Cotton Club
Sinopsis de la película
América, años veinte. El Cotton Club es el night club de jazz más famoso de Harlem, Nueva York. Su historia es la historia de la gente que frecuenta el local: Dixie Dwyer (Richard Gere), un atractivo trompetista que busca el éxito y cuya suerte cambia radicalmente cuando salva la vida del gángster Dutch Schultz, Sandman Williams (Gregory Hines), un brillante bailarín negro que sueña con convertirse en estrella, o Vera Cicero (Diane Lane), la novia de Dutch Schultz, una joven bella y ambiciosa cuya vida corre peligro debido a la pasión prohibida que siente por Dixie.
En octubre de 2019, Coppola estrenó otra versión titulada The Cotton Club Encore , añadiendo nuevas secuencias.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Cotton Club
- Año: 1984
- Duración: 128
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Opinión de la crítica
6.9
89 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Allen Garfield
- Bill Cobbs
- Bill Graham
- Bob Hoskins
- Brian Tarantina
- Bruce McVittie
- Damien Leake
- Dayton Allen
- Diane Lane
- Diane Venora
- Ed ORoss
- Fred Gwynne
- Giancarlo Esposito
- Glenn Withrow
- Gregory Hines
- Gregory Rozakis
- Gwen Verdon
- Hampton Clanton
- Jackée Harry
- James Remar
- James Russo
- Jennifer Grey
- Joe Dallesandro
- John P. Ryan
- Julian Beck
- Kim Chan
- Laurence Fishburne
- Leonard Termo
- Lisa Jane Persky
- Lonette McKee
- Mario Van Peebles
- Mark Coppola
- Maurice Hines
- Nicolas Cage
- Novella Nelson
- Paul Herman
- Ralph Brown
- Randle Mell
- Richard Gere
- Robert Earl Jones
- Ron Karabatsos
- Rosalind Harris
- Sofia Coppola
- Thelma Carpenter
- Tom Signorelli
- Tom Waits
- Tracey Ross
- Tucker Smallwood
- Valarie Pettiford
- Via Negromonte
- Woody Strode
- Wynonna Smith
Conocida en su día más por su altísimo coste y su escandaloso rodaje, salpicado por el asesinato de uno de sus productores,que por su éxito crítico-comercial supuso una muestra más de la errática trayectoria de Francis Ford Coppola durante los años 80, al menos desde el punto de vista de la taquilla.
En Cotton Club se puede apreciar una línea que el cineasta ya había seguido en su peculiar desastre, la coqueta Corazonada : un gusto por la puesta en escena de imágenes impactantes, por encima de un argumento sólido, una narración basada en la sucesión de escenas más que en una estructura homogénea, la música como muestra del estado de ánino de los personajes y del propio ambiente.
Muchas historias y personajes se nos muestran en la cinta, todas ellas componen un conjunto anárquico por no decir caótico, sus protagonistas responden a estereotipos de una época: los gansters , el músico blanco, la vampiresa, la lucha de los negros por abrirse camino a través del arte. Pero lo que más impacta es su estética, simplemente fascinante, con una fotografía asombrosa de Stephen Goldbatt que nos sumerge en un mundo de fantasía apenas disimulado.
Es precisamente su asumida condición de sueño cinéfilo su mayor virtud y,al mismo tiempo, su gran defecto. Parece una pieza de artesanía demasiado superficial para resultar convincente, una muestra de de virtuosismo de un cineasta que ,curiosamente, necesitó de una base literaria sólida (aunque fuera un best-seller como El Padrino ) para realizar sus mejores películas supliendo sus carencias como guionista, que son muy notables.
Me ha extrañado que no haya un solo comentario de esta película, auque casi 900 la han votado, con alta calificación media, y no creo que sea por su relativa antigüedad (22 años son un soplo de la historia). La ví hace mucho, y recuerdo que me encandiló, pero ahora casi me ha entusiasmado, pese a que las crónicas de la mafia, por muy bien hechas que estén, no me atraen demasiado. Y en Cotton Club , años 30 convicentemente recreados, hay mucho de las típicas y tópicas pelis de gansters: pólvora a raudales, tipos siniestros que parece que tienen el rostro labrado a hachazos, mafiosos elegantes capaces de matar sonriendo despectivamente, ajustes de cuentas escalofriantes, etcétera. Hay algunos tipos atractivos que se abren paso en esa selva con más dignidad, como Dixie (Richard Gere), que además de volver loca a la guapísima Vera Cicero (Diane Lane) es un maravilloso trompetista-pianista, o como
el tranquilo capo que representa Bob Hoskins (un actor que rara veces defrauda)… Pero lo mejor de todo, créanme, es la música que se oye, se palpa y se respira en el mítico Cotton Club, en el pleno Harlem neoyorkino que brilla más cuando se encienden las luces de neon. Francis Ford Coppola se merecería el recuerdo de la historia aunque solo fuera por esta estupenda, maravillosa película.
Yo tampoco puedo dejar pasar la ocasión para rendir mi pequeño homenaje a ésta obra maestra del gran Francis Coppola.
Magistralmente dirigida cuenta con unos personajes inolvidables (quien no recuerda a esa Diane Lane cantando con la voz y con la mirada a un Richard Gere que toca la trompeta mientras los dos se comen con los ojos).
Y esos gansters que llevan marcadas en sus caras el crimen con letras grandes.
Fotografía preciosa y una banda sonora excelente, que a los aficionados al Jazz pondrá la sensibilidad a flor de piel.
La historia del mítico local de El Cotton Club se narra con corrección y cuidando hasta el más mínimo detalle. Números musicales perfectos y un título imprescindible para tener al lado de otras joyas del cine, como El Padrino.
Secundarios de lujo que hacen enriquecer la historia y una pareja protagonista con química.
Una de las mejores películas sobre gansters y uno de los mejores musicales sobre el Jazz.
Imprescindible tener la Banda Sonora.
Desde muy crio era cinefilo. Mis padres me levaban a todos los estrenos cinematográficos habidos y por haber. Que si E.T. , que si Cazafantasmas , que si Gremlins , que si el James Bond que tocase, que si la reposición de Sonrisas y Lágrimas … y recuerdo que un fin de semana, cuando yo contaba con cinco años, estabamos en casa de mi abuela en Madrid y mis padres me dijeron que se iban al cine, pero que esta vez yo no podía ir porque la película que iban a ver era una película para adultos…
De repente entré en colera… fue tal el espectáculo que monté (gritos y pataletas variadas) que mis padres tuvieron que llevarme al cine a la fuerza. Empezó la película y transcurridos 15 minutos me quedé dormido… Mi padre me despertaba, pero yo me volvía a dormir… Nunca me había pasado en el cine y casi nunca me volvería a pasar… Desde ese día mi padre me juró y me recordó siempre Te voy a atar a una silla y te voy a poner Cotton Club una y otra vez … Nunca lo hizo claro…
Fueron pasando los años, y a pesar de ser un gran fan de Coppola nunca me atreví a ver esta película porque me gustaba tenerla en un espacio especial de mi memoria con la etiqueta PENDIENTE .
Ayer me atreví con ella. Estaba terminando el libro Los Coppola, Una Familia de Cine de Miguel López, y sabía que éste era el momento ideal para hacer algo tan especial como ver por fin Cotton Club .
El resultado no ha podido ser más satisfactorio. La música de John Barry (mi gran ídolo) es totalmente deliciosa, las coreografías son perfectas, la ambientación de la época es de ensueño, el argumento (por momentos cercano a un espectaculo teatral, sobre todo en su parte final) me ha entretenido y divertido a partes iguales… y, a pesar de que alguna interpretación me ha parecido algo flojilla, el empaquetado final me ha encantado.
Desde luego no es El Padrino , pero es que tampoco lo pretende… Cotton Club tiene un tono más desenfadado, divertido, alegre y cercano al cine que se hacía en el hollywood de los años cincuenta. Un medio musical, con gansters y acción, acertadamente salpicado con ciertas dosis de humor y romanticismo, que en ocasiones puede resultar infantil, pero que no desentona lo más mínimo con el conjunto.
Lo dicho, sin ser El Padrino , El Padrino II o Apocalypse Now , Cotton Club se encuentra entre los trabajos más gratos de ver y con mayor gusto realizados por Coppola!!!!
La ceremonia de los Oscar de 1984 tuvieron un tema estrella por encima de todos: el racismo. Varias películas como Historia de un soldado, En un lugar del corazón, Pasaje a la India y por supuesto Cotton Club, abordaban más o menos directamente dicho asunto.
La Academia se decidió por otorgar a Amadeus la gloria y así quitarse un marrón de encima en plena época Reagan.
Cotton Club pertenece a la lista de películas malditas que pueden cambiar la vida de muchas personas. Está en el top ten de películas con pérdidas millonarias que supuso la ruina de su productor Robert Evans y que hizo que Francis Ford Coppola entrara en una fortísima crisis y se refugiara en un cine más íntimo e independiente hasta que tuvo que rodar El Padrino III como única manera de poder recuperar un prestigio y un dinero perdido.
Y el resultado de cómo se valoró esta película en su momento no es justo, para nada, y aunque Cotton Club no es una obra maestra como afirman algunos entusiastas revisionistas, es desde luego una buena película que merece ser vista por todo cinéfilo y disfrutar de ella.
Estoy con los que afirman que la historia es un poco embarullada, demasiadas vidas contadas en muy poco tiempo, algunas de ellas poco tratadas. Además no deja de ser demasiado presuntuoso que Coppola utilice aquel club famoso de Haarlem casi como único elemento para retratar una sociedad y la historia de un país tan complicado como Estados Unidos en los años veinte y principios de los treinta. Las cosas llegan hasta donde llegan, no más.
Pero es lo de menos, contemplar Cotton Club es sumergirte en una ambientación artística de lujo con algunos de los mejores decorados y vestuarios que se recuerdan sobre ese periodo histórico, disfrutar de una fotografía deslumbrante (¿alguien entiende que no estuviera nominada una de las mejores direcciones de fotografía de toda la década?), sin olvidarnos de un montaje ágil, con un cierto estilo al cómic que se agradece profundamente.
Mención especial al magnífico reparto de secundarios, inolvidables, incluso contagian hasta a Richard Gere que está bien, en contra de lo que suele ser habitual.
Y además la cantidad y calidad de temas musicales que han marcado una época y que forman parte de su banda sonora, es verdaderamente genial, por cierto sigo pensando que el Claqué es el baile más maravilloso del mundo. Eso es saber moverse.
Nota: 7,4.