Con la banca no se juega
Sinopsis de la película
Vadim Jean dirige esta comedia británica donde el comercio y los bancos serán los principales protagonistas del largometraje. La película se centrará en los bancos de inversión estadounidenses y japoneses, veremos cómo se reafirman para convertirse en implacables dando vueltas sobre Tuftons, un banco británico que lleva luchando un total de doscientos años, a través de mucho trabajo y esfuerzo, además de la gestión familiar que envuelve la historia del banco. El problema surgirá cuando el incompetente presidente del banco, Sir Charles Bunbury, deba hacerse cargo de hacer frente a los inversionistas estadounidenses y japoneses, con torpeza y desacierto, Bunbury deberá empezar a buscar la manera de defenderse del ataque de sus enemigos y de conseguir salvar el banco que es tan importante para él y toda su familia.
Detalles de la película
- Titulo Original: Breaking the Bank
- Año: 2015
- Duración: 105
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Opinión de la crítica
4.2
73 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Andrew Sachs
- Atul Sharma
- Danny Morgan
- Dilyana Bouklieva
- Doon Mackichan
- Glenn Webster
- Jill Buchanan
- John Michael Higgins
- Julie Dray
- Kelsey Grammer
- Kumud Pant
- Lara Heller
- Lee Nicholas Harris
- Mariola Jaworska
- Mathew Horne
- Matt Townsend
- Michael Chapman
- Michael Haydon
- Paul Blackwell
- Pearce Quigley
- Richard Banks
- Richard Cordery
- Sonya Cassidy
- Susan Fordham
- Tamsin Greig
- Togo Igawa
- Vic Waghorn
Esta película se merece lo mejor del mundo. Es muy buena, voy a explicar los elementos cinematográficos. Kelsey Grammer está muy bien, es el mejor actor de Hollywood, es un ejemplo a seguir para Leoanrdo diCapriotianoc. La historia te engancha y tiene escenas mejores que las películas de Luis Buñuel y Arnold Shcawrczenneger. R y yo le damos un 10.
No entretiene, una historia muy simplona y con un argumento tan pueril que ni se han molestado en trabajarlo un poco para que parezca real.
Aburre, es tediosa y cuesta mucho permanecer atento a la historia . Final de pelicula de disney… ir a una oficina de la seg social es más divertido.
Resulta curioso como una película que comienza de manera tan surrealista y desdibujada (sin personalidad) acabe convirtiéndose en un producto comercial pero con algo de entidad (con personalidad). Quizás todo se deba a que ese Kelsey Grammer funciona mejor cuando se asienta en el melodrama que en la comedia pura y dura. Y es que esta historia de este banquero de linaje que sabe tanto de economía como yo de física cuántica (soy de letras) tiene su gracia a medida que avanza el relato. Es una película fallida, de eso no cabe duda, pero también es una película que mejora poco a poco y que acaba con algunos excelentes momentos. Es como la comedia inglesa de toda la vida que comienza de manera atropellada pero acaba de manera entrañable. De acuerdo, tiene muchos agujeros, algunos actores están más sobreactuados que un político sonriendo en campaña y la historia pega algún que otro frenazo de manera tan abrupta que hace saltar los airbags del coche. Pero aun y así, no es un desastre, es tan solo una comedia menor que cumple su objetivo (aunque no a corto plazo). La paciencia es la madre de la ciencia… o eso o pasáis directamente a la segunda mitad de la película.
Hacer reír es cada vez más un objetivo quijotesco.
La susceptibilidad insoportable de la gente, el yugo de lo políticamente correcto y un eterno desprecio por la comedia, convierten en blanco fácil al cómico bienintencionado.
Así, esta comedia es muy light pero no le quita mérito. El humor blanco se ha convertido en el más difícil de hacer pero también en el menos valorado. ¿En qué quedamos? Usted no quiere ofenderse pero tampoco se ríe con facilidad.
Esta película parece salida de los 90 y por eso no tiene buenas opiniones. La inocencia de entonces ahora se confunde con infantilismo, la amabilidad de entonces, con estupidez. Nos hemos vuelto agresivos y destructivos, y no hay lugar para la ingenuidad.
Sin embargo, la película es muy simpática y tenemos al gran Kelsey Grammer que siempre hace reír. Y un último juego de Andrew Sachs, famosísimo en UK por su camarero español de Fawlty Towers.
Se echa de menos esa alegría que suponía ver una película solo para entretenerse y salir del cine con una sensación de ligero optimismo y nada más.
Ahora todo es muy trascendente y el humor no encuentra su sitio porque nos tomamos demasiado en serio a nosotros mismos.