Carmen Jones
Sinopsis de la película
Carmen Jones, una mujer acostumbrada a manejar a los hombres a su antojo, asedia a Joe, un joven soldado que piensa contraer matrimonio con Cindy Lou y al que no consigue atrapar. Aprovechando una pelea de Carmen con una compañera de trabajo, el sargento Brown, al que Joe no le es simpático, ordena al soldado que la escolte hasta la prisión, al tiempo que hace creer a su novia que Joe se ha prestado voluntario a esa misión….
Detalles de la película
- Titulo Original: Carmen Jones
- Año: 1954
- Duración: 105
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Opinión de la crítica
Película
6.5
89 valoraciones en total
Carmen Jones es una adaptación al cine del musical de Broadway de 1943, inspirado a su vez en la ópera Carmen (1875) del compositor francés Georges Bizet (1838-1875).
El film cuenta con un amplio reparto de actores negros, Harry Belafonte, Olga James, Pearl Bailey, Diahann Carroll, destacándose entre ellos la presencia de la sensual y legendaria Dorothy Dandridge.
Carmen Jones (Dorothy Dandridge) es una seductora mujer, que intenta robar el corazón de Joe (Harry Belafonte), un soldado enamorado de su novia de toda la vida, ésta terminará conquistándolo y atrapándolo en una peligrosa relación sentimental.
Carmen Jones es una historia de obsesión y perdición amorosa, de celos y mujer fatal, que en ocasiones cruza la línea entre la humildad y el egoísmo, actuando sin límites sea cual sea su lealtad.
La película tuvo un presupuesto de $750,000 y recibió diez nominaciones a diferentes premios y/o festivales de cine, de los cuales gano seis de ellos.
Dorothy Dandridge (1922-1965) fue una cantante y primera actriz de cine afroamericano candidata a un Óscar .
Carmen Jones (1954) fue un éxito de taquilla y Dorothy Dandridge alcanzó el hito de ser nominada al Oscar a la mejor actriz principal, hasta entonces, sólo dos actores afroamericanos habían sido nominados, pero ambos en categoría de actores de reparto.
Dorothy Dandridge vio declinar su estrellato en el cine y tuvo que subsistir como cantante en locales de variedades, a la edad de 42 años falleció, debido a una sobredosis de antidepresivos.
Se trata de una película respetada, pero no querida por los amantes del género musical. Hay razones para que así sea. Realizada en pleno apogeo del musical americano, la película de Preminger renuncia al exultante marco colorista del Hollywood ligero para situarse en otra esfera más problemática, una reflexión sobre la condición humana enriquecida con una pasión amorosa. Aquí no se ridiculiza a la cultura europea, ni hay cantos al show business, tampoco sonrisas huecas ni guiños al espectador. Además está rodada por alguien al que los aficionados suelen considerar extraño al género. Pero Carmen Jones no es una rareza en la carrera de Preminger, cineasta de fino oído, hombre de teatro, ayudante de Max Reinhardt en Salzburgo, luego director en Broadway y vienés curtido en los volubles aires de la opereta.
La película se basa en la opereta de Oscar Hammerstein II inspirada en los temas y personajes de la genial ópera francesa de Bizet. Con este bagaje el director se traslada al sur de los Estados Unidos, escenario de varias de sus películas y recurre a un elenco de actores negros en un momento en el que el black power toma cuerpo en la sociedad norteamericana. Para mí lo más admirable de este musical afroamericano es la forma en la que el director limpia de lugares comunes una ficción que, no lo olvidemos, ha producido el arquetipo femenino más fecundo de la cultura moderna. Preminger opta, ya en 1954, por un enfoque menos tópico. En sus manos Carmen (excepcional Dorothy Dandridge) es una mujer franca en lo emotivo y en lo sexual, dura en el trato con el hombre y a veces cruel, pero jamás desonesta, arisca, pero sensible. Joe (perfecto Harry Belafonte) aparece como un hombre regular y sensato cuya vocación profesional se ve amenazada por factores que escapan a su control.
Dandridge es doblada en lo vocal por la famosa Merilyn Horne (una estupenda mezzo que aquí da el registro de una soprano lírica). La cinta se inicia con unos magníficos títulos de crédito del maestro Saul Bass, el rojo es justamente el color de la llama que vemos ondular sobre fondo negro, los colores son decisivos en la historia, el rojo encarna la carne y la pasión, el negro el destino, todo ello realizado por una fastuosa concepción artística del formato Scope, (Sam Leavitt, genial fotografía), una gran puesta en escena con largos planos y cámara fija que crean su propia capacidad expresiva.
Si a un hombre le quiero no necesita una chequera, y si no le quiero, los cheques no le servirán para nada. Así habla, Carmen Jones, la guapa trigueña dueña de su vida, para quien la libertad es la esencia inamisible en todo lo que hace. Paradójicamente, Carmen está atada a las supersticiones y las cartas juegan un rol de alto peso en su destino, el cual parece signado por la tragedia. Toda la historia de Carmen es un canto a la libertad, aunque a ratos esta se torna en libertinaje y en salidas improcedentes que, poco a poco, van rebozando la copa.
Con afiladas palabras y con imágenes precisas y certeras, el director Otto Preminger, sabe dar cuenta de este afán de vuelo de la coqueta muchacha, cuando es ella la que, en plan de conquista, toma la iniciativa de dar una rosa al cabo Joe, y muy especialmente, en la escena del viaje en jeep, donde el parabrisas hace primero las veces de separador entre Carmen y Joe, y luego, seguida por un cambio de plano que amplía la vista incluyendo el difuminado paisaje, Carmen se desplaza por el interior del jeep ‘recuperando’ parte de su libertad… acción que proyectará luego a un punto más alto, cuando salta al tren ante el primer descuido del cabo que la conduce a prisión.
Carmen no soporta las cadenas ni aunque estas sean invisibles y se jugará su dignidad (y hasta su vida) con tal de sentirse libre de toda suerte de ataduras. Dorothy Dandridge logra una sentida y apreciable interpretación de la célebre gitana de Prosper Merimée y su vida, también fatal (falleció a los 42 años a causa de una sobredosis inducida por la quiebra en un mal negocio relacionado con petróleo), aumenta el impacto que produce su personaje.
El filme toma como base la música de Georges Bizet compuesta para la magistral ópera, pero las letras de las canciones son originales de Oscar Hammerstein II, usadas primero en el musical que, para Broadway, hiciera Billy Rose.
Con un reparto compuesto en su totalidad por actores afrodescendientes, CARMEN JONES, entra en la línea de Hearts in Dixie (1929), ¡Aleluya! (1929) y Emperor Jones (1933), para consagrar a una raza con montones de talentos que, muy lentamente, venían siendo reconocidos. Dorothy Dandridge, Harry Belafonte y Joe Adams, fueron doblados para que sus voces alcanzaran los niveles de soprano y tenores respectivamente, pero Pearl Bailey (Frankie) y Olga James (Cindy Lou) cantaron con sus propias voces. Las actuaciones resultan muy efectivas y el filme adquiere un tono romántico de tanta altura que, por momentos, consigue emocionarnos.
Creo que, CARMEN JONES puede contarse entre las más satisfactorias versiones que se hayan hecho de ese personaje que escribiera Prosper Merimée (el crédito le fue escamoteado), y la historia, con muy pocas variables (Carmen tiene apellido y es soltera, el nombre de José cambia a Joe, Micaela -personaje agregado en la ópera de Bizet- es Cindy Lou, Lucas es ahora Husky Miller y es un boxeador…) se preserva fiel a esa apología de la mujer libre de las que, Carmen, es su gran predecesora.
Título para Latinoamérica: CARMEN DE FUEGO
En el 43 se estrenó en Broadway el musical Carmen Jones , basado en la ópera Carmen de Bizet. Preminger, consumado director teatral decidió que aquello era muy mejorable y que se podía hacer un drama musical para la gran pantalla. Recurrió al texto original de la novela de Mérimée de 1874 para darle más consistencia dramática al asunto. Un musical operìstico con la totalidad del elenco afroamericano era una propuesta arriesgada, amén de que Preminger ya venía teniendo problemas con la censura, incluso en la propia Fox de la que se independizó para producir la película. Zanuck, preboste de la Fox, que no tenía un pelo de tonto acabó por poner 750.000 dolares en el asunto y le ofreció libertad creativa. La película fue un éxito de publico, crítica y para regocijo de Zanuck, de taquilla.
Eran tiempos de Technicolor y CinemaScope para poder competir con la televisión y San Leavitt, director de fotografía realizó un gran trabajo con estos elementos que llevaban ya un año de experiencia. La acción se sitúa durante la IIGM y la historia de Carmen original y los personajes que la rodean se adaptan a las circunstancias. El substrato de la obra de Mérimée sigue funcionando, no tanto las letras de las canciones y la coreografía y la vida de esta mujer apasionada que valora ante todo su libertad y sabedora de su trágico destino decide beberse la vida hasta la última gota consigue bajo el buen hacer de la batuta de Preminger que la tensión dramática no decaiga aunque roce el melodrama, la música encaje y la sensualidad y la pasión estén siempre presentes. Preminger se maneja con igual acierto tanto en exteriores como en estudio y saca el máximo partido de la dupla protagonista, dos cantantes consumados que no obstante fueron doblados para conseguir los registros operísticos necesarios. El indudable hallazgo fue la malograda Dorothy Dandridge que rebosa vitalidad y sensualidad. Estrella infantil que venía destacando como cantante y actriz en películas para afroamericanos y que Preminger catapultó a la fama con esta cinta, a parte de convertirla en su amante durante cuatro años y tener un hijo con ella que acabó en aborto presionada por el estudio. Al final no supo gestionar su éxito y acabó falleciendo en extrañas circunstancias a los 42 años.
Dandridge fue la primera mujer afroamericana nominada al Oscar como actriz principal por este trabajo.
cineziete.wordpress.com
Musical realizado por Otto Preminger, basado en la novela Carmen (1845), de Prosper Mérimée, y en la ópera Carmen (1875), de Bizet. Se rodó en exteriores de Ventura Country (CA) y en los Culver Studios (Culver City, CA), con un presupuesto estimado de 1 M dólares. Producido por Otto Preminger para la Fox, se estrenó el 28-X-1954 (EEUU).
La acción tiene lugar en Louisiana durante la participación de EEUU (1941-45) en la IIGM. Carmen (Dorothy Dundridge), que trabaja en una planta de fabricación de paracaídas, es una mujer muy atractiva, deseada, seductora, aguerrida y ávida de sexo. Su sentido posesivo y su egoismo la convierten en una devastadora mujer fatal. Joe (Harry Belafonte), soldado en período de instrucción en un campamento militar para afroamericanos, quiere casarse con su novia de siempre, la ingenua Cindy Lou (Olga James), pero cae en las garras de Carmen.
La película desarrolla una historia de pasión, seducción, asedio y dominación de un joven soldado, Joe, incapaz de sustraerse a la fuerza tumultuosa, la simpatía y los encantos de Carmen. El narcisismo y los caprichos de ella le causan graves problemas, que le introducen en una senda de destrucción y perdición. La Guerra de Independencia de España es sustituida por la IIGM, el toreto por el boxeador Husky Miller (Joe Adams), el oficio de cigarrera por el de montadora de paracaídas, la plaza de Sevila por un campamento militar de Louisiana, la taberna por el Billy Porters Cafe, etc. El film presenta una sugestiva combinación de pasajes ligeros, escenas dramáticas, lances cómicos, algarabías y momentos de intimidad, que conforman un conjunto variado, entretenido y grato. El libreto y la música original de Bizet se presentan adaptados con arreglos del afamado Oscar Hammerstein II ( Oklahoma , 1955) e insertos en una historia renovada por el guionista Harry Kleiner. El personaje central es el de Carmen Jones, avasalladora devoradora de hombres, demoledora mujer fatal, ávida vampiresa e irresistible diosa del sexo, caprichosa, cruel, lasciva y egocéntrica. Dorothy Dandridge consiguió por el papel la primera nominación de una afroamericana al Oscar a la mejor actriz principal.
La música, las canciones y los números musicales, son brillantes y espectaculares. La fotografía, de Sam Leavitt ( Tempestad sobre Washington , 1962), comienza con un largo plano secuencia, que anuncia una narración visual rica en imaginación y recursos: encuadres precisos, reencuadres ajustados, profundidad de campo, planos largos, travellings laterales, escenas de toma única, colores intensos, composiciones excelentes y un aventajado manejo del cinemascope. El guión, tributario de la obra original, desarrolla un argumento de aires intensamente románticos, que en ocasiones cae en exageraciones melodramáticas. Dorothy Dundridge, apasionada y entregada, realiza una interpretación antológica, memorable e inolvidable, de Carmen.