Dirty Dancing
Sinopsis de la película
Años 60. Johnny Castle (Patrick Swayze) es un experto profesor de baile y un amante consumado. Por su parte, Baby Houseman (Jennifer Grey) es una aburrida e inocente adolescente de 17 años. Un verano se conocen en el balneario donde él trabaja. Aunque pertenecen a clases sociales muy distintas, cuando la música suena y bailan al ritmo del dirty dancing, las diferencias que los separan desaparecen.
Detalles de la película
- Titulo Original: Dirty Dancing
- Año: 1987
- Duración: 97
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Opinión de la crítica
Película
6.1
78 valoraciones en total
En este caso, me veo en apuros para definir si la película es de buena o mala calidad, si sus diálogos son acertados o si su guión es bueno. Me veo en apuros porque, al haberla visto decenas de veces, ya he perdido toda perspectiva. Y, en el fondo, cada vez que la veo vuelvo a sentirme como la adolescente que era la primera vez que la vi.
Es una historia de amor como cualquier otra, con el añadido del baile, las clases sociales distintas, la rebelión típica de la juventud, etc., de decir, nada nuevo bajo el sol. Pero tiene un encanto especial. La chica es encantadoramente normal, el chico es de lo más sexy, y las coreografías… bien, las coreografías tienen de bueno que no parecen coreografías, en esta película la gente baila como le sale del alma, y queda tan natural, que a uno le entran ganas de ponerse a bailar en el salón.
Sé que no es una crítica muy elaborada, pero, para qué mentirles, yo sólo puedo decir que es una película que toca no sé qué fibra de mí que me hace ser poco objetiva.
¡Qué mala es esta película, la puñetera! Los que vivimos nuestra adolescencia en los 90 nos hemos tragado Dirty Dancing , al igual que otros bodrios como Ghost o Le llaman Bodhi (todas ellas de Patrick Swayze) a la par que escuchábamos a esos míticos Ace of Base, Aqua o Take That.
Es muy difícil volver a ver este filme sin que el velo de la nostalgia empañe nuestra objetividad, pero no es imposible. Sin duda nos hallamos ante una especie de drama-musical-romance terriblemente malo al servicio del por entonces macizo Patrick Swayze (a nadie le importaba la pobre Jennifer Grey). Los diálogos son un conjunto de topicazos -ese Eres salvaje ¡uaaaaaauuuuu! que le espeta la Grey al guapito de Swayze…-, la dirección cutrísima y la banda sonora extremadamente hortera. Si algo se salva son los números musicales, porque bailar, lo que es bailar, ambos protagonistas lo hacían de maravilla.
Todo en Dirty Dancing proclama la descarada búsqueda de un público quinceañero, mayoritariamente femenino y con venazo lacrimógeno, dado el enorme éxito de la película, lo tuvo en cantidades.
La cosa es que vuelves a ver el filme, que ha envejecido mucho y mal y a pesar de todo, no cambias de canal. Te quedas viéndolo con morbosa fascinación por todo lo que representó en su momento y la verdad, pasas un buen rato y hasta te hace gracia los rifirrafes danzarines y pasionales del malote de Johnny y la boba de Baby. Es como para nuestros padres, ver Cine de barrio . ¿Qué la peli es mala? Lo es y en cantidad. Pero ¿qué importa?
Sí, efectivamente, ya lo sé, la película es floja, el guión es flojo, flojísimo, tratando temas como el aborto de forma demasiado superficial, vale, las actuaciones de los protagonistas tampoco pasarán a la historia como las mejores del mundo del cine, pero yo me los creo a ambos, digo, que dentro del rol que les ha tocado desempeñar, están bastante creíbles. Al ser un argumento flojo es prácticamente sinónimo de que los personajes sean algo simplones o planos, es decir, como la vida del 99,3% de la población de este planeta y es ahí donde radica su genialidad. Si a mi vida ramplona le pones música, cobra de repente un interés inusitado, sexual y perverso y más la música de Dirty dancing, que es lo mejor de la película con diferencia, junto a las coreografías ( coreografías de difícil ejecución, os lo aseguro).
Resumiendo, Dirty dancing me parece una excelente película no por lo anteriormente mencionado, que es obvio, sino por ese olor a campo, a sexo, a libertad que transmite, por ser el baile un elemento que canaliza y camufla todos los problemas cotidianos y porque la historia de la mojigata y el chulo la hemos vivido tantas veces a lo largo de nuestra insípida vida, que merecemos que por lo menos, se le ponga música.
Corría el día de Reyes de principios de los noventa cuando TVE 1 emitió Dirty Dancing. No sé si fue la primera vez que se proyectaba en televisión pero sí fue la primera vez que yo le presté atención. Recuerdo que la grabé y unos días más tarde, cuando ya pasaron las fiestas me decidi a verla y quedé totalmente encandilada.
Dirty Dancing obviamente no es la mejor película de la historia, de hecho, ni siquiera es una gran película pero para mí siempre ha estado y siempre estará en un lugar privilegiado. Es una historia con magia y esa magia se la da su música, las coreografías que se marcan los protagonistas en diferentes enclaves y por supuesto esa escena final, que creo que ha sido la que más veces he visto en mi vida, realmente es de las que emocionan. Algo tendrá esta película para que hoy en día siga estando de moda. Todas mis amigas y por supuesto yo, quisimos pasar un verano así, todas quisimos ser la Baby a la que Johny no permite que arrinconen.
Según la R.A.E:
comercial.
1. adj. Perteneciente o relativo al comercio o a los comerciantes.
2. adj. Dicho de una cosa: Que tiene fácil aceptación en el mercado que le es propio.
3. m. Am. anuncio (soporte visual o auditivo en que se transmite un mensaje publicitario).
¿Es Dirty Dancing una película comercial? Mmm veamos, y revisemos la definición ¿tiene fácil aceptación en el mercado que le es propio? Mmm creo que si, entonces SI que es una película comercial.
Lamento hundir la opinión de aquellos para los que decir que una película es comercial es un insulto o cuanto menos blasfemia de altas mentes pensantes que rechazan productos por lo comerciales de éstos.
Afrontémoslo: el 99.99 % de las cosas que nos rodean diriamente son comerciales sin que ello suponga que la balanza se incline indefectiblemente hacia un supuesto lado negativo y oscuro de consumismo feroz.
Dirty Dancing es una película entretenida y divertida de macarrillas románticos de buen corazón, niñas de papá que disfrutan de su primer verano con torsos desnudos y bailes prohibidos, y una banda sonora muy grande.
Una película que marcó un hito comercial (sintiéndolo mucho algunos) pero que está en el recuerdo de casi todos nosotros: por la época, por el baile, por mil motivos que la hacen ya un clásico, tan amado como detestado.
Destacabilísimo el musical de la película en Londres.