De la India a París en un armario de Ikea
Sinopsis de la película
Aja, un joven estafador de Mumbai, comienza, tras la muerte de su madre, un viaje extraordinario siguiendo las huellas del padre que nunca conoció. Encuentra el amor en París en una tienda de muebles suecos, el peligro en compañía de inmigrantes somalíes en Inglaterra, la fama en una pista de baile en Roma, la aventura en un globo aerostático sobre el Mediterráneo, y finalmente entiende qué es la verdadera riqueza y en quién quiere convertirse.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Extraordinary Journey of the Fakir aka
- Año: 2018
- Duración: 92
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Opinión de la crítica
Película
6
74 valoraciones en total
Puntuación: 6,5
Comienza la aventura
Aja (Dhanush), cuyo nombre completo en la película es Ajatashatru Lavesh Patel, acude a unos juzgados para contar su historia a tres chavales condenados a cuatro años de prisión para menores.
El Increíble viaje del faquir arranca en un pequeño barrio de Bombay. Aja es un niño que vive solo con su madre, una mujer soltera que se desvive lavando ropa para que no le falte de nada a su hijo. Aja no conoce nada del resto del mundo, ni siquiera quién es su padre.
Poco a poco irá descubriendo más allá del pequeño entorno que le rodea, como que existen otros países con más recursos o cómo los faquires utilizan sus trucos callejeros para sacarse unas rupias, aunque su mayor hallazgo será un catálogo de Ikea en el consultorio de un médico con el que quedará fascinado.
Durante años Aja seguirá trabajando con sus trucos callejeros para un mafioso local, ahorrando para llevar a su madre a París como ella le prometía cuando era pequeño. Pero antes de que consiga el dinero suficiente, su madre fallece. Es entonces cuando encuentra las numerosas cartas que su padre, un artista callejero de Paris, le había escrito a su madre, por lo que decide ir a su encuentro. Llevando solamente las cenizas de su madre, su pasaporte y un billete falso de 100 euros se embarca en una trepidante aventura que le llevará por distintos países europeos.
Amor Sueco-Parisino
Que Paris es la ciudad del amor a nadie le cabe duda, y más sabiendo que no hace falta ir a los Campos Elíseos o pasear por los Jardines de Versalles para encontrarlo ya que el amor te puede llegar en cualquier lugar. Y cuando digo en cualquiera, es en cualquiera. Y si no que se lo digan a nuestro amigo Aja que de todos los preciosos rincones que hay en Paris para enamorarse, él va, y elije un Ikea.
En lugar de perderse por esos pasillos infernales para terminar comprando perchas o dedicarse a robar lápices como el resto de los mortales, decide improvisar una especie de Escenas de matrimonio en cada una de las habitaciones en exposición donde se encuentra Marie (Erin Moriarty) fingiendo que llevan una vida en pareja. Después de varios esquinazos, Marie se anima a seguirle el juego.
Más tarde en el bar, Aja le contará las maravillas de la India y ella quedará cautivada de su exotismo. Además, consigue convencerla para verse al día siguiente junto a la torre Eiffel, aunque ella le insiste en que no es una cita. Después de eso, se quedará atrapado en un armario que es vendido y enviado a otra ciudad. A partir de ahí, todos los esfuerzos de Aja irán encaminados a volver a encontrase con Marie.
Drama Migratorio
Un alegato inicial a la igualdad del hombre que se ve alterada por distintos factores azarosos como tus padres, tu vecindario o el lugar donde naces, nos pone en el umbral de la verdadera desigualdad del mundo.
El Increíble viaje del faquir también aborda la crudeza de la migración: migrantes clandestinos, gobiernos que se pelean entre sí porque ninguno quiere hacerse responsable de ellos, mafias que se aprovechan de sus situaciones, campamentos de refugiados… En medio de este drama humano Aja conocerá a Wiraj (Barkhad Abdi) un somalí que ha sido desplazado por la guerra.
Aunque Aja comienza su viaje como una aventura, pronto se dará cuenta de que hay gente que no viaja por placer sino por necesidad. Vivirá en primera persona la tragedia de muchas personas que se ven obligadas a salir de sus países en busca de un futuro mejor. A través de la mirada limpia de Aja conoceremos algunas de sus historias y esperanzas.
De Hollywood a Bollywood
El extenso reparto internacional del que hace gala El Increíble viaje del faquir en el que se incluyen dos nominados al Óscar (Barkhad Abdi por Capitán Phillips y Bérénice Bejo por The Artist) nos remarca aún más si cabe la amplitud de la gesta de Aja y la vasta comunidad de personas y culturas que se cruzan en su camino. Cada uno interpretará un personaje desde su posición nativa, papeles que en ocasiones destacarán clichés propios de sus países de origen.
Y como era de esperar, siendo una película que comienza en la India y protagonizada por una gran estrella de Bollywood, no podían faltar los números musicales con coreografías que van desde la frivolidad del capitán Smith (Ben Miller) hasta la demostración de cómo convertirse en los reyes de la pista por parte de Aja y Nelly (Bérénice Bejo).
Conclusión
El Increíble viaje del faquir nos invita a ser positivos y a perseguir nuestros sueños. Todos aquellos con los que se va encontrando Aja en su viaje tienen en mayor o menor medida un deseo que cumplir: desde mejorar sus vidas y las de sus familias hasta recuperar un amor perdido hace años.
Los intensos colores que aparecen en la cinta reflejados en las diferentes calles de la India o en la ropa de las mujeres africanas que con sus cánticos alegres hacen más llevadero el duro trabajo que realizan surgen como rayos de esperanza ante una difícil existencia.
Todo ello nos permite introducirnos en un viaje esperanzador que culmine no solo con nuestros deseos cumplidos, sino también sabiendo el gozo que supone ayudar a que se cumplan los sueños de aquellos que nos rodean.
Escrito por Manuel Lara Rodríguez
https://cinemagavia.es/el-increible-viaje-del-faquir-pelicula-critica/
Ken Scott se sube al carro de las road-movies con una historia de aire internacional que se basa en la novela de Romain Puértolas. El resultado es la grata sorpresa de encontrarnos con una película cuyo contenido y continente es fresco, entretenido y educativo. Pese a ello, hay que proponerse perdonar a Sarah-Jeanne Labrosse que, durante el metraje, busca sus gustos sexuales haciendo de amiga graciosa, ya que, si no fuera por estas escenas (en las que son más comentarios que otra cosa), esataríamos ante un producto blanco.
El guión refleja la importancia de la educación para salir de una vida difícil. Por debajo, subyace un mensaje que reivindica la desigualdad en el mundo y, en clave esperanzadora, nos cuenta que hay que perseguir los sueños nobles que alguien tiene.
Este leitmotive se nos presenta de manera ágil y con mucho gancho. Son los diálogos quienes se encargan de captar la esencia de la realidad actual en clave humorística. Esta vivacidad también se transmite a través de vibrantes colores que parecen no abandonar ningún plano.
Otro de los recursos que usa Scott son las escenas musicales que no podían faltar, dado que el protagonista es una gran estrella de Bollywood. Pero el talento de Dhanush va más allá que los bailes: su actuación, aunque es cómica, también es muy convincente. Y es que no es la única cara reconocida, viene acompañado por un gran reparto: Bérénice Bejo (The artist), Gérard Jugno (Los chicos del coro), Barkhad Abdi (Capitán Phillips) o el comediante inglés Ben Miller.
Y entre todo este buen sabor de boca, Luc Bossi no se olvida de hablar sobre candentes problemáticas europeas, como la mafia o la inmigración, mientras el público pasea por las calles de Mumbai, Roma o París.
http://www.contraste.info
Una grata sorpresa. No me explico tanta crítica negativa. ¿Por qué a tantas personas les molesta películas que hablen de buenos sentimientos y de la felicidad de lo sencillo? A mí esta película me ha dejado el buen sabor de boca de antaño, como en comedias clásicas de Capra o Wilder. Un cine elegante y de buenas intenciones. De esas que te provocan una sonrisa cómplice del bienestar de las pequeñas cosas de la vida.
Viva el buenismo . Que, lejos de ser vacío, está repleto de buenos sentimientos y de buenas intenciones. Y si aquel que hace una buena acción se siente como un tonto, es que ha tenido una bondad mal aprendida (que no es lo mismo que un exceso de bondad). No descarguemos la amargura personal con la empatía de este tipo de arte. No lo veo ni manipulador, ni edulcorado ni que te saque las lágrimas… simplemente es una película que después de su visionado te sientes bien… Vivan, por tanto, las feel-good movies. Y si no te sientes bien o te sientes mal después de ver esta película, háztelo mirar . ¿Qué es la vida para tí? Un valle de lágrimas ¿verdad? Hemos venido aquí solo a sufrir ¿verdad? La felicidad es solo la ausencia de dolor ¿verdad? Seguro que el filósofo alemán Schopenhauer hubiera detestado esta película.
Por cierto, fantásticos los números musicales al estilo Bollywood
¿Que la película tiene clichés y a veces es previsible? Si, por eso no la considero una obra maestra. Pero de ahí a ponerle un 2 o un 3…
En definitiva, recomendable a todas las personas… salvo aquellas que sientan que los seres humanos somos muertos inactivos . Para estas personas no va dirigida la película. Tampoco va dirigida a los fans de Schopenhauer… y ya puestos, apostaría a que a Richard Dawkins tampoco le hace mucha gracia esta película…
Una encantadora fábula, basada en la novela francesa de Romain Puértolas que fue una sorpresa (600.000 copias vendidas en Francia y traducida a 30 idiomas), con el director franco-canadiense Ken Scott.
El film es una aventura desde la India al viejo continente de Aja (Dhanush) un joven faquir, medio mago y a veces timador, que llega a París en busca de una nueva vida con las cenizas de su madre que acaba de morir. Sin tener donde dormir y fanático de los muebles de Ikea, entra en una tienda durmiendose dentro de un armario, casualidad ese mueble junto a otros salen en camión por la mañana para Inglaterra donde entrara ilegalmente en el país y empezaran las complicaciones.
Se suceden secuencia surrealistas, incluidas dos canciones tipo Bollywood impagables, una con el oficial británico de aduanas que lo mete en un avión rumbo para España y otra con la actriz Berenice Bejo que está fantástica. Nos habla también del significado de la pobreza, la pérdida, la suerte en la vida y las decisiones que tomamos.
Romance, amistad, risas y algo de crítica social a la inmigración en una película muy loca y divertida
Destino Arrakis.com
Cine intrascendente y para pasar el rato, repleto de buenos sentimientos, pero ayuno de sustancia. Como es el caso de tantísimas novelas que se venden como rosquillas y se hacen un hueco en la lista de los libros más vendidos, también en las salas de cine nos encontramos con productos fabricados en el laboratorio del entretenimiento vacuo e insulso, donde parece que se abordan grandes temas de actualidad (las migraciones, la pobreza, la bondad esencial de las personas, el embrutecimiento general de los políticos, etc.) pero que se limita a pintar en trazo grueso y sin matices la dificultad de vivir en un mundo lleno de oportunidades pero en el cual aquellos que hemos nacido en sociedades opulentas – o donde las carencias son minoritarias – llevamos todas las de ganar.
Como en tantas ocasiones podríamos decir: la fotografía es muy hermosa, los actores transmiten frescura y encanto, los escenarios son seductoras postales que todos quisiéramos visitar algún día… y todos los personajes resultan tan adorables que quisiéramos tenerlos como amigos. Pero tanto sentimentalismo de cartón piedra, tanto multiculturalismo fraudulento y estomagante resulta demasiado impostado por su blandenguería anodina que a todos quiere complacer y nadie pretende irritar. No es que la cinta sea mala ni produzca urticaria visionarla, pero se podría esperar algo más de un producto prefabricado que parece atender sólo al objetivo de hacer dinero y recuperar la inversión (y de paso, obtener beneficios, claro).
Quien quiera viajar sin moverse de la butaca habrá elegido bien. Pero quien quiera conocer el mundo, se verá defraudado. Tanto sirope empalagoso y tanto escapismo adocenado más que seducir transmite una sensación de cansancio difícil de soportar. La luminosidad del relato (que no encubre los lodazales del infortunio, pero los disfraza de fotorreportaje brillante) nos hace pasar unos estériles momentos agradables, pero al acabar estamos insatisfechos. Su mayor error es resultar demasiado fría y previsible, pese a sus cálidas tonalidades y al pintoresquismo de divulgación elegido. Pese a su manifiesta sensiblería, carece de genuina sensibilidad. Sin llegar a ser un truño, lo bordea con elegancia y nos permite salir del cine con la conciencia apenas alterada. Prescindible.