Carnivàle (Serie de TV)
Sinopsis de la película
Serie de TV (2003-2005). 2 temporadas. 24 episodios. En 1934, en el sur de los Estados Unidos, en plena Gran Depresión (tras el crack bursátil de 1929 que condenó a la pobreza a millones de norteameriacanos), Ben Hawkins, un joven huérfano de 18 años, se une a un circo que es una mezcla de freaks, prostitución y vaudeville. Ben tiene poderes curativos que lo asustan y sueña con un mundo donde en lugar de pobreza haya bienestar: es el mundo del Padre Justin, pastor metodista que vive con su hermana Iris en California, en un apacible mundo hasta que comienza a tener visiones. Desde ese momento los caminos de ambos protagonistas se cruzarán de forma inexorable.
Detalles de la película
- Titulo Original: Carnivàle (TV Series)
- Año: 2003
- Duración: 60
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Opinión de la crítica
7.7
21 valoraciones en total
Indudablemente una joya que logró existir momentáneamente, lo suficiente para insinuar sus posibilidades.
Todos conocemos de sobra los relatos e intentos de retratar la eterna batalla entre el bien y el mal, pero hasta ahora ningún producto comercial había tocado tan hondo las posibilidades de hacerlo con tal maestría como esta serie de HBO. 24 inigualables episodios de una calidad técnica insuperable, riqueza dramática, matices y cuidado envidiables.
La historia de Ben y Justin (Alexsei), encarnación del bien y del mal, ambientada en una época deprimida de la historia norteamericana, se va desarrollando con una lentitud y precisión que aseguran efectivamente envolver a los espectadores sedientos de originalidad y arte…
Personalmente siempre me ha seducido la posibilidad de un enfrentamiento entre el bien absoluto y el mal absoluto, sean lo que sean… y sobre todo, el reto de retratar una encarnación del Bien y del mal me ha parecido un ejercicio dantesco pero digno de intentarse en una historia de ficción. Carnivlae lo intenta y los resultados son sobrecogedoramente buenos… Sobre este particular los capítulos 23 y 24 son especialmente inquietantes y tocan la cúspide de un tal enfrentamiento entre el bien y el mal, y lo logra con solvencia y verosimilitud
Esta serie ha sido la primera posibilidad seria de acercarme a tal idea llevada a la pantalla. Lamentablemente cuando las cartas ya estaban sobre la mesa y los personajes lo suficientemente bien desarrollados para dar cuerpo pleno a la historia… ¡crash! la serie es cortada de tajo y echada al vacío… Aunque quizá recientes intentos de pasarla por medios masivos de televisión puedan sugerir la intención de crear el público suficiente que garantice la audiencia de una tercera temporada…
Magistral música de Jeaf Beal, ambientación perfecta y sobre todo genial manejo de esa cualidad que solo pocas series saben explotar de ir construyendo una atmósfera que funciona como un mecanismo de relojería: poco, poco y de repente… la sorpresa…
Altamente recomendada…
Estoy entregado. Carnivàle me ha cogido poco a poco hasta dejarme sin aliento. Existen un buen puñado de series extraordinarias, pero Carnivàle está un peldaño por encima. Son muchos los motivos por lo que esta serie es imprescindible, y no verla por estar inacabada es criminal.
Carnivàle narra extraordinariamente la eterna lucha entre el bien y el mal. La serie está ambientada en la época de la Gran Depresión y sigue los pasos de una feria ambulante por todo el territorio norteamericano. Por un lado está Ben Hawkins (Nick Stahl) un joven con poderes curativos que viaja con la feria, y por el otro, resguardado es su comunidad de fieles cristianos está el Hermano Justin (Clancy Brown), un carismático predicador evangelista que arrastra a las masas. El patrón de Carnivale guía a su feria hacia un encuentro inevitable. La batalla final entre el bien y el mal es inminente, y Ben Hawkins y el hermano Justin están destinados a decidir la suerte del mundo.
En medio de este enfrentamiento final está los feriantes, un buen puñado de personajes que parecen salidos de La parada de los monstruos . La feria está dirigida por un oculto y misterioso patrón que no se deja ver. El enano Samson (Michael J. Anderson) es su mano derecha y guía a todos los feriantes por el seco y árido terreno norteamericano. A él le siguen la encantadora de serpientes, la mujer barbuda, el hombre forzudo, el mentalista, la mujer que lee las cartas, el escupe fuego, el hombre lagarto, las bailarinas/prostitutas y el todo el séquito que acompaña a las atracciones. Entre todos los personajes de la serie destacaría sin duda al Hermano Justin, a Samson y a Ben Hawkins, pero la serie es rica en personajes y también sobresalen otros estupendos secundarios como Clayton Jonesy Jones, Rita Sue, Professor Lodz, Iris Crowe o Sofie.
Es cierto que la serie está incompleta, pero también es cierto que la trama principal que se plantea desde un principio está resuelta. Se abre otra que no sabemos si algún día se cerrará, mientras tanto hay que saborear está exquisita serie que la HBO nos ha regalado y que por exceso coste de producción no ha completado. Son 24 episodios de un nivel técnico exquisito y con una trama extraordinaria llena de misterio, fantasía y terror. Carnivàle es posiblemente la serie más armoniosa rodada jamás, rebosa buen gusto por todos los costados, es exquisita en todos sus sentidos. Estoy plenamente satisfecho de haberla visto y emocionado por haberla disfrutado como lo he hecho. Animo a todo el mundo a verla.
Magnífica serie de la HBO que rebosa calidad, imaginación y dedicación por todos sus costados.
El ritmo narrativo pausado, pero evitando alargamientos y redundacias inútiles, es muy apropiado y hace hincapié en el misterio y la magia que impregnan la historia. La banda sonora inquietante e hipnotizadora encaja a la perfección y consigue crear junto a la excelente fotografía y unos bellos decorados una ambientación de lujo en los Estados Unidos post Gran Depresión…
El elenco de personajes está muy trabajado, a cual más profundo, sobrecogedor e interesante. Destaca entre ellos el Hermano Justin, interpretado por un inspiradísimo Clancy Brown, que conseguirá encoger el corazón de muchos en más de una ocasión.
La serie está formada por dos temporadas de 12 capítulos, y por su ambiente fantástico y misterioso o sus personajes retorcidos puede recordar a Twin Peaks. Además bebe de otras muchas fuentes siendo la más importante de ellas la fabulosa Freaks, de Tod Browning.
Al finalizar la segunda temporada la serie fue cancelada debido a su elevado presupuesto dejando algunas incógnitas abiertas. Una verdadera lástima…
Viendo las críticas previas tan impresionantemente buenas (acabo de ver la serie seis años después de su finalización) no podía comprender cómo esta serie podía ser tan desconocida, cómo una leyenda podía haber finalizado mediante semejante coitus interruptus y haberse quedado en el limbo de las series inconclusas.
Después de haber visto sus 24 capítulos lo comprendo perfectamente… lástima.
También comprendo, no lo puedo entender de otra manera, que las críticas hayan sido vertidas solo por admiradores de la serie. Puede ser que esté equivocado, no quiero herir susceptibilidades.
Qué pena que dicho producto con su inversión millonaria y con los elementos tan sugerentes que componen su historia (la dualidad bien-mal, la religión, la magia, el imaginario de Freak Show con su feria ambulante de Tod Browning, el misticismo de los templarios, el terrible Ku Kus Klan, la Primera Guerra Mundial, la bomba atómica, la depresión del 29…) se quede en simple agua de borrajas.
Qué pena que la buena ambientación, la magnífica fotografía, el estupendo casting, la inolvidable banda sonora no sea suficiente para articular esta serie, quedándose solo en una mera ilusión de lo que pudo haber sido.
Al final solo es eso, un envoltorio magnífico que una vez desenvuelto nos termina sabiendo a pretenciosidad, vacío, reiteración, con un guión que hace aguas por todos lados y que en bastantes momentos roza el absurdo por no decir el ridículo. Es confusa, espesa, excesivamente simbólica…
La continuidad narrativa se la pasan por el arco del triunfo en cada capítulo, con sus continuos giros, idas y venidas a ningún sitio. Da la impresión de que se van inventando cada capítulo sobre la marcha, con la intención de rellenar (la primera temporada es así).
La idea es muy buena, la manera de llevarla a cabo es lo que decepciona, por no hablar también de la cantidad de escenas absolutamente prescindibles con las que cuenta (le sobran como mínimo 12 capítulos, aunque seguramente sean más).
Pudo haber sido la mejor serie de todos los tiempos. Lo tenia todo… pero se quedó en nada.
Son de esos productos de calidad y hechos con tanto esmero que no te puedes explicar cómo no es más conocido o por qué se termina cancelando.
Empezando por una recreación y ambientación de la época de la depresión americana simplemente perfecta que hace que te sumergas en aquel mundo de la mano de un circo ambulante nada normal.
La serie mantiene una línea argumental soberbia y muy bien llevada desde mi punto de vista, enseñando las cartas poco a poco, como debe ser. La profundización de los personajes, cómo descubrimos sus secretos, y su rol en la serie es magnífica.
Los personajes de este universo son oscuros, sombríos, inquietantes, encabezados por el genial Ben y el carismático padre Justin (posiblemente de los mejores personajes habidos en una serie).
En definitiva una serie imprescindible, muy por encima de la media.
Una pena lo de su cancelación por el gran coste que suponía (unos 10 millones de dólares por capítulo) y la baja audiencia que tuvo, aún así se consiguió cerrar en parte la trama en su segunda y última temporada.