Cruzando el puente: Los sonidos de Estambul
Sinopsis de la película
Un compositor europeo busca en Estambul nuevas formas musicales. Alexander Hacke, miembro de la vanguardista banda alemana Einstürsende Neubaten durante más de 20 años, descubrió la ciudad y su música mientras componía la banda sonora de Contra la pared . Enamorado de la experimentación sonora, recorre las calles con su estudio móvil de grabación y un micro mágico para grabar música turca. Descubre una increíble variedad musical, desde la música electrónica, pasando por el rock y el hip-hop, hasta la música árabe. Pasea por un mundo desconocido, contradictorio, seductor y lleno de vida, recogiendo impresiones y sonidos, empujado por la poderosa corriente de la inmensa y multifacética ciudad.
Detalles de la película
- Titulo Original: Crossing the Bridge: The Sound of Istanbul
- Año: 2005
- Duración: 91
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Opinión de la crítica
6.9
30 valoraciones en total
El director alemán de origen turco, Fatih Akin, se enfrentó por primera vez al mundo del documental en Crossing the Bridge: The Sound of Istanbul, mostrando con brío la diversidad cultural de la capital turca. Conociendo las dificultades narrativas del tema seleccionado, y despojándose del afán protagonista que ostentan muchos otros directores, decidió cargarle a un amigo el peso representativo de la obra. Durante varias semanas, el músico Alexander Hacke nos guía en sus descubrimientos y revelaciones, conformando un collage musical en donde apreciamos los sonidos del fin de Europa, siempre mestizos, desde hace poco globalizados, pero en Estambul se presentan con un índice de pureza aún perceptible, mostrándose este film como un documento imprescindible, que guarda ecos en vías de extinción.
A mí me interesó más la música tradicional y la típicamente turca, que los nuevos estilos de la época influenciados por lo mundial, como el Rock o el Hip-hop, utensilios para completar el collage y, asimismo, para mostrar otro de los objetivos de la película, una Turquía occidentalizada.
Destaco la fiesta gitana en la magia por la que levitamos durante la obra, por mostrarla como lo que es, un pequeño reducto empecinado a no evolucionar hasta que no le demuestren que acatar los nuevos tiempos no lleva a la involución, por la pérdida de matices e individualidad.
A veces se me hizo algo pesado el rostro de Hacke, por sus paseos descoyuntados y sus comentarios, puntualmente, sin más sentido que el de rellenar un hueco. Su pinta de sonámbulo paseante sólo me produce rechazo, por suerte no focaliza la obra, sino habría sido una pérdida del hechizo otomano imperdonable.
En conclusión, gran documental, precioso en la técnica y bello en el fondo, relatador de lo completamente desconocido, narrador de la pluralidad en nuestro siglo de la verdad absoluta.
Buen documental el que se nos ofrece. Los sonidos y ritmos en un lugar milenario como Estambul son muy diversos. La música es maravillosa. Empezamos con la música más occidental, como es el Rock o el Rap, después nos sumergimos en las músicas de las etnias, como la kurda, la gitana o la de los callejeros, para terminar en la más tradicional del país. Esta claro que es un buen espectáculo sonoro, pero se centran tanto en los sonidos que muchas veces se olvidan de las imágenes. Tampoco consiguen centrarse exclusivamente en la ciudad, deben ir a lugares bastantes alejados para conseguir grabar otros tipos de sonidos y ritmos. Lo dicho, excelente música. Personalmente me quedo con la kurda.
Haciendo una cita de la misma cinta, sobre algo que el filosofo Confucio dijo… para conocer la cultura de un pueblo tienes que conocer su música…
El formato multiétnico musical que presenta Fatih en la voz de Alexander Hacke… es simplemente envolvente y conmovedor. La cinta por si sola, te lleva a ver un Estambul real, social, cultural y político que muy difícilmente puedes ver en occidente solo con la pobre información que poseemos. Y que nos lleva a conocer mas a fondo una sociedad y ciudad que esta destinada a convertirse en referente por excelencia de las metrópolis mas importantes del mundo.
Desde la influencia universal que tuvo el Grunge de Seattle en Duman con una notoria simpatía por Eddie Vedder, hasta rasgos étnicos arabescos y rumanos. El hip-hop que para nada se parece al creado en el Bronx o Miami.
La suma de intensidad musical, paisajes y música hacen de esta, una de las mejores películas documentales musicales de esta década que su servidor ha visto.
Si te gustan la música, los viajes y el género documental, sospecho que puedes disfrutar con esta pieza de Akin. En ese paseo por el insondable Estambul, se pone de manifiesto que la música más enraizada y tradicional puede ser tan moderna como otros estilos musicales más recientes, y esto sí que es una apreciación personal.
Nunca he sido muy aficionado a los documentales musicales. La melomanía no es una de mis notas definitorias, así que ahí tenemos la explicación. Cruzando el puente es el posterior trabajo de Fatih Akin, tras la sobrevalorada Contra la pared. En este nuevo trabajo la mirada de Akin se dirige hacia Estambul, para ponerle banda sonora. Un completo recorrido por la música que surca la ciudad.
No se deja nada en el tintero, mostrando los efectos de la globalización, empieza con los músicos cuyos trabajos no se diferencian prácticamente en nada de los de cualquier otro país (rock, hip-hop, etc). Poco a poco, Akin va dando el protagonismo a los representantes de la música turca, a los que mantienen la originalidad y la denominación de origen.
Interesante es el recorrido, paralelo al musical, que va haciendo de la ciudad, de su cultura, de su idiosincrasia. Ya sea con los nuevos músicos o con los más clásicos, siempre está de fondo la visión de una ciudad, de una forma de vivir, esa mezcla de tradición y modernidad, el multiculturalismo, la globalización…
Un agradable documental, que gustará mucho a los aficionados a la música (si es turca, mucho más), y que no disgustará a los menos aficionados, que podrán disfrutar de la bella Estambul y de sus gentes.