Le prix à payer
Sinopsis de la película
Odile y Jean Pierre son una pareja que disfruta de un alto nivel económico. Sin embargo, ella empieza a sufrir las represalias económicas de un marido insatisfecho que la acusa de falta de entrega sexual. Es Richard, su chófer, quien aconseja a Jean Pierre que tome medidas retirándole la tarjeta de crédito a su esposa.
Detalles de la película
- Titulo Original: Le prix à payer (The Price to Pay)
- Año: 2007
- Duración: 95
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Opinión de la crítica
Película
5.7
38 valoraciones en total
Es algo recurrente para la crítica española desdeñar la comedia francesa y es que nuestro sentido del humor no tiene nada en común con el de nuestros vecinos del norte, para nosotros el humor se basa fundamentalmente en reírnos del prójimo porque le tomamos por tonto, el protagonista que es el más listillo del reparto y por lo tanto se lleva la mejor parte y esto le hace agradable al espectador y a nuestra mentalidad.
El humor Frances se basa, en lo que en latín paladino, llamaríamos la mala leche, eso que en general hace a los franceses poco simpáticos al resto de los europeos, pero que para ellos es algo cotidiano con lo que viven, como aquí lo es el apoderarse de lo ajeno siempre que es posible.
Se podría imaginar que crítica recibirían en la prensa francesa películas como los Pedigüeños o lo Tramposos, unos clásicos de nuestro cine de humor de todos los tiempos, lo suyo no olvidemos es Francis Veber y François Pignon.
Esto de la mala uva ente ellos mismos se pone es más en evidencia cuando la que lleva la batuta de la dirección es una mujer, lo podemos ver en otra película de este mismo año y protagonizada asimismo por Nathalie Baye y dirigida por Josaine Balasko y cuyas críticas de este lado de los Pirineos tampoco fueron muy favorables.
Esta es una comedia francesa muy bien llevada al gusto frances y es de destacar la actuación de Christian Clavier a quien pudimos ver hace tiempo en Los Visitantes o en Operación Chuleta de Ternera que tan mala crítica tuvieron en general de este lado del país de la piel de toro extendida
Gonzalo Eugenio
En el 2004 Alexandra Leclère presentó una suerte de comedia con bastante mala leche con una gran Isabelle Huppert (una vez más) y una buena interpretación de Catherine Frot. Esto hacía presagiar al menos que una casi debutante realizadora francesa iba con buen pie y que habría que seguirle los pasos. Pues bien, se los he seguido y me he dado un tortazo impresionante. Le prix à payer tiene muchos de esos elementos que hacen que la comedia francesa sea mal entendida, mal apreciada o conocida en España. Es una película con un planteamiento tan rancio que casi hay que pellizcarse para creerlo. Y lo contaré. Un empresario y su chófer obligan a sus mujeres, ambas sin trabajo, a ganarse el dinero de sus gastos a base de cobrar el sexo con sus parejas a las que tienen desatendidas sexualmente. Tal cual. No hay sexo, no tienes dinero. Y uno piensa, bueno, esto, con el tiempo se volverá irónico, delirante, una comedia muy bruta. Pues no, se hunde en la podredumbre de su planteamiento y no levanta ni media sonrisa. Hay mucho de previsible, toques de dramatismo que no le sientan muy bien, buenos interpretes metidos en un sinsentido, una música repetitiva de lo más odiosa y un desenlace chusco. Y aprovecho esta crítica para reivindicar de nuevo a Salvadori, el hombre que puede y ya está poniendo buenas notas en la comedia francesa. Leclère se nos ha caido. Esperemos que resucite.
Parece que ha nacido un nuevo estilo en la comedia cinematográfica francesa, por desgracia. Alexandra Leclère, en este su segundo largometraje (después de Les soeurs fachées o Las hermanas enfadadas ) nos presenta el tema francés por excelencia: el sexo, esta vez en el marco de dos matrimonios aburridos de la existencia y llenos de odio e insatisfacción con una particularidad: la extrema violencia verbal y física destinada a hacernos reír, algo imposible, y como si fuera poco, la suposición de que el dinero lo cura todo. Ni lo uno ni lo otro. Una película sin ningún encanto, salvo circular por las calles, restaurantes y negocios de París en un flamante automóvil y que termina bruscamente sin ninguna otra justificación que el hartazgo. Es la transposición de la violencia del cine norteamericano a un ámbito que no le corresponde, el de una comedia, convirtiéndola en comedia patética .