Diez valientes
Sinopsis de la película
Una pacífica y pequeña caravana, compuesta por un venerable anciano y sus dos hijas, cruza el desierto del Sahara. En realidad son un sargento y dos soldados del Regimiento 42 de la Legión Francesa que van de exploración. Un cabecilla del Caid Hussin, al frente de un destacamento, detiene a la caravana y cuando intentan los soldados besar a las fingidas damas se entabla una cómica lucha en la que Mike y los suyos -uno de ellos español- quedan vencedores.
Detalles de la película
- Titulo Original: Ten Tall Men
- Año: 1951
- Duración: 97
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Opinión de la crítica
Película
5.4
55 valoraciones en total
Diez valientes narra las aventuras del intrépido sargento Mike Kincaid enrolado en la Legión Francesa. Junto a otros nueve hombres deberá despistar al ejército árabe y, evitar así, el ataque a la ciudad de Tarfa custodiada por el ejército francés.
Entretenidísima y desconocida película de aventuras en la que el extrapecista Lancaster acarrea el peso de la historia haciendo gala de su apostura, simpatía y audacia. No le falta a la cinta su buena dosis de humor, sobre todo a cargo de unos hilarantes secundarios, ni le falta su dosis de belleza, sobre todo a cargo de Jody Lawrance. El público logrará olvidarse de sus problemas y pasar un rato francamente agradable y divertido.
Diez valientes , realizada entre las magníficas El halcón y la flecha (1950) y El temible burlón (1952), constituirá para el espectador un agradabilísimo descubrimiento. ¡Qué bien que Lancaster también estuviera en la Legión Extranjera!
En 1951 una estrella en ciernes como Burt Lancaster y su amigo el productor Harold Hecht (realizaron muchas películas juntos como Forajidos, La venganza de Ulzana, El hombre de Kentacky…) se asocian de nuevo como ya habían hecho en la exitosa El halcón y la flecha para intentar repetir éxito con Diez valientes una comedia de aventuras sobre la legión francesa en el Sahara.
Para ello contratan a un director por entonces inexperto como Willis Goldbeck, que su máximo logro hasta la fecha había sido redactar el guión de la mítica La parada de los monstruos , más adelante este hombre sería el encargado de otros guiones míticos como El sargento negro o El hombre que mató a Liberty Valance .
El guión de Diez valientes vino a cargo de los reputados James Warner, autor de la trilogía de la caballería de Ford, y de Frank Davis habitual de otros expertos del western como Curtiz o De Toth.
A pesar de todo la película deja mucho que desear, convirtiéndose toda la trama en una mera excusa argumental para el lucimiento de Lancaster, que eso sí, está fantástico como siempre. A menudo la película es excesivamente ingénua e infantil y aunque tiene el encanto de las películas de aventuras de los años 50, no deja de ser una película para pasar el rato sin más complicaciones. No busquen más, porque no lo tiene. Aún así, ya quisieran las películas actuales de evasión tener la factura de esta.
134/11(16/08/19) Producto pasable y olvidable, que me atrajo por la presencia de un Burt Lancaster en la cúspide de su carrera, no en vano este film en technicolor está hecho entre las dos míticas cintas de aventuras El Halcón y la Flecha y El Temible Burlón, en este caso enmarcando el relato en el exotismo de la Legión Extranjera en el Sahara, con la de posibilidades que posee esta mezcla. Pero mi gozo en un pozo, pues el resultado es un ñoño producto, con un infantilismo enorme, con unas escenas de acción del low-cost pero en época de liquidación, con un humor entre tontuno y rancio (lo de que la más risueña sea la del inicio, con dos legionarios vestidos de mujer árabe, habla mucho de su humor inteligente), con un argumento que no aguanta un mínimo filtro, y con un desenlace ridículo, y más previsible que el final de un episodio dell Correcaminos y el Coyote. Y todo esto enmarcado en una puesta en escena penosa, propia de un rastrillo, y es que huele a California los escenarios que es una maravilla. Con situaciones metidas con calzador, con unos intereses románticos que le chapan a Lancaster bochornosos, pues lo de la rubia despampanante (Mari Blanchard) que se besa apasionadamente con Burt nada más verlo resulta grotesco, por no meterme mucho con su romance con la princesa árabe encarnada por Jody Lawrance, todo un despropósito de veracidad. Las actuaciones resultan de cumplir trámite y cobrar el cheque, solo Burt se lo toma en serio con su innato carisma, pero no es suficiente para levantar este desatino sin alma el que se quiete la camisa y enseñe pectorales, hecho con el piloto automático, sin un oasis (nunca más adecuado el palabro) de inspiración. Todo esto sumado me da una cinta que parece hecha con desgana, donde las peleas parecen coreografiadas por un niño al salir del parvulario.
No hay ni unos escuetos apuntes del porque el protagonista, un estadounidense está enrolado en la Legión Francesa. Lo que sí hay es sensación racista-colonialista al ocurrir todo en territorio ocupado por Francia, y no hay información de porque los árabes quieren atacar la ciudad protagonista de Tarfa, Como resulta de grimante ver a personajes que debieran tener apariencia árabe, con rasgos occidentales, O también se puede hacer mención a la anacrónica presencia del rol encarnado por Mari Blanchard, vestida de un modo sugerente (y fuera de lugar en medio de una ciudad árabe, O la aparición de la nada de un camión cargado de dinero accidentado del que nada se había habaldo, un parche que desvía la atención y no suma, Y no merece este desatino continuar.
Aunque coescrito y dirigido por Willis Goldbeck, Goldbeck abandonó la película debido a disputas con Lancaster (cuya propia compañía Norma Productions produjo la película) con la película completada por Robert Parrish. Originalmente fue una historia occidental de James Warner Bellah y Willis Goldbeck que se refería al conflicto entre la caballería estadounidense y los apaches. El productor Harold Hecht y la estrella Burt Lancaster decidieron que John Ford y otros operadores de Hollywood han diezmado de manera tan efectiva a la población apache , por lo que contrataron al escritor AI Bezzerides para reimaginar la historia con un escenario de Legión Extranjera. Roland Kibbee y Frank Davis fueron contratados para reescribir el guión y hacerlo más cómico. Narra las aventuras del intrépido sargento Mike Kincaid enrolado en la Legión Francesa. Junto a otros nueve hombres deberá despistar al ejército árabe y, evitar así, el ataque a la ciudad de Tarfa custodiada por el ejército francés.
Film realizado para el lucimiento de un electrizante Burt Lancaster, pero por lástima está en una producción que se desinfla nada más empezar y ya no levanta cabeza en su ordinariez e ingenuidad, de esas películas que se pueden programar a las 3 de la madrugada después de venir de farra la pones en la tele para quedarte dormidlo y no sufrir por haberte perdido algo.
Acreditado como productor asociado, Robert Aldrich fue gerente de producción de la película donde conoció a Lancaster que lo llevó a dirigir Vera Cruz por él.
Jody Lawrance-Mahla era una hermana adoptiva de Marilyn Monroe. Para 1955 necesitaba trabajar como camarera en una heladería cerca del campus de la UCLA. Lancaster era uno de sus clientes y él la ayudó presentando a su director Michael Curtiz, quien volvió a provocar su carrera con su película negra The Scarlet Hour (1956).
Insulso producto, solo recomendable a los incondicionales de Burt Lancaster. Fuerza y honor!!!
Burt Lancaster estaba en un buen momento. Tourneur acababa de regalarle un inolvidable papel en su joya de aventuras medievales El halcón y la flecha y lo mismo estaba a punto de hacer Siodmack con la estupenda El temible burlón .
Diez valientes, a caballo entre esas dos, supone un intento de repetir éxito y aunque, entretenida y divertida a ratos, no se puede evitar verle las costuras que, quizá, con un humor más elaborado habría pasado desapercibido o, por el contrario, si la opción hubiera sido un tratamiento más realista. Así las cosas, en la película no puedes evitar sentir que sobran algunas escenas que mejor se hubiesen ahorrado o desear que hubieran apostado con más fuerza por la alegría o el desenfado que las hubieran neutralizado.
El argumento promete mucho. Lancaster es un legionario perteneciente a un regimiento destinado en Tarfa, una ciudad clave a proteger para ganar la guerra que se está librando en Marruecos. Cuando se entera de que los insurgentes rifeños planean atacar la ciudad, aprovechando la ausencia de tropas suficientes, ideará un plan.
Junto con otros nueve legionarios saldrán al desierto y secuestrarán a la hija del Caíd, confiando en que esta estratagema sirva para entretener a los rifeños en su persecución hasta que lleguen los refuerzos a la ciudad y poder repeler el ataque.
Yo creo que dedican demasiado metraje al romance dejando poco sitio para la aventura que es lo que mejor funciona. Los diez valientes, en realidad, sólo son dos o tres. Los demás son comparsas y eso se echa de menos. Aún así, se disfruta bastante.
Si Errol Flynn se corvertía en héroe por antonomasia del cine de aventuras de los años treinta tres cuartos de lo mismo le viene a suceder a Burt Lancaster en los cincuenta. Dotado de unas condiciones atléticas envidiables (en su juventud era acróbata de circo), Lancaster desarrolla una serie de films de aventuras a lo largo de la citada década, unos quedarán indelebles en la memoria cinéfila colectiva como el memorable El halcón y la flecha , mientras que otros son un mero trámite para el lucimiento del actor, como es el caso del film en el que nos encontramos.
Diez valientes resulta una película entretenida, aunque adolece de un argumento sólido, el cual figura nublado por un excesivo cuidado ante una historia romántica, que a muchos se nos antoja un tanto ñoña, aún así es innegable el buen hacer, como de costumbre, de Lancaster en el film.