Días de Santiago
Sinopsis de la película
Santiago Román, un ex soldado de 23 años, ha vuelto a Lima después de años de haber luchado contra la subversión terrorista y el narcotráfico en su propio país y en la guerra contra Ecuador. Forma parte de una generación perdida que pagó culpas por las irresponsabilidades políticas de los gobiernos. Santiago encuentra en Lima una ciudad hostil, caótica, decadente y a una familia que la refleja. Está decidido a mejorar su propia situación lo mismo que la de su familia y de su país. Santiago está intentando adaptarse a la vida civil pero sus recuerdos no lo dejan encontrar paz consigo mismo. Tiene la mentalidad de un soldado, y cree que sólo basta con luchar para conseguir todo lo que se quiere. Intenta establecer su propio sentido del orden. La sociedad y la gente, sin embargo, se mueven a su propio ritmo. No lo esperaban y ya no hay sitio para él.
Detalles de la película
- Titulo Original: Días de Santiago
- Año: 2004
- Duración: 83
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Opinión de la crítica
6.6
93 valoraciones en total
Basada en hechos de la vida real. Santiago Roman (Pietro Sibille) es un ex-combatiente del Ejército del Perú que peleó contra el narcotráfico y el terrorismo en su país, tomando parte del conflicto del Cenepa contra Ecuador de 1995.
¿Y ahora qué vas a hacer? Eso es lo que todos le preguntan a Santiago, un joven recién salido de la Marina de Guerra del Perú.
Puede quedarse en casa, trabajar en una oficina hostigado por su jefe, conducir un taxi o… escuchar a otros ex-militares cómo planean robar un banco. Su incapacidad de integrarse le ocasionará trastornos y lo hará caer en actos delictivos.
La tragedia de reinstalarse a un sistema que no entiende. La lucha interior del ex combatiente por sobrevivir en la ciudad, es la enfermedad del hombre y su conflicto con los peores adversarios: su propia mente y espíritu.
Santiago Román representa a una generación engañada que perdió su juventud en el campo de batalla y volvió a una sociedad incapaz de ofrecerle una posición digna. Lo dio todo por protegerla y donde el sistema que prepara a sus hijos para la guerra, ahora los abandona y los deja a un lado una vez alcanza la paz.
Es la historia de un hombre en búsqueda de orden, equilibrio y armonía en un mundo caótico.
La película participo en siete festivales de cine con grandes éxitos, Bratislava International Film Festival, República Eslovaca, Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente, Argentina, Festival International de Films de Fribourg, Suiza, Festival Elcine – Encuentro Latinoamericano de Cine, Perú, International Film Festival Rotterdam, Holanda, Festivalului International de Film Transilvania, Rumania y Semana Internacional de Cine de Valladolid, España
Excepto que seas Limeño, pertenezcas a un extracto similar, o simplemente te lo vendas de moderno snob, esta película no te llegará, porque se ofrece simplona, mal desarrollada y dispersa.
Todos los temas que aborda, ya se han tratado en el cine y de manera más habilidosa: La incomunicación, los miedos, las dudas… la poca empatía con el entorno, así como la desprotección de las instituciones con quienes se integran en la sociedad tras servir a la patria
En ocasiones he comentado con algún usuario de esta página, lo proclive que se muestra el espectador o ciertos críticos dependientes al valorar, o mejor dicho, a sobrevalorar un cine ajeno, cuya único atractivo es su exotismo por pertenecer a países que nos resultan lejanos. Si habitas uno de esos lugares con escasa tradición cinematográfica y quieres ser reconocido, solo tienes que confeccionar un guión tontorrón, cuajado de tópicos locales y otros existenciales… a vivir de los premios y el reconocimiento en los festivales, independientemente a la calidad de tu proyecto.
No se le ha parado de comparar con Taxi Driver, incluso en la carátula del DVD lo pone como campaña de marketing: el relevo de Taxi Driver . Cosa que me fastidia sobremanera dado que no tienen nada que ver ambas películas. De hecho, en la crítica de la película del Cinemanía recuerdo una frase del redactor que decía algo así como: si el director ha visto Taxi Driver tiene mucha cara . Ahora, después de ver la película, aclaro: en lo único que Días de Santiago tiene relación con Taxi Driver es en que ambos protagonistas eran ex combatientes. Ya está, en lo único.
Pero bueno, Santiago de Chile es una ciudad que siempre he querido conocer (y mira que he estado cerca), y la idea de un frenético Taxi Driver en dicha capital me pareció bastante atractiva. Me compré el DVD y luego comprobé que Santiago era el personaje principal, y la ciudad en que se desarrollaba la historia, Lima.
Aún así me acerqué a la cinta con entusiasmo.
Como drama social (género muy manido en las cinematografías sudamericanas, por algo será) aporta bien poco, pero como ejercicio de estilo es sugerente y destila originalidad , aunándose a la estética post moderna muy en boga hoy en día, esto es: con cambios constantes y anárquicos del color al blanco y negro, uso de una imagen granulada o quemada (a lo wKw), montaje desestructurado, etc…
Aunque lo interesante en este film es el personaje de Santiago. Santiago está confuso, como todos. Es un joven chapado a la antigua, que no acepta los valores y la moral que reinan en la ciudad contemporánea. Todo para él es decadente, grotesco, difícil. No quiere que las personas que le rodean le defrauden y destrocen sus ideas preconcebidas sobre cómo debe ser cada cosa, y para ello usa la violencia. Es un intolerante al fin y al cabo.
Es un personaje de lo más interesante, hecho de pocas luces y muchas sombras.
No sabe lo que quiere, anda de un lado para otro de la vida, siempre con furia, no dejando hacer pie al espectador en cuanto a lo que siente.
Los monólogos runruneantes (en voz en off) son bastante buenos e imprimen toda la tensión dramática que la cinta necesita.
Uno tiene que ayudar, siempre tiene que ayudar , dice Santiago, pero sin embargo le pega a la mujer. Es extraño.
A la vez todo esto no es más que la crónica de la guerra o del ejército, describiéndonos a un personaje que ha sido moldeado así por ambos ministerios del horror.
En fin, se hubiera apreciado un poco de más concisión a la hora de narrar sus desventuras amorosas (a tres bandas) que acaban quedando un poco en el aire.
Pero por lo demás, una buena película con un final bastante intenso y, sobretodo, unos seis euros bien invertidos y un muy buen debut que deja patente que Josué Méndez es un director al que aún le quedan cosas por decir.
Interesante temática la que nos expone esta película pero me faltó el factor entretenimiento o el factor seducción, pese a su interesante final.
Santiago, excombatiente, intenta integrarse nuevamente a la vida civil pero ahora tiene que luchar en varios frentes y todos ellos están en su interior:
– Le cuesta comunicarse con las personas, sobre todo con su mujer.
– Pese a sentirse desprotegido por el estado consigue salir adelante en sus anhelos laborales.
– Siente desorientacion ante los códigos de comportamiento de los que le rodean, que distan de sus códigos de honor actuales.
– Se siente sólo y los fantasmas del pasado aún le rodean.
Por su buena base temática y escenográfica esta película podría haber sido mucho más.
Desempleo, dobles discursos, obsesiones, dificultades económicas e incredulidad son algunas de las secuelas que dejan a los enfilados en la carrera armamentista, al momento de su retiro de ésta. Una película con gran desolación, las vivencias de su protagonista son poco gratas a pesar de tener proyectos apartados de sus antecedentes en el ejército. Sin oportunidad alguna para integrarse a la gente económicamente activa, busca soluciones a corto plazo.
El contacto diario con individuos de situaciones un poco mejores, hará que Santiago los zarandee con críticas certeras, con un doble discurso de lo correcto y lo putrefacto del tiempo que nos ha tocado vivir. Ubicado lejos de lo que el considera inaudito (drogas y libertinaje sexual), pero tan cerca de obsesiones peligrosas para él y su familia.
La proyección de ese desencanto es reiterado por las actitudes apáticas de los personajes, locaciones idóneas para el desenvolvimiento de éstos y de alguna manera el manejo del blanco y negro. Está idea trágica de la vida trato de amortiguarse en momentos clave, pero aun así considero que es una exposición severa del contexto.