Cena entre amigos (TV)

5 comentarios en «Cena entre amigos (TV)»

1. Brillante telefilme sin pretensiones genialmente protagonizado, que nos muestra cómo la vida puede llegar a ser una hija de la gran…

2. Buena película donde se reflexiona sobre las relaciones en pareja a través de conversaciones entre los protagonistas. Brillantes interpretaciones, a destacar la de Toni Collette y Greg Kinnear.
   
   Dos visiones de las relaciones igual de válidas…muy recomendable.

3. Notable película desgraciadamente para público minoritario, puesto que hace pensar más de lo deseado en muchas ocasiones.
   
   Aborda con valentía, el problema de la ruptura de la pareja con alusión clara al desgaste emocional que produce la cotidianidad prolongada. Cuatro percepciones diferentes y dos maneras de afrontar el problema.
   
   Notable guión, basado en la obra del mismo nombre de Donald Maguiles Ganadora del premio Pulitzer del 2000, correctas interpretaciones especialmente la de Greg Kinnear que como siempre se desenvuelve con notable soltura en este tipo de papeles y Toni Collette que realiza un papel bastante creíble, la dirección está desde mi punto de vista acertada.

4. Sin renegar nunca de su naturaleza televisiva, Cena entre amigos es una cinta que invita a la reflexión sobre las relaciones conyugales y como el desgaste del tiempo, la rutina o la simple falta de química pueden hundir una pareja.
   
   Las dos parejas encarnadas por Dennis Quaid y Andie MacDowell por un lado, y por otro la pareja que va a fracturarse: Greg Kinnear y Toni Collette. Todos ellos hacen grandes papeles para un libreto eminentemente teatral.
   
   De cómo una pareja modélica reflexiona y trata de no verse afectada por el hundimiento de la pareja de amigos: la película evoluciona, primero desde condescendencia y empatía inicial de Quaid-MacDowell hacia sus amigos, pasando por la evaluación e introspección de la pareja modélica que viendo el barco de sus amigos naufragar no dudan en cuestionar su propia relación, llegando a la etapa final: la aversión de estos por la transformación final de los que, supuestamente, eran sus amigos: Greg Kinnear pasa de ser un marido calzonazos, a alardear delante de su amigo de tirarse a una azafata más joven que él y de cómo el personaje de Quaid descubre que ya nada le une a su amigo e incluso no puede ocultar su aversión por lo que él cree que los valores más firmes de una pareja, han sido traicionados: fidelidad, respeto, familia y el esfuerzo diario por mantenerla unida. Valores de los que carece totalmente el personaje de Kinnear o Collette.
   
   Es quizás, el personaje de Toni Collete como mujer ultrajada, el más interesante: viendo que su matrimonio se va al garete y enfrentada al propio prejuicio como mujer fracasada, no dudará en buscar culpables allá donde la quieran prestar atención y en alzar el dedo acusador frente aquellos que la tratan de ayudar.
   
   Y es que en definitiva, una ruptura es una guerra emocional que si no se lleva a buen puerto, puede llevarse por delante a muchos seres queridos: primero los hijos, usados como arma arrojadiza y luego cualquier que ose posicionarse a favor de uno y otro miembro de la pareja.
   
   Norman Jewison nos invita a la reflexión, ¿Quién tiene razón? ¿La pareja que pertenece leal a sus principios o la pareja que se rompe? Por muy vehemente que parezca la promiscuidad de Kinnear o la neurosis de Collette, lo cierto es que el libreto da en el clavo con la moraleja: por mucho que se intente, el agua y el aceite no se mezclan y las bases de la relación fracasada llevaban años podridas, solamente la rutina, el conformismo y el entorno de amistades y familiares eran la única argamasa que mantenía la relación imposible a flote.
   
   En conclusión: buena película para reflexionar sin caer en los dramas prototipicos de éstos formatos televisivos.

5. Dinner With Friends es una obra dramática que ha obtenido tanto reconocimiento como adaptaciones en diferentes lugares del mundo. Esta es su versión fílmica y, los que jamás la hemos visto en escena, podemos ahora disfrutarla con verdadero placer.
   
   A medida que avanza, vemos la película con un encanto matizado por el temor de que se hable tan crudamente de la amistad y las relaciones de pareja. Los actores, los cuatro protagonistas, saben darnos una madura lección de lo que significa llevar al cine una pieza teatral y el director demuestra que ya está más que hecho en el oficio. Los diálogos resultan muy veraces y las señales de los sermones habituales sobre la familia, el amor, la perseverancia resultan más que coherentes con una vida a la que todos llegamos como muy uniformados. Esta es una película para reivindicar el trabajo de un buen guión salido del teatro al cine.