Distrito 13
Sinopsis de la película
París 2013. Un muro de aislamiento rodea los ghettos de las ciudades. No hay reglas, ni derechos, ni leyes, pues las bandas lo dominan todo. Damien, un oficial de una unidad de élite de la Policía, es un experto en artes marciales y domina, además, las tecnicas de la infiltración. En un momento dado, le encomiendan la misión más arriesgada de su carrera: una potente arma de destrucción masiva ha sido robada por la banda más poderosa del Distrito 13, y Damien tendrá que infiltrarse en esa zona, la más peligrosa de París, para destruirla.
Detalles de la película
- Titulo Original: Banlieue 13
- Año: 2004
- Duración: 85
Opciones de descarga disponibles
Si lo deseas puedes descargar una copia la película en formato HD y 4K. A continuación te añadimos un listado de opciones de descarga activas:
Opinión de la crítica
5.8
84 valoraciones en total
Una película de acción, con un argumento suficiente para tenernos entretenidos durante sus 84 minutos.
Las peleas, muy espectaculares, no tienen nada que envidiar a las que podamos ver en sus homólogas provenientes de Hollywood. Y el resultado es incluso mejor que el de muchas películas de acción basadas en mil y un efectos especiales, pero sin usar cables ni trucos…
El argumento es bastante pobre, un malo muy malo que vende drogaina, policias vendidos y dos superprotas que salvan al mundo y a la chica, pero las persecuciones son para quitar el hipo.
No soy un especial seguidor del cine francés, pero hay que reconocer que tiene dos grandes virtudes: a) buenas ideas b) valor para llevarlas a la práctica. Su principal inconveniente suele ser que esas ideas no dan para más de 30 minutos de película y tienen la obsesión de no hacer películas de menos de 2 horas, por lo que se van diluyendo y diluyendo hasta quedarse en nada (o en algo ridículo).
Aquí se han saltado esa norma de las dos horas y les ha quedado una cosa bastante apañadita. Buena ambientación, un argumento bastante trabajado (para lo que suelen ser estas películas), peleas muy bien coreografiadas, diálogos que no resultan ridículos, protagonistas saltimbanquis realmente espectaculares… En fin, a la altura de los clásicos de VanDamme y Steven Segal (me refiero a sus primeras películas, no a lo que hacen ahora).
Mejor y más entretenida que muchas de las películas patrias que hoy van a ganar Goyas.
Luc Besson, el director que maravilló a propios y extraños con un peliculón como Léon , tuvo la brillante idea hace casi una década de fundar una productora a través de la que dar protagonismo a ese género al que tan atado ha estado durante su carrera, el thriller o la película de acción que él sabía llevar con enorme pulso (con alguna clara excepción), pero que directores de medio pelo como Nahon o el propio Morrel transforman en detritus gracias, en parte, a la colaboración de esos excelsos guiones que brinda el propio Besson. Vamos, que se lo podría haber pensado antes de darle cancha a un género que ya nos otorga suficientes bazofias al otro lado del Atlántico.
Pasando a hablar sobre la propia Distrito 13 , cabe decir que el hecho de que empiece una peli y, en apenas diez minutos hayamos visto unas cuantas acrobacias, secuencias de acción desmedidas pero espectaculares y funcionales, y a un pibonazo hacerle comer sus bragas al malote de turno, me hizo presentir que me hallaba ante una de esas tonterías descerebradas, pero con las que pasas un buen rato de risas y amenizantes porretazos.
¿La pega? Que el humor que debería poseer una peli como Distrito 13 se disipa durante esos 10 minutos.
A partir de ahí, todo se torna rudimentario (incluso las ya mencionadas piruetas y cabriolas, que sólo parecen otra modo de camuflar la incapacidad de Morel por dar un poco de empaque a la acción), y aunque se intenta derivar el guión hacía otros derroteros (como, por ejemplo, con lo que sucede con el personaje de Bibi Naceri), al final termina siendo lo de siempre, pero peor, pues no les basta con machacar el cerebelo del espectador proponiendo soluciones absurdas y momentos ridículos, sino además deciden optar por uno de esos giros que suelen dejar ojiplático al espectador más acomodado, pero que a mi a estas alturas ya me la traen al pairo y lo único que consiguen es cabrearme e irritarme a partes iguales.
La película tiene un reparto al que no le hace falta especialistas, de ahí que la cinta use esto como principal excusa para intentar salir del agujero en el que se mete con el pésimo argumento. El film es un repertorio de movimientos en el que David Belle y Cyril Raffaelli hacen gala de sus acrobacias mientras tratan de resolver el embrollo.
A mí, aficionado al parkour, me ha servido más como profesor que como película.