Dos amores
Sinopsis de la película
Ana, una maestra de escuela en un poblado de Nueva Zelanda, llega a los treinta sin haber conocido el amor. Lo que ignora es que no le faltan pretendientes… un atractivo maestro inglés que ha intentado alguna vez suicidarse por sus problemas de adaptación y un hombre maduro casado, que es el inspector general, fascinado con la joven y sus adelantadas ideas sobre la educación. Ahora debe decidirse entre los dos.
Detalles de la película
- Titulo Original: Two Loves
- Año: 1961
- Duración: 96
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Opinión de la crítica
Película
4.6
21 valoraciones en total
La tal Silvia Ashton escribiría un novelón voluminoso y sentimental en la época. Como si lo viera. Quisieron llevarlo al cine y el del guión adaptado no estuvo muy inspirado. Pero los otros tampoco lo estuvieron. Aquí solo se salva Shirley MacLaine que mantuvo una larga carrera de fondo demostrando en toda época como Bette Davis que se puede ser inmensa actriz siempre.
Cine de los sesenta haciendo ya una mezcla de caducos ideales con colores y pasiones del Douglas Sirk de la Universal de los cincuenta.
Cine descolocado , ya sin sentido, y realizado más para maduros soñadores de entonces que para la juventud del momento. Llegaba a contracultura que iba a aplastar como una apisonadora.
La historia de una maestra (nada que ver con Aldecoa) en Nueva Zelanda solitaria, bondadosa y atractiva en un colegio de nativos. Un chiflado profesor que la acosa, por cierto deleznable personaje que raya en lo incomprensible. Hoy día tendría una orden de alejamiento. Y un maduro y casado inspector que elegantemente la corteja con la sabiduría de la edad y la imposibilidad de su divorcio.
Visiones colonialistas de los blancos amables y respetuosos con los vencidos aborígenes del protectorado. La ingenuidad y belleza del buen salvaje encarnado esta vez en una bella ayudante polinésica de la maestra. Los dramas morales que ya eran pasto de las llamas de los hippies. Los sistemas de estudios caían, otro cine llegaba.
Para siesta cinéfila sin pretensiones.
Como diría mi paisano Arturo Fernández: ¡La leche! ¡la leche! ¡la leche! Pero… ¿de dónde ha salido este fulano? ¿qué hemos hecho los pobrecitos espectadores para semejante tortura? En definitiva, ¿qué le hemos hecho nosotros a Laurence Harvey para que nos martirice con semejante actuación patética, sobreactuada y ridícula a más no poder? ¿Cómo han podido engañar a la buena de Shirley MacLaine para participar en semejante dislate? No puedo parar de hacerme una pregunta tras otra. ¿Harvey no se retiró del cine tras verse en pantalla? ¿MacLaine volvió a ser la misma actriz tras ser testigo y cómplice de semejante atrocidad interpretativa? ¿Será la vida igual para nosotros después de haber visto la actuación del amigo Harvey?