Colombo: Un amigo de verdad (TV)
Sinopsis de la película
Un comisionado de policía le proporciona una falsa coartada a un asesino, pero luego espera una coartada como devolución de favores. Episodio Nº24 de Colombo.
Aunque Colombo tiende a ser definida o considerada como una serie de TV, nunca fue una serie propiamente dicha. Exceptuando la presencia recurrente del personaje principal, no presenta ninguna de las características de una serie tradicional (episodios semanales, de duración regular, con cast, dirección y equipo de producción fijo). Pensados como telefilms (de hora y media como promedio de duración), cada episodio cuenta con una historia independiente y con un director y un equipo de producción distinto. Los films tuvieron una transmisión irregular, pero con un mínimo de tres o cuatro producciones por año hasta 1978. Más de diez años después, Falk retomó su personaje por dos años (1989-1990). A partir de 1990, Columbo dejó de emitirse con regularidad, y los siguientes films fueron estrenados como especiales. Por estas razones, los 68 episodios de Colombo se dispersan irregularmente a lo largo de 35 años (1968-2003).
Detalles de la película
- Titulo Original: Columbo: A Friend in Deed (TV)
- Año: 1974
- Duración: 95
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Opinión de la crítica
6.9
59 valoraciones en total
A friend in deed (Un amigo de verdad), dirigida por Ben Gazzara en 1974 es el octavo y último telefilm de la tercera temporada y veinticinco de la serie, pilotos incluidos, en el que se nos narra las accidentadas y celosas relaciones entre matrimonios, por amor o por dinero, por desconfianza o por indiferencia, por sentirse marginado, o menospreciado. Hugh Caldwell (Michael McGuire) en su desesperación y tras una dura reyerta con su esposa con accidentado final como resultado, decide acudir a su amigo el comisario Mark Halperin (Richard Kiley) para pedirle consejo después de la desesperada situación que acaba de vivir.
El director Ben Gazzara, fiel al espíritu de la serie, nos muestra los hechos y sus resultados haciendo partícipe al espectador, dándole a conocer las circunstancias del inesperado delito y la necesaria complicidad desesperadamente buscada en su amigo Mark quien, sin el menor atisbo emocional, ofrece al desesperado Hugh aprovechar la confusión por medio del encubrimiento mediante el urdido plan de simulación de robo culpando las acciones criminales a terceras personas.
El trepidante ritmo en el que suceden los hechos posteriores, delatan para Colombo (Peter Falk) la supuesta implicación que ve en el comisario Halperin y su amigo y cómplice Caldwell, después de encontrar contradictorias pruebas que al parecer no concuerdan demasiado con la percepción que tiene de los hechos tras conocer entre otras, las declaraciones de la señora, Margaret Halperin (Rosemary Murphy) esposa del comisario poco antes de desaparecer de forma violenta, aclarando ubicaciones importantes en la trascendental escena de alcoba en la que el calculador Murphy ha puesto su empeño para desviar las posibles sospechas.
La intervención (entre otros habituales) del gran secundario Val Avery en el papel de Artie Jessup (ladrón de joyas venido a menos), dan a la trama un giro positivo en la narración. Colombo, llevado por el interés del comisario en investigarlo y, tras entrevistarlo, cree que no solo conoce bien a Jessup, sino que este, tras una sincera charla entre ambos le puede ser de gran ayuda en la trampa final que acabará sacando a la luz a los verdaderos culpables de los asesinatos, con la ayuda además del teniente Duffy (John Finnegan) otro importante secundario de la serie, siempre en papeles diferentes, igual que Val Avery.
La infalible artimaña de Colombo preparada con la participación de Artie y los necesarios cebos sobre el sospechoso principal, dan contundentes resultados y la revelación de los culpables en un escenario imposible de imaginar, donde se pretendía inculpar a un ladrón de tercera que solo robaba joyas, añoraba a sus amigos en la trena y soportaba los caprichos de su mujer Thelma (Eleanor Zee) como mejor podía.
Gran guión de Peter S. Fischer, la buena ambientación en la fotografía conseguida por William Cronjager que junto a la música de Dick DeBenedictis y Billy Goldenberg, ponen el fin a la tercera temporada de la serie por la que han pasado señoras obsesionadas por el cutis, espirituosos vinos envenenados de celo, oscuros aspirantes a la política, ambiciosos gemelos celosos de herencias, fríos y calculados editores, robots cibernéticos, cantantes poco convencidos de sus mensajes y amigos que de verdad a medias.
Complemento genealógico: Colombo cita en una ocasión a su mujer, su cuñado, su cuñada, su sobrino y su sobrina.
Si de algo nos convenció Colombo a lo largo de su prolífica trayectoria como teniente de homicidios es de la infalibilidad de sus sospechas.
Esboza una hipótesis y no ceja en su envolvente asedio al culpable hasta que puede demostrar que su teoría es la correcta.
Yo lo sé.
El Mundo lo sabe.
Todo el Mundo lo sabe… excepto el Comisario.
– Avisen a Colombo , dice.
Sin duda, acababa de llegar de otra Galaxia.
Película dirigida por el actor y director Ben Gazzara.
El mejor amigo se confiesa haber cometido un asesinato. Además son dos vecinos de Bel Air, Hugh Caldwell (Michael McGuire) y Mark Halperin (Richard Kiley) que por distintos motivos asesinan a sus esposas. Además cada uno está dispuesto a todo para tapar a su mejor amigo. El comisario Halperin parece tener una buena coartada, pero el detective Colombo cree que en el asesinato hay algo raro.
Los tiempos cambian, aquel quien tiene que defender la ley comete el crimen, y aquel quien ha cumplido muchos años de condena hace buena obra. Para ayudar a Colombo se ofrece Artie Jessup (Val Avery).