la mediana edad, y la tierna historia de la pareja anciana, casi en el crepúsculo de sus vidas que de nuevo reencuentran el amor perdido en la juventud. De las tres historias, esta última es la más completa y por la que más merece la pena recordar esta producción española de producción humilde.
En cuanto a las interpretaciones sobresale entre todos ellos, precisamente, la pareja mayor: unos completos e implicados Carlos Álvarez-Novoa (La Novia) y Petra Martínez (Mientras Duermes) que entregan unos personajes sinceros y empáticos. Después cumplen con su cometido Alberto San Juan (Días de Fútbol), Blanca Romero (Física o Química) y Nicolás Coronado (Demonios tus Ojos). Sin embargo, la interpretación de Aida Folch (Cuéntame cómo Pasó) es irregular y desdibujado, aportando un personaje que ella misma no termina de creerse. En cuanto a la dirección, corre a cargo del novel Gabriel Ochoa, que aporta un enfoque sencillo, sin grandes alardes para contar unas historias que a veces desentonan y van a sitios que no deberían. El tono en algunos momentos se mantiene, pero en otros se pierde y no sabe si dotar de más drama a las tramas o darle un toque más trágico como en el relato o historia de la pareja de mediana edad, que por momentos no se sabe a dónde dirige sus pasos. Eso sí, lo que tiene claro es que aunque busque el amor con algunas tomas, demuestra que el amor se fue en algún momento de la historia.
Sencilla historia con historias que tiene sus altibajos con el ritmo y que destaca por tener un montaje bastante bueno con la inclusión de líneas dibujadas cuando algunos protagonistas se ponen en movimiento.
En la parábola parece que las trayectorias nunca vuelvan a unirse pero, en un punto lejano, siempre vuelven a acercarse, el comportamiento en la hipérbole es distinto, los cuerpos nunca volverán a su punto de origen .
Resumen matemático perfecto y magnífico de la realidad plasmada, clave estratégica para entender la presentación y andadura de las tres parejas protagonistas, dos parábolas, una joven y recién creada/otra veterana y muy curtida que, a pesar de sus contratiempos y reticencias, lograrán encontrar el punto del camino que les lleve a encontrarse y andar juntos y, una hipérbole, estática, inerte e insustancial, sin nada que compartir ni expresar que nunca lograrán, por falta de apetencia, energía y esfuerzo, volver al maravilloso punto de encuentro que un día les enamoró.
La diferencia entre mirar y ver es sólo un estado de ánimo y, estados de ánimo es lo que ofrecen estos seis personajes cotidianos, nada especiales pero únicos en su exclusivo y sensible armazón, en transitiva soledad acompañada que buscan encauzar sus historias, paso a paso, con humildad y al son que les marque la vida.
Todos conectados por seis grados de separación/todos separados por kilómetros de distancia emocional, la sencillez de mostrar la andadura de una pareja joven, ingenua y con toda la esperanza por delante que se inicia, con sus miedos y dudas, osadía y valentía, la parada invernal y estacionaria, que no entra en calor ni despierta, de quien lleva tiempo junto a un extraño conocido, cuya ausencia, no se nota y, cuya presencia, molesta por disminuir el espacio de una marcha que, a esas alturas, ya se ha hecho individual y, el renacer de un encuentro jubilado que activa sensaciones con la seguridad de los errores cometidos y la firmeza de saber lo que no se quiere, todo ello ofrecido con tranquilidad y reposo, serenidad y complacencia de expresar con sutileza, confiando más en la sabiduría de las imágenes que en la torpeza explicativa de las palabras innecesarias cuando el silencio incómodo de un sofá compartido lo dice todo o, la entrega de unas llaves es mensaje claro de acogida y bienvenida
Grabriel Ochoa marca un tempo cotidiano, rutinario y familiar de vida en pareja donde el amor se encuentra y florece con fuerza y resistencia o, simplemente, se aparca en el cajón de la mesita para cuando sea más oportuno pues, ahora, no se tiene tiempo para dicho cansancio y estorbo forzado, cuando el abrazo es necesitado y espontáneo/cuando la caricia es estudiada e impuesta, cuando los sentimientos pertenecen más a un pasado querido que a un alejado presente, cuando una nueva o última oportunidad llama a tu puerta y no dudas en subirte al vagón de ese inesperado tren, vaya donde vaya, mesa para uno o mesa para dos o, lo que es peor, mantel compartido por costumbre sin nada que decirse y a centímetros abismales de distancia uno del otro, cuando el mínimo detalle importa/cuando no importa nada, cuando la pasión deja paso a la desgana, cuando la oportunidad surge en medio del conformismo, cuando, cuando, cuando…, cuando vendrás para no marcharte jamás o es la bola de cristal de Alaska que quedó en el bonito recuerdo de un pasado más llevadero y agraciado.
Puedes pensar que es llana y aburrida, plana y estéril pues no pasa nada o captar, con la delicadeza, armonía y discreción de no alterar el panorama, que todo pasa y cambia pues, un pequeño retoque, altera y modifica la distribución de la estancia, el paisaje en el horizonte, el sentir del alma y el devenir del camino de la persona, pasividad y que la vida decida o determinación de ir a por ella, pase lo que pase, unidad que bifurca o bifurcación que se funde en una.
Hay trayectorias en parábola y otras en hipérbole, unas se unen/otras se separan , el amor ya no es lo que era, o renace con ilusión o se torna molestia.
lulupalomitasrojas.blogspot.com.es
Película que no sigue los cánones básicos de la narrativa: presentación, nudo y desenlace y que se queda con la primera parte, sin pasar de ahí.
Personalmente me encontré viendo la película y mirando el reloj pensando pues ya han pasado 15 minutos y aún no ha pasado nada en la trama, cuestión que se fue repitiendo a lo largo del metraje hasta llegado el final, que cierra algo que no se ha abierto. La sinopsis es especialmente sobresaliente porque cuenta TODO lo que pasa en la peli. No hay nada más.
Las tres historias de pareja están contadas como si hubiéramos inmiscuido una cámara en la vida real y común de cualquiera de ellas, viendo un presente actual sin que haya una explicación de su pasado y sin un cierre o previsión de su futuro. Vemos que cada una de las tres mujeres protagonistas sufre una enfermedad (abuela con cáncer de pecho, madura con herida en la rodilla y jovencita con dolor de hombro) y que cada uno de los tres protagonistas es médico (jubilado forzoso, ejerciente y becario en prácticas). Ninguno de ellos habla de sus problemas.
No es que la película sea lenta. Simplemente es que no pasa nada. Mientras tanto, vemos de vez en cuando unos planos cenitales en los que aparecen líneas como de apuntes de física, con fórmulas y vectores que pretenden dar a entender que la física traza las trayectorias de nuestras vidas.
Por otro lado, las interpretaciones son bastante acordes con la historia que cuenta: aplanadas y se hace uso del nombre de José Coronado que tiene un papel de 30 segundos con dos frases, futil intervención que suponemos por contrato, ya que el chico joven protagonista es Nicolás Coronado, su hijo.
Es una película que se ha presentado en el Festival de Cine de Málaga, el último día de proyecciones, tras la que hubo una rueda de prensa donde a los propios periodistas que la habían visto comentaban que tenían poco que preguntar sobre ella porque en la peli es, por básica, malísima y que habían pasado vergüenza ajena teniendo frente a ellos un equipo que ilusionado habían hecho una peli de tan poco resultado.
La película intenta reflejar la vida en pareja de diferentes épocas, jóvenes, adultos y vejez. Se intenta parecer tanto a la vida real que puede llegar a resultar algo insulsa.
Lo que, desde mi punto de vista, nos quiere reflejar el director es lo difícil que nos resulta en muchas ocasiones decir las cosas, expresar nuestros sentimientos y al final acabamos huyendo de cosas, ignorándolas o mintiéndonos a nosotros mismos pensando que así las coas irán mejor.
Creo que con un final más impactante, más de película dejaría otro sabor de boca menos insípido.
Tres historias de amor que se entrelazan son la excusa para hacer una pequeña cinta de interpretaciones y director.
En las interpretaciones no son excelsas pero soportan el peso de la película, en cuanto al director, se pierde en el papel dejando una película suave, que no llega a inmiscuirte en las historias que cuenta.
Como aspecto favorable, la ciudad (rodada en Valencia) adquiere un bonito protagonismo convirtiéndose en el séptimo actor.