Downton Abbey
Sinopsis de la película
Año 1927. La familia Crawley y su carismática servidumbre se preparan para el momento más crucial de sus vidas. Una visita del rey y la reina de Inglaterra desatará una situación de escándalo, romance e intriga que pondrá en peligro el futuro de Downton… Continuación de la aclamada serie televisiva, Downton Abbey.
Detalles de la película
- Titulo Original: Downton Abbey
- Año: 2019
- Duración: 122
Opciones de descarga disponibles
Si deseas puedes conseguir una copia de esta película en formato HD y 4K. Seguidamente te citamos un listado de opciones de descarga activas:
Opinión de la crítica
Película
6.5
49 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Allen Leech
- Brendan Coyle
- Darren Strange
- David Haig
- Douglas Reith
- Elizabeth McGovern
- Hugh Bonneville
- Imelda Staunton
- James Cartwright
- Jim Carter
- Joanne Froggatt
- Kate Phillips
- Kevin Doyle
- Laura Carmichael
- Lesley Nicol
- Maggie Smith
- Mark Addy
- Max Brown
- Michelle Dockery
- Penelope Wilton
- Philippe Spall
- Phyllis Logan
- Rob James-Collier
- Simon Jones
- Sophie McShera
- Stephen Campbell Moore
- Tuppence Middleton
Lo primero es decir que considero casi necesario conocer la serie o que te haga alguien un rápido resumen
de lo que se cuece porque sino vas algo perdido. Hay que saber quien es quien ya que aquí se da por hecho que conoces las historias y los intríngulis que se han ido cociendo en la serie, sino,todas, bastante de ellas. Eso ayuda a entender situaciones que se dan en la película. Lo segundo pues que es el remate final a una serie que me gustó mucho….y las expectativas altas a veces no son buenas. Es espectacular ver en pantalla grande los paisajes, la mansión, los muebles, la cocina…. todos esos decorados que ya conocíamos en miniatura. Me gustó reencontrarme con los personajes, no falta ni uno, están todos igual…unos años más viejos. La única que se conserva tal cual es Maggie Smith, que una vez más se come la pantalla, la película y todo lo que le eches. Y ya yendo a lo que es la trama pues un poco de andar por casa y nunca mejor dicho. Tiene situaciones graciosas, todo es muy inglés y se nota, pero no es más que un capítulo final para atar cabos que quizás quedaron algo sueltos y colocar a cada personaje en su sitio antes de bajar el telón. Entretiene pero no te apasiona, es fácil, sueltas algunas risas y sales agusto del cine. Para fans de la serie desde luego la recomiendo, aunque solo sea por nostalgia. Para el resto recomiendo esa rápida puesta al día de personajes. Y en cualquier caso decir que no se hace pesada y eso que dura dos horas y pico. Adecuada para pasar una tarde entretenida.
Downton Abbey no es la primera serie que pasa al cine, pero sí de las pocas que ha obtenido una buena recepción por parte de la crítica, pero es que además ha logrado un récord que casi nadie esperaba. Se estrenó el viernes 20 de septiembre, tanto en Estados Unidos como aquí, alzándose con el primer puesto en taquilla por encima de Ad Astra, que quedó en segundo lugar, con más de 30 millones de dólares de recaudación y convirtiéndose en el film más taquillero de Focus, su productora y sucursal de la Universal, por encima de todo lo que han producido, que han sido muchos títulos y algunos ya clásicos, como la célebre Brokeback Mountain (En terreno vedado), la oscarizada película de Ang Lee. De hecho ayer lunes, día de resaca de la entrega de los premios Emmy en las que durante varias temporadas figuró la serie Downton Abbey, fue una sorpresa, porque habitualmente hay poca gente en el cine y la sala estaba casi completa. El éxito ha sido fulgurante.
Las razones para tal impacto son varias. La serie, cuyo antecedente fue la espléndida Arriba y abajo, intentó seguir las mismas coordenadas pero ya con más medios, más lujo y triunfó, a pesar de que por ejemplo, en España, la cadena que la emitía, Antena 3, con el paso del tiempo, empezó a jugar al despiste con los espectadores. Sus paisajes, mansiones, su envoltorio tan británico gustaba al espectador, además de estar muy bien cuidada. No tenía rival, sobre todo porque pocas series hoy día se ruedan con ese despliegue y que no huelan a alcanfor, como otras han intentado emular.
Para esta, su primera incursión en el cine, han conservado sus personajes intactos, fáciles de pillar si no se ha visto la serie. La trama en cuestión, aunque no toca temas escabrosos, sí incluye algún tema comprometido, pero no se ahonda demasiado, se expone y suaviza, con el fin de llegar a la máxima audiencia posible. No es un defecto, en absoluto, es simplemente una seña de identidad de que su propósito no es polemizar, si no plasmar una situación social tan antigua como todavía vigente, la diferencia de clases, aunque hoy día tenga otras variantes, como el que no abunden ya que no pueden sobrevivir económicamente y el que haya mucho nuevo rico pero con la misma educación y clase que una cuchara de madera.
En algunas secuencias hay mucho movimiento de cámara no necesario, pero sin caer nunca en el aire televisivo, así como en otras se agradece su espectacularidad, ese lujo que el cine actual parece haber perdido. Por cierto, y a modo de detalle, en una de las secuencias que hablaremos en el spoiler, hasta la Reina Isabel hasta prestó para el rodaje su famosa tiara de esmeraldas, gracias a la intercesión de la condesa Emma Kitchener, esposa del prestigioso guionista Julian Fellowes y dama de compañía de la princesa de Kent.
Todo lo referente a ambientación, como buen producto inglés, está exquisito, sobre todo su dirección artística y por supuesto su vestuario. Su música ajustada, está bien, aunque haya momentos que nos suene a Philip Glass o a Thomas Newman. Ben Smithard también hace un buen trabajo en la fotografía, aunque sea muy agradecido el filmar prados de Yorkshire o Hampshire, atardeceres o amaneceres o esos impresionantes interiores, algunos, como luego contaremos en una escena, no muy bien iluminada.
El reparto es fabuloso. Todos, correctamente dirigidos por Michael Engler, están perfectamente en sus papeles, algunos con mayor lucimiento. Cabe destacar a Kevin Doyle como Molesley, que con menos de un minuto, pueda llegar a meterse el público en el bolsillo, concretamente en la escena de la cena como criado tenso. Los veteranos Imelda Staunton, Penelope Wilton, Jim Carter… impecables. Caso aparte el de Maggie Smith, que si esta bestia de la interpretación no es nominada en esta ocasión para el Oscar, será porque la Academia no desea que iguale en nominaciones a la mítica Ingrid Bergman. Su actuación es absolutamente estelar, pocas como ella bordarían un personaje como el de Violet Crawley, que aquí esta mucho más poliédrico y humano que en la serie. Sería de justicia que fuera ella una de la media docena de nominaciones que le podrían caer a la película, eso como mínimo. Pero aún queda demasiado tiempo para poder asegurarlo.
Julian Fellowes, el creador de la magnífica Gosford Park, sin llegar a ese nivel, ha realizado un buen guion con varias tramas en el que entrelaza sus personajes. Mérito tiene el artífice de Downton Abbey en no haber picoteado historias ya llevadas a cabo por la serie.
Película muy académica en todos los sentidos, pero que llena un hueco, como decíamos antes, no solo nostálgico de una serie que tiene muchísimos fans, si no que nos ha hecho recordar que el cine puede ser lujo y glamour a raudales, y esa clase de películas fastuosas ya no se ruedan porque los productores no saben ni cómo se colocan los cubiertos, y esa clase de cine aún fascina a muchos espectadores. Los ingresos de Downton Abbey puede que provoque, además de una secuela, el que se rueden varios films de época con pretensiones de hacer taquilla, pero si van a hacer chapuzas mejor ni lo intenten, para eso que repongan la versión íntegra de las cuatro horas de El gatopardo.
(Pequeña observación antes de decir nada: sino has visto la serie antes de ver la película, obviamente, no la vas a disfrutar con tanta intensidad, y probablemente no pienses muchas de las cosas que he dicho.)
Downton Abbey es una serie que me parece magnífica, ya no solo por la historia, sino también por la ambientación tan sumamente lograda, por la colorimetría… Siempre elogié el trabajo de la parte de dirección de arte, de fotografía, puesta en escena, vestuario, etc. Sin todos ellos Downton Abbey no sería lo mismo.
Me impresionó, verdaderamente, el poder observar a todos los actores que había visto en la pequeña pantalla, allá sobre el 2015, tan de cerca, y es que la gran pantalla tiene algo que no tiene un pequeño televisor de salón, la gran pantalla hace que puedas vivir todo más de cerca, que te metas de lleno en una historia y la hagas tuya, que seas un personaje más, un lacayo más o alguien más del poder… como si estuvieras viviendo con todos ellos y les desearas a cada uno de los sirvientes y cada uno de la familia lo mejor en su futuro. Sus opiniones acaban siendo tuyas.
Al principio, tenía mucho miedo de que el equipo no se supiera defender y hacer en dos horas una excelente película, pero el resultado para mí ha sido sublime. El guión ha sido impecable y era otra de las cosas por las que tenía miedo, pensando que el final podría ser fatídico si no cerraban la historia de lleno y dejaban algo abierto, cosa que no ha sucedido y hemos podido ver lo bien que se han vuelto a defender, así que felicito a los guionistas.
La grandeza y el respeto de Downton Abbey se observa desde el minuto uno con la música de fondo y los planos llenos de elegancia, hasta el final con Downton de fondo y una bonita puesta de sol.
Gracias por hacernos volver a Downton Abbey.
Casi obra maestra, como casi todos los capítulos de la serie en que está basada esta película. Durante años vi capítulo a capítulo esta serie de factura magnífica como se suele decir de tantas producciones británicas, con toda la razón, sea dicho de paso. Uno siempre espera una interpretación impecable, unos decorados acertados, una fotografía acorde a la época, un vestuario de lujo, si la época y las circunstancias lo exigen, una banda sonora muy conseguida, y una dirección a una gran altura, que aúna en un solo producto tanto mérito.
Sin embargo, lo que para mí marca de forma definitiva a Downton Abbey como una gran obra, ya sea televisiva ya sea cinematográfica son los cuidadísimos diálogos. Pocos veces en mi ya larga vida he oído y escuchado unos diálogos tan cuidados, tan perfectos, tan llenos de contenido que dan vida que unos personajes en una época complicada, y que seguramente los sitúa por encima de lo ética de los personas que intentan recrear, pero poco importa, lo que me gusta, y creo que nos gusta, es ver que puede haber rencillas, que puede ver discrepancias políticas, que puede haber confrontaciones de egos, que puede haber personas alejadas de los cánones por algunos exigidos, y sin embargo, a pesar de todo y de todos, saben comportarse con respeto y educación. Quizás sea demasiado bonito para ser real, pero está tan bien hecho, resulta todo de un engranaje tan perfecto, resulta todo tan consolador que no nos podemos negar a que por una vez sea verdad.
Pero no es solo esa perfección técnica que realza unos diálogos ingeniosos y a la altura de los mejores dramaturgos ingleses por lo que puede apreciar esta obra. Hay también humor, e ironía. Y hay también unos planos que son de lo mejor que recuerdo de los últimos años. Me quedo con uno solo, a título de ejemplo. Es esa escena en que la servidumbre o servicio de Downton Abbey sube triunfal las bandejas para servir a la reina y a sus acompañantes. En un travelling paralelo y en plano corto de considerable duración, la cámara se centra en las bandejas mientras va siendo llevadas desde las cocinas hasta el comedor y seguirá centrada en ellas por encima de las cabezas de los comensales. ¿Hay quien dé más?
Como suele ocurrir con todas las series que dan el salto al cine, Downton Abbey, la película, es un capítulo más de la serie, pero extendido. O mejor dicho, es un especial de Navidad de la serie, de los que hubo entre las temporadas 2 y 6 (que ya de por sí duraban dos horas), pero puesto en la pantalla grande.
Y la verdad, ha habido capítulos mejores en la historia de la familia Crawley y sus sirvientes. Esta película nace del interés de sacar más dinero con unos personajes tan queridos por el público, y siendo sinceros hemos visto, como decimos, historias mejores en la pequeña pantalla con estos mismos personajes. La historia está bien, pero adolece de algunos problemas, como la rápida resolución de algunas tramas (como por ejemplo la de Tom y su misterioso visitante), la escasa presencia de algunos personajes (el Henry Talbot a quien da vida un fugaz Matthew Goode, por ejemplo, pero claro, es que ya son tantos, arriba y abajo… y sí, no es casual la mención a la maravillosa serie que siempre ha servido de inspiración a Downton Abbey y Julian Fellowes), la nula explicación sobre ciertas cosas que han pasado entre el final de la serie y la película (hay que recordar que dejamos a Mary embarazada al final de la serie y asumir que la misteriosa niña que aparece por allí es su hija con Henry, de nombre Caroline) y la apuesta descarada que hace al final, con la conversación entre abuela y nieta, por confirmar a la mencionada Mary como la heroína entre las heroínas de esta franquicia, cuando cualquiera que haya visto la serie sabe que de santa ha tenido bastante poco y que se ha portado francamente mal con su propia hermana Edith, sin ir más lejos. Atención también a cómo se resuelven las cuitas de Thomas, muy desaprovechadas (otro que va a terminar siendo un inmaculado ángel… con lo que él ha sido).
Aun así, Downton Abbey, la película, gustará a su público deseado, que no es otro que los fans de la serie. Es entretenida, es muy divertida (atención a personajes como Carson, Molesley y por supuesto Violet, cuyas réplicas e interacciones con Isobel son más descacharrantes que nunca), es emotiva (atención a la relación entre Tom y Lucy, una estupenda Tuppence Middleton, o a la trama de Edith y Bertie) y luce como nunca. La belleza de la casa, que existe de verdad, por cierto, y sus alrededores se ve increíble en la pantalla grande, con esas tomas aéreas, y por supuesto el nivel de producción (decorados, vestuario, maquillaje, peluquería, etc) es soberbio, como corresponde a una producción británica. Los actores también brillan todos a un gran nivel, y además el guión de Julian Fellowes sabe cómo aprovechar a cada uno y darles a todos su momento de gloria.
En definitiva, una película agradable y notable, aunque no extraordinaria, que sirve como cierre, ahora sí, de la historia de la familia Crawley. Ha sido un placer acompañarlos durante los 15 años de su vida que hemos contemplado.
Lo mejor: Da lo que promete
Lo peor: No es de lo mejor de la franquicia