Citizenfour
Sinopsis de la película
En enero de 2013, Laura Poitras comenzó a recibir correos electrónicos cifrados firmados por un tal Citizenfour , que le aseguraba tener pruebas de los programas de vigilancia ilegales dirigidos por la NSA en colaboración con otras agencias de inteligencia en todo el mundo. Cinco meses más tarde, junto con los periodistas de The Guardian Glenn Greenwald y Ewen MacAskill voló a Hong Kong para el primero de muchos encuentros con un hombre anónimo que resultó ser Edward Snowden. Para documentar las sorprendentes y preocupantes revelaciones de Snowden, Poitras viajó siempre con una cámara. La película resultante es la historia que se desarrolla ante nuestros ojos en este documental.
Detalles de la película
- Titulo Original: Citizenfour
- Año: 2014
- Duración: 114
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Opinión de la crítica
7.2
73 valoraciones en total
Es sin duda increíble que, a pesar de la gravedad de las revelaciones hechas por Edward Snowden, se ponga a disposición del ciudadano esta cinta casi dos años después de su grabación, en España. A no ser que hayas seguido día a día dichas revelaciones, a través de medios como Twitter o periódicos digitales como Der Spiegel y The Guardian, o que hayas viajado a Estados Unidos a ver el documental en el cine.
Pregunta a toda tu familia, amigos, compañeros de trabajo, ¿a alguien le preocupa o le ha afectado? Sin duda la libertad importa ya poco. Edward Snowden, es sin duda alguna, el Héroe del siglo, y a muy pocos parece afectarle las revelaciones que han llevado a este Héroe al exilio.
Es difícil esconder el descontento que siento contra los productores de este documental. Un documental que a mi pensar, debería haber sido de dominio público. Dicho documental se centra en el exilio de Snowden y en cómo sobrelleva dicha situación. El mismo Snowden no quería convertir su sacrificio en historia, pero así ha sido. Eso sí, después de haber revelado una cantidad masiva de documentos clasificados.
No alcanzo a entender las razones tras la producción de este documental dirigido por Laura Poitras, más allá que el de prostituir el sacrificio de Snowden, quién sabe, quizás me equivoque. Si lo que querían es dinero, haber puesto desde el principio el documental en una plataforma online de pago, habría sido más honesto, yo habría pagado con gusto.
Aún quedan muchas cosas por aclarar, que espero salgan a la luz con buena letra. Querría mandar un saludo al CNI, NSA, GCHQ y muchos otros, para que sigan ayudando a perpetuar un mundo de oligarquía, donde premie la seguridad sobre cualquier cosa, donde se acata y no se critica, donde se impone y no se aprende. Un mundo donde sólo eres un ladrillo más en el muro.
Pocas personas más interesantes que el joven norteamericano Edward Snowden, anónimo consultor de una empresa al servicio de la maquinaria de espionaje masivo e indiscriminado que los EEUU han ido construyendo, ampliando, sofisticando e implantando desde el fatídico 11 de septiembre. Siempre hay dos o más caras de un problema. Si queremos seguridad, algo nos habrá de costar, de lo que se trata es de conocer su coste, las implicaciones, el alcance y los pormenores y – al menos en una sociedad democrática – decidir si queremos o no vivir seguros y qué precio estamos dispuestos a asumir, pero lo que no vale es que tomen las decisiones por nosotros, nos oculten los detalles y mientan descaradamente, amparándose en la seguridad nacional o en supuestos altos intereses de Estado. La mentira es siempre mala compañera.
Lo apasionante de este documental es que fue rodado durante el año 2013, cuando estalló todo el escándalo del entramado de espionaje que se estaba urdiendo desde los EEUU. Asistimos a la reconstrucción de unas semanas decisivas en el devenir cívico de la historia reciente, cuando un ciudadano insignificante da la señal de alarma y denuncia unas prácticas que no por sospechadas por todos, dejan de tener su gravedad y muestran que también en las democracias se pueden adoptar métodos totalitarios de control y vigilancia nada ortodoxos y en total contradicción con las principios constitucionales de la nación que los ha pergeñado. Abolir el secreto de las comunicaciones privadas, asumir que todos somos potenciales peligros es una aberración conceptual, ética y política. Un descarrilamiento de toda sensatez.
Viene muy bien que nos señalen, publiciten y recuerden el mal funcionamiento, las corruptelas, las perversiones, las incongruencias y las equivocaciones de los sistemas democráticos, porque sólo a través de la denuncia sistemática y la crítica rigurosa es posible enmendar los errores. En eso se diferencian de las dictaduras, donde la disidencia es imposible o suicida. Bienvenido sea que haya personas honestas que – sin buscar una ventaja económica o social – se atreven a exponer las malas prácticas de las naciones libres. Sólo así habrá posibilidad de mejora, rectificación y reparación.
Dicho esto y por laureado que haya sido este documental, sorprende que con un material tan sugestivo, tan inmediato y tan pertinente, se haya elaborado una cinta que bordea el aburrimiento, por lo discursivo y la falta de tensión en el montaje de los acontecimientos y por dar por supuesto un contexto que dentro de unos años será preciso explicar o explicitar fuera del metraje. Agridulce balance para tan necesario proyecto.
Es difícil hacer un documental más mediocre con la NSA, Snowden, FBI y Wikileaks por medio. Es como si fuera un eterno prologo que no arranca nunca con más de la mitad de escenas que parecen de relleno y no aportan nada.
Cuando le dieron el Oscar mis expectativas bajaron muchísimo porque estos premios son casi una guía de lo que no hay que ver, cosa que me volvieron a confirmar con Citizenfour.
Diría lo típico que es solo para fans del tema, pero resulta que un servidor lo es y me parece que este documental es como hacerse un kalimotxo con un vino gran reserva.
Estoy deseando escuchar el speech de Laura Poitras cuando este domingo tenga que recoger el Oscar. Ella misma ha confirmado estar incluida desde hace años en una lista de vigilancia, siendo retenida cada dos por tres en numerosos aeropuertos y fronteras y teniendo que recurrir a la criptografía para proteger su material. Como le de por calentarse la puede liar. Si Snowden acudió a ella es por algo.
Solo por los 60 minutos que transcurren en esa habitación del The Mira en Hong Kong el visionado es casi preceptivo. Sobrecogedor. Lo que la cámara de Poitras recoge durante esa semana previa al boom mediático que supuso la filtración, provoca tal estado de conmoción que solo queda aplaudir por semejante manera de construir y editar lo que sucedió en esas cuatro paredes.
Me sobran los primeros veinte minutos (aunque necesarios para contextualizar toda la trama) y los cuarenta posteriores a la salida de Snowden del hotel. Eso sí, la secuencia final te vuelve a dar otra hostia que te deja del revés. Apasionante descubrir la inteligencia del chaval, su lado humano y los huevos que tiene. Ahora que conozco los detalles, me intriga sobremanera qué le deparará el destino al amigo Edward.
Continuará..
No doy un 10 a ninguna película porque la perfección no existe, pero espero que este documental mantenga una nota alta y la gente se anime a verla, si no, probablemente le daría un 6,5.
El documental narra el proceso que abrió Snowden desde el hotel de Hong Kong, hasta cuando acabó en Moscú. Este héroe trae a colación un tema muy importante en nuestras vidas y que desgraciadamente dejamos pasar de alto, que es nuestra privacidad, un derecho básico en toda democracia, que EEUU se salta a la torera. Claro que los gobiernos deben vigilar las comunicaciones por alerta terrorista, pero con fundamento y orden judicial primero, no con tanta vanidad, sin el mínimo respeto y desdén como lo hace la NSA, a mí como a toda persona le gusta mantener su privacidad en correos, disco duro o búsquedas de google y que no sea accesible por absolutamente nadie, ni siquiera nuestro gobierno, igual que no aprobaría que la policía entrara en mi casa a abrir mis armarios sin una orden judicial.
Sin ir más lejos, en España en sólo 30 días, a finales de 2012 y principios 2013 la NSA recogió 60 millones de llamadas de españoles, acto ilegal por nuestro derecho y a la vez nuestro gobierno se baja los pantalones. El mismo Snowden dice que la NSA tenía datos sobre los atentados de Boston de 2013, pero el problema con la vigilancia masiva, es que cuando recolectas todo, no entiendes nada .
Me hace gracia que aparezca Obama diciendo que Snowden no es patriota, mientras tiene la jeta de haber recibido el Nobel de la Paz por simplemente ser el primero presidente moreno de EEUU (mantiene Guantánamo y no acaba con EI mientras ataque a Siria y Kurdos) y la vez, declara a los periodistas enemigos de Estado como se puede apreciar en el documental.
Por último, la reflexión de cómo Snowden filantrópicamente saca a colación la privacidad como derecho básico universal, siendo perseguido por la CIA y dejando TODO lo que tenía: un sueldo de 200.000$ anuales con sólo 29 años, una novia bailarina y viviendo en Hawaii, ahí se demuestra su superioridad moral, pues muy, muy poca gente habría abandonado esa buena carrera, y además a una edad tan temprana. A la vez me ha recordado a otro héroe, Hervé Falciani, que al igual que Snowden, abandonó su situación privilegiada en el HSBC para desenmascarar evasiones fiscales de Pujol, Botín o Blesa en Suiza y ahora es otro héroe olvidado por la sociedad .
Espero que el tiempo deje a estas grandes personas en su lugar y la humanidad no pierda uno de sus derechos más básicos.