Efectos colaterales del amor
Sinopsis de la película
Henry Page es un estudiante adolescente que se considera un romántico empedernido, pero nunca se ha enamorado. El joven aspira a ser editor del periódico del instituto y vive feliz centrado en sus estudios para entrar en una buena universidad… hasta que la joven Grace Town entra en su clase. Su nueva compañera no es precisamente la chica de sus sueños, pero poco a poco se enamora de ella cuando los dos son elegidos para editar el periódico del instituto.
Detalles de la película
- Titulo Original: Chemical Hearts aka
- Año: 2020
- Duración: 93
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Opinión de la crítica
Película
5.2
82 valoraciones en total
Película destinada mayormente a un público adolescente, interpretada por dos jóvenes, chica y chico, en su último año de Instituto, y próximos a la graduación.
El tema central es, cómo no, el amor/desamor con una fuerte presencia del sentimiento de pérdida. Película, pues, típica del género romántico adolescente.
Richard Tanne escribe, co-produce y dirige esta adaptación de la novela bestseller Chemichal hearts de la autora australiana Krystal Sutherland apadrinada por la plataforma Prime Video de Amazon, que pretende llegar a un sector de público consolidado por la plataforma rival Netflix.
El director de Michelle & Obama (Southside by you) dirige con una mirada tierna, con cierto buen gusto y con buen pulso. Técnicamente muy correcta, sin alardes, pero con gran efectividad, por supuesto totalmente consciente al público a quien se dirige, obra sin complejos, porque efectivamente, es una película que hemos visto decenas de veces.
Lo más jugoso en este tipo de películas de género, que son las escenas románticas, aunque escasas por la coyuntura de la propia trama, están bien rodadas, y se nota química entre los dos protagonistas (fundamental para que funcione la película), si bien es cierto que Lili Reinhart (Riverdale) eclipsa a Austin Abrams (The walking dead) prácticamente en todas las escenas importantes en las que aparecen juntos. No sabemos si la faceta de productora ejecutiva de Lili tendrá algo que ver (algo parecido a lo que no hace mucho hizo su compañera de reparto Jennifer López en Estafadoras de Wall Street: productora al mismo tiempo que actriz).
Abrams da vida a un chico tímido, tierno y redactor del periódico escolar, amante de las letras, que se enamora de la chica, con una buena interpretación. Un personaje algo parado e inexpresivo, en parte por la confusión a la que es sometido, en contraste con Reinhart que saca provecho del dolor interior y el misterio de su personaje. A Ambos les une la afición a la literatura.
La película sigue los convencionalismos del género, con idas y venidas entre los dos jóvenes, con la particularidad de rodar las pocas escenas de sexo de manera bonita y respetuosa a la vez que realista, tratando al espectador de manera adulta.
Los personajes secundarios están apenas esbozados y no tienen casi protagonismo: una pareja lesbiana, una hermana que acaba de romper una relación (metida en el guión con calzador) o unos padres algo pasotas.
Hay alguna escena de disco, alguna metáfora acertada – el kintsugi o arte japonés de reparar los trocitos de cerámica rota-, versos amorosos de Neruda, y buenas frases como cuando miro hacia el cielo me recuerda que no somos más que cenizas de estrellas muertas o vivir en los corazones que dejamos tras nosotros, no es morir, muy definitorias de la situación que atraviesa el personaje.
En definitiva, un retrato agridulce, poco original pero correcto de la adolescencia a la que califican como limbo entre la infancia y la edad adulta. Obra sin alardes y sin arrancar una emoción desbordante, es una película del tipo que los espectadores más veteranos habrán visto muchas veces, y a los que se les hará intrascendente, pero que se deja ver y gustará a un público más joven.
La gran triunfadora del film es, sin duda, es Lili Reinhart.
Premisa interesante que deja con una sensación insulsa y de decepción.
Con algún que otro diálogo que se salva, y a partir del cual, te aferras a la esperanza de un giro argumentativo que dé sentido al batiburrillo de clichés adolescentes que se entremezclan. Demasiado predecible, sin un ápice de novedad.
Chemical Hearts es la película que más he odiado viendo en mucho tiempo. No digo que sea la peor película de la historia, pero sí una de las que más me han cabreado y querido matar a los personajes.
En teoría es un amor adolescente entre un romántico empedernidoy una chica nueva con pasado traumático. Ambos son buenos escritores y ahí se conocen. Entonces él le sigue a la chica escondido en matorrales y nos hacen ver que es romántico. Espiar a alguien desde los matorrales no es romántico que no os engañen.
La realidad es que Chemical Hearts es una película increíblemente pedante que parece hecha a través de frases pretenciosas e inspiradoras de instagram. A veces incluso parece que tiene sus filtros rosáceos y violetas entre planos de árboles, hojas secas en el suelo y el sol entre la ventana, del césped, de las nubes…
Muchas veces parece que estás viendo un anuncio de compresas.
Esto no es un romance adolescente, son dos adolescentes que se creen el centro del universo mientras recitan diálogos del tipo la gente somos polvos de estrellas que nos juntamos por un tiempo o Ser joven es demasiado doloroso por no hablar del Eres una extraordinaria colección de átomos o Alguien dijo que un adulto es un niño asustado que salió vivo del limbo de la adolescencia.
No sé que pretendían con semejante pedantería pero provoca la risa involuntaria porque nadie habla así. NADIE. Y todo ello en voz en off.
Y luego escriben los números del instituto como si fuese aquello en NY Times, tienen más reuniones que yo en toda una vida de periodista. Están todo el día corrigiendo y editando y sacan 3 putos números al año. 3.
He odiado todo, lo único destacable es la banda sonora, porque el resto es un mejunje para adolescente Emo y solo te dan ganas de que alguien les pase una cuchilla de afeitar y acabemos con este sufrimiento de película.
Parece querer ofrecerse con una trascendencia que resulta absolutamente impostada, casi hasta el ridículo. Incluso durante los primeros minutos caí en su trampa y me asombraba que hablaran de Neruda y… tal.
Quiere parecer profunda, con esa rebeldía adolescente del que sufre por un trauma muy hondo. Tardé bastante en comprender que no tenía nada para mí. Fue a los 45 minutos cuando descubrí el drama (que no puedo contar por eso del spoiler) Pues bien… en ese momento arqueé una ceja y me relajé.
La interpretan abusando de elipsis visuales y narrativas, tal vez para dotarla de un carácter transgresor que en ningún momento se produce. Escenas y secuencias encadenadas con escasa trama. El resumen final: Fermenta en la nada.
*El estigma
Efectos colaterales del amor (Chemical Hearts) parece que tiene todo para no encasillarse en la idea de película romántica adolescente. Y podría haber ido mucho más allá si Richard Tanne se hubiese centrado más en el contenido que en la forma.
Antes de todo, tenemos que quitarnos el estigma impuesto hacia las películas románticas. Como ocurre con el resto de los géneros cinematográficos, existen buenas y malas películas. Además de que durante los años 90 esta temática destacó frente al resto, como con Cuando Harry conoció a Sally, Antes del Amanecer o Notting Hill entre otras muchas.
Efectos colaterales del amor (Chemical Hearts) tiene el suficiente material para sobresalir entre el resto, debido a que los proyectos basados en libros suelen traer ideas lo suficientemente fuertes. Pero por culpa de una mala realización y un guion que quiere abarcarlo todo, se queda a medio gas. Se intentan tratar distintos temas: un amor adolescente, los problemas psicológicos y la importancia de la juventud.
*Intentar abarcar todo
La relación de amor entre los protagonistas se intenta imponer como el tema principal. Una relación de amor donde apenas se dan a conocer las emociones de los personajes, por ello las tensiones y el clímax no producen un sentimiento de revelación, sorpresa o éxtasis. Además de que los tintes tóxicos y mareos emocionales que se dan al principio no ayudan a la empatización de la pareja.
Los problemas psicológicos, en cambio, pueden considerarse su mejor punto. La información e historia que se nos ofrece es suficiente para crear empatía y dolor en el espectador. Pero la forma de llevarlo a un segundo plano e interrumpiéndolo por los sentimientos que sienten el uno hacia el otro hace que este tema se eclipse y se vuelva al error del principio.
*Los clichés importan
El cliché es un recurso que no se ha dejado de utilizar pues es un punto asegurado. Aporta emoción y disfrute al espectador, pero siempre y cuando esté bien ejecutado.
En Efectos colaterales del amor (Chemical Hearts) se encuentran numerosos clichés como el no puedes arreglarme. Pero esto no sirve si el desarrollo se queda en la frase únicamente, como si ya por decirla, estuviese hecho el resto. No vale con alegrar el oído del espectador o hablar de grandes autores para edulcorar los diálogos sino consigues construir bien las emociones de los personajes y que sientan lo que dicen.
La profundización de Henry (Austin Abrams), el protagonista, se queda en la superficie. Apenas se conoce nada acerca del chico ¿qué siente? ¿qué opina de ella? ¿es feliz?. En cambio en Grace (Lili Reinhart) se profundiza más y se convierta en el motor que hace que la trama avance provocando que el personaje del chico dependa de ella. Esto influye en las interpretaciones de los actores, que son adecuadas pero no van más allá.
*Puntos a favor
Aparte de la trama psicológica de trasfondo, cuenta con otro punto a favor pues es una historia realista que intenta indagar en algo más buscando nuevas vías de tratar el amor adolescente y sus numerosos problemas.
Su fotografía se basa en colores fríos y ocres que encajan con los sentimientos de los personajes. Además, aporta oscuridad con contrastes de siluetas, junto con símbolos del renacer emocional del personaje que dan magia a la escenas.
A priori parece un ritmo lento y cansado, pero este se adecua a las emociones de los protagonistas provocando que no resulte pesado ni aburrido. En los planos es donde más se muestra visualmente sus emociones. Planos generales que separan a los personajes mostrando sus diferencias y secretos, y escasos primeros planos provocando una mayor superficialidad emocional.
*Conclusión
Efectos colaterales del amor (Chemical Hearts) acaba cayendo en la maldición de las películas románticas que tanto cuesta a los fanáticos de estas hacer olvidar. Resulta una relación amorosa muy superficial pero con grandes ideas y profundidad psicológica detrás. Centrarse más en los problemas psicológicos y de superación, haciendo que la relación amorosa se convirtiese en un punto de apoyo para ambos protagonistas, hubiese resultado más desgarrador y hubiésemos olvidado la idea de película romántica adolescente.
Jimena Boiza