Caché (Escondido)
Sinopsis de la película
Georges es el típico burgués: presenta un programa literario en televisión y lleva una vida acomodada con su mujer y su hijo adolescente. Pero, de repente, empieza a recibir unos paquetes anónimos que contienen cintas de vídeo, grabadas desde la calle, y unos dibujos inquietantes cuyo significado es un misterio. No sabe quién se los envía, pero las secuencias que aparecen en las cintas son cada vez más personales, lo que parece indicar que el remitente lo conoce desde hace tiempo. Georges siente que una amenaza se cierne sobre él y su familia, pero, como no hay evidencias de delito alguno, la policía se niega a ayudarlo.
Detalles de la película
- Titulo Original: Caché
- Año: 2005
- Duración: 117
Opciones de descarga disponibles
Si deseas puedes conseguir una copia de esta película en formato HD y 4K. Seguidamente te mostramos un listado de opciones de descarga directa disponibles:
Opinión de la crítica
6.7
98 valoraciones en total
Haneke redondea con Caché esa especie de nuevo género de terror que ya venía desarrollando en las anteriores Funny games, El video de Benny. Se trata de un terror invisible, sugerente, nada obvio, un cine de los que obliga a implicarse al espectador. Haneke da mucho juego y nos invita a participar, a sacar nuestras propias conclusiones sobre la marcha.
Por descontado, Auteuil demuestra que es el mejor actor francés del momento, y la Binoche ofrece con solvencia uno más de sus mútliples registros.
1. Para provocar al espectador, cambiarle de sitio y en cierto modo interpelarlo, Haneke procede al enfriamiento glacial de la acción.
Durante los largos ratos de cámara quieta no sucede nada visible, pero se fragua tensamente una amenaza.
A la triunfante vida del protagonista llegan dibujos sangrientos y videos, cada vez más alusivos a comprometedores episodios de esa vida. Episodios pertenecientes a un pasado oculto, escondido.
El desarrollo del argumento es muy escueto, sin música y con pocas palabras. Los abundantes silencios crean un abismo, a llenar de suposiciones.
La información se dosifica con astucia, los acontecimientos se presentan con cálculo.
Algunos de los acontecimientos consisten en cintas de video, que el espectador conoce directamente e intenta encajar en alguna parte, lanzando hipótesis en busca de un sentido plausible.
Cuando en una escena que ni de lejos parece la del The End aparecen los rótulos, una mínima expresión de créditos, pequeñas letras blancas que descienden despacio y anuncian que el final ha llegado, el espectador se vuelca en un vértigo de mil conjeturas, intentando cerrar tantas incógnitas.
Hasta ahí, todo podía ser: apertura e intriga totales. A partir de ahí, comienzan las cábalas nerviosas, especulativas.
2. El relato funde lo individual y lo colectivo al trenzar un pasado personal culpable, sobrevenido como un callado maremoto, con una herida abierta en la sociedad europea: la tensión con el mundo árabe, la conflictiva integración de inmigrantes, campo de violencia latente en el tejido de la vida cotidiana.
Se nota en el tenso incidente con el ciclista negro, se recuerda con el prolongado noticiario sobre Palestina en armas que emite un televisor al fondo.
[Punto 3, sobre lo enigmático, en el spoiler]
Parece un thriller pero no es un thriller, oiga, que el Haneke es un postmoderno que coge las estructuras de los géneros viejos y las retuerce para lanzar mensajes nuevos… mensajes pedantorros, eso sí, pero que no dejan de tener su gracia.
Y con la excusa de que no es un thriller voy a contar alegremente unos cuantos spoilers, ya aviso para que no se enfade la gente como cuando conté el final de Lost.
Y es que me apetece explicarles quién es el malo porque tras ver la peli ni yo ni mis amigotes teníamos la más remota idea (y mis amigotes son gente sagaz, uno de ellos entendió Mulhogand Drive a la primera), pero he realizado una agotadora labor de investigación por internet y ahora ya entiendo la peli y estoy muy orgulloso y me apetece contarlo para que el próximo espectador desconcertado que busque respuestas pueda encontrarlas aquí.
Me sorprende la poca o nula objetividad de la crítica a la hora de valorar las distintas películas vanguardistas y de autor en los últimos tiempos: Dogville, Hierro 3, Memento, 21 gramos, Old boy, Crash, El arca rusa, Pi, Elephant, El sexto sentido, etc. Soy de la opinión que aunque todas sean originales en mayor o menor medida, esa esencia no les otorga la puntuación de excelentes por innovadoras. Las hay muy buenas, peores y malas, pero para cierto sector de la crítica la innovación supone el aplauso obligado. Se haga lo que se haga. Y no puedo estar de acuerdo jamás. Y la crítica que se realiza de este tipo de films suele moverse por esos derroteros. La loa está constreñida por la característica creativa del film. Y una gran parte de los críticos que van de intelectualoides se afanan por ser los más cool garabateando chorradas. Pues bueno, pero yo no paso por ese aro.
Sólo apuntar un dato. Nuestro amigo amor perro (no se trata de un ataque personal) expone su queja por la frialdad con la que el respetable acogió el estreno del fim en el certamen de Valladolid ante la ausencia de aplausos (incluso abucheándola). ¿Y? ¿Los equivocados son ellos o qué? ¿Los críticos remunerados están por encima de las opiniones de los mortales? ¿De aquellos que sentenciaran a Gertrud en su momento y que sólo ellos en su empecinamiento continúaron su absurda guerra intelectual contra la plebe? Sólo imaginarme las críticas que sobre Caché firmarían en estas páginas aquellos compungidos sufridores… ¿Es qué alguno no ve razonable que la peña se queje porque no le han contado nada? ¿Excepto la de observar una realización notable que a mí personalmente me encanta aunque me siga preguntando… y no lo lapidaron por las calles pucelanas?
Resumiendo, la película me parece interesante fílmicamente hablando, pero su resolución me parece un insulto. Michael Haneke no es Jim Jarmusch. Y lo digo sin coñas. Técnicamente me pone, pero no se debe vacilar así al personal y luego sorprenderse por la respuesta violenta. El cine siempre ha sido y será como el fútbol: el socio siempre tiene razón, y la directiva, aunque patalee… jamás…
Si bien en un primer momento, al finalizar la película, quedé con la sensación de no haber entendido nada, con el correr de los minutos empecé a encontrar un grupo de simbolismos que me permitieron armar una explicación histórica del argumento de la película y me abrió los ojos a una realidad subyacente que a primera vista no había percibido.