Dr. Lamb
Sinopsis de la película
Un taxista obsesionado con la idea de que cumple la misión divina de aniquilar el pecado carnal del mundo recoge a prostitutas para asesinarlas. Tras cometer varios crímenes, viola y fotografía a sus víctimas en posturas provocativas descuartizándolas minuciosamente después, para hacerlas desaparecer sin dejar rastro.
Detalles de la película
- Titulo Original: Gou yeung yi sang (Dr. Lamb)
- Año: 1992
- Duración: 89
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Opinión de la crítica
Película
4.8
61 valoraciones en total
Si el cine gore japonés es chungo y pasado de rosca, ojo con el que hacían en Hong Kong en su momento, que no le envidiaba nada a los nipones en cuanto a crueldad y marcianismo. Un buen ejemplo es esta película que llegó en su día a los videoclubs de este nuestro país para solaz de tipos raros como el que suscribe. Dr. Lamb es algo así como un thriller criminal con escenas de terror sangriento adobado con erotismo retorcido y humor inclasificable. Un taxista con traumas infantiles (con rollo giallesco de recuerdos/pesadillas chungas incluido en el precio) secuestra a señoritas a las que somete a brutalidades varias, sexuales también, quedándose alguna que otra cosilla de ellas de recuerdo. Para ilustrar el peculiar tono de este filme, contaré que en cierta escena un grupo de policías entra en casa del asesino, uno de ellos encuentra una teta arrancada en un táper, se asusta, la tira por los aires de la impresión, y esta (la teta) va a caer a la espalda de otro agente, a lo que los demás se ríen mientras le dicen que le ha salido una teta en la espalda. Otro trozo de muchacha, en otra escena, va a caer accidentalmente a una pecera donde los peces se apresuran a mordisquearlo con saña.
¿Tela, eh? Pues tiene momentos aún más estrafalarios. Necrofilia incluida. Lo mejor es que al parecer esta peculiar obra está basada en los crímenes reales cometidos pocos años antes por un taxista real en Hong Kong. Las familias de las víctimas tuvieron que aplaudir con las orejas viendo esta delicada reconstrucción de los hechos.
Recomendable, por así decirlo, para goremaníacos con mucha curiosidad e incondicionales poco exigentes del cine asiático.